El Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA) concentrará en los países afectados por el huracán Mitch los préstamos que otorgará a América Latina este año, anunció esta agencia de las Naciones Unidas en su sede en la capital italiana.
El FIDA otorgará préstamos por 60 millones de dólares a Nicaragua, El Salvador, Honduras y Guatemala, que sufrieron las peores consecuencias del huracán, informó a un grupo de periodistas la directora del Departamento de América Latina y el Caribe del FIDA, Raquel Peña Montenegro.
La agencia estimó que el huracán ocasionó la pérdida de 50 por ciento de las cosechas de productos de exportación y de consumo interno de 1998. Además, la tierra perdió productividad debido al rebalse de los ríos y grandes deslizamientos de tierra.
Las organizaciones campesinas de base, que han sido el punto de partida en la reconstrucción de esos países, habían sido anteriormente objeto de inversión por parte del FIDA.
Al inaugurar la reunión anual del Consejo de Gobernadores de la institución, que concluirá este jueves, el presidente del FIDA, Fawzi Al-Sultan, sostuvo que el huracán "liquidó" el desarrollo económico logrado por "toda una generación o más en Honduras y Nicaragua".
Los agricultores no solo perdieron sus cosechas. Muchos de ellos perdieron también sus bienes, entre ellos materiales de trabajo e insumos, manifestó Al-Sultan.
Delegados de 161 países asisten a la 22 sesión del Consejo de Gobernadores del FIDA, cuyo mandato es combatir el hambre, ayudando al sector rural pobre a incrementar la producción de alimentos y los ingresos.
Al-Sultan señaló que la crisis financiera agravó los problemas de pobreza en América Latina, en particular Brasil.
Creado hace 20 años, el FIDA tiene en ejecución 520 proyectos en 113 países, que representan una inversión total de 18.500 millones de dólares.
El año pasado, el FIDA otorgó 446 millones de dólares a proyectos de infraestructura y 1.000 millones de dólares en iniciativas de desarrollo.
Al-Sultan subrayó que en vísperas del tercer milenio el número de pobres es el más alto de la historia, pues 1.300 millones de personas, un quinto de la población mundial, vive en la pobreza absoluta. Alrededor de tres cuartas partes viven en zonas rurales.
Esta situación se ha agravado por las crisis financieras, las inundaciones, el huracán Mitch, las guerras civiles y el sida en Africa, que ponen en peligro los avances alcanzados en los últimos años, afirmó.
El vicepresidente del gobierno italiano, Sergio Matarella, llamó a constituir una alianza para el desarrollo agrícola entre organismos internacionales y organizaciones no gubernamentales y privadas con el fin de fortalecer "las acciones destinadas a combatir la pobreza en las zonas rurales de los países pobres".
Matarella dijo ante el Consejo que Roma, sede además de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) y del Programa Mundial de la Alimentación (PAM), "podría llegar a ser el principal polo para la coordinación y la gestión" de estas acciones".
En la reunión del FIDA se hizo además un balance de los efectos de la crisis asiática, que tuvo gran impacto en el sector rural de la región.
El FIDA elabora un programa para asistir a los países asiáticos, concentrándose en las áreas agrícolas pobres, en posible sociedad con agencias de desarrollo de Alemania.
A pesar de que la crisis comenzó como un fenómeno urbano, afectó con mayor severidad a las comunidades agrícolas pobres.
El FIDA calculó que casi diez millones de personas perdieron su trabajo en Indonesia, 1,5 millones en Tailandia y un millón en Filipinas.
El Programa Especial del FIDA para Asia se concentra en los sectores rurales pobres, que "no se benefician de otros programas de asistencia, dirigidos en especial al área macroeconómica".
A través del programa, el Fondo "apoyará los esfuerzos para hacer más productivos a los pequeños agricultores y fortalecer la capacidad de las comunidades y la confianza en sí mismas". (FIN/IPS/jp/mj/dv/99
