/BOLETIN-DD HH/ GUATEMALA: Proceso a paso lento, a dos años de la firma de la paz

A dos años de la firma de la paz entre el gobierno y la guerrilla en Guatemala el balance es poco alentador, coinciden en señalar analistas independientes, aunque las autoridades subrayan que se han hecho avances importantes.

El 29 de diciembre de 1996, el gobierno y la Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca (URNG) pusieron fin a 36 años de conflicto armado interno, que dejó un saldo de 150.000 muertos, 50.000 desaparecidos, un millón de desplazados internos, 100.000 refugiados y 200.000 niños huérfanos.

Tres de cada cuatro víctimas de la guerra eran indígenas, según el informe de la Iglesia Católica "Guatemala: Nunca Más".

Pero la firma del Acuerdo de Paz Firme y Duradera significaba no sólo el fin del conflicto armado, sino la plataforma de lanzamiento para un proceso de reforma del Estado, democratización y desarrollo.

Pero a pocos meses de la firma del Acuerdo quedó claro que "la agenda económica de la paz no era la prioritaria para el gobierno del presidente Alvaro Arzú, centrada más en las privatizaciones y en las medidas de ajuste neoliberal", escribió el sociólogo Miguel Angel Sandoval en el diario El Periódico.

"El único acuerdo relevante que fue puntualmente cumplido fue el de la desmovilización de la guerrilla y aquellos formales, como la creación de comisiones y elaboración de proyectos de ley", añadió.

El resto de acuerdos han sido postergados o incluso vaciados de contenido, como la mayoría de los puntos del aspecto socioeconómico, especialmente sobre el tema de la tierra.

El banco de tierras sigue en calidad de proyecto de ley pero sin resolver un solo problema de fondo, agrega. Lo mismo ocurre con el tema tributario que esencialmente no se mueve y que deberá esperar mejores tiempo para poder llegar a las metas acordadas, del 12 por ciento.

En el tema social, el presupuesto de gastos para 1999 no presenta los incrementos acordados en el área de salud y educación.

El obispo Rodolfo Quezada Toruño, ex presidente de la Comisión de Reconciliación Nacional, dijo que existe desencanto en la población, "porque los acuerdos generaron expectativas que no pudieron hacerse realidad".

Por su parte, la URNG, hoy constituída en partido político, afirmó que "representantes de los sectores económico y político, así como militares retirados favorecen estrategias que impiden que el proceso de paz se desarrolle, profundice y avance".

Estos sectores "se resisten y se oponen al proceso institucional de cambios que, en lo económico y social son necesarios", debido a que el gobierno se aleja del cumplimiento de los acuerdos de paz, especialmente en lo que se refiere a salud, educación y vivienda.

El Estado es "débil y complaciente con los grupos de presión y poder económico y político, lo cual dificulta el avance en el cumplimiento de los acuerdos de paz y la consolidación de la democracia", dice el estudio "Un Estado en tiempos de paz", realizado por el Centro de Investigaciones Económicas Nacionales.

La economista María del Carmen Aceña dijo a IPS que como resultado de esa situación, el Estado "carece de autonomía, es complaciente con los grupos de presión, incluidos la Iglesia, el sector económico y los militares»

También identificó la ausencia de reglas claras, la debilidad de las instituciones estatales y la presencia de un pensamiento cortoplacista, ajustado al período presidencial de cuatro años.

El estudio asegura que la política social es ejecutada por más de 10 fondos, que se manejan sin ninguna fiscalización y sustituyen la labor de los ministerios de Educación y Salud, por lo que recomienda la elaboración de un plan de desarrollo nacional, revisar la historia y modernizar las instituciones.

Mientras, el gobierno asegura que el proceso de paz va por buen camino y eligió el segundo aniversario de la firma de la paz para que se produzca "una jornada de perdón" en el país y el propio Arzú anunció que pedirá perdón por los excesos cometidos por el Estado durante la guerra.

La propuesta del presidente fue bien acogida por el ejército, pero generó el descontento de los familiares de las víctimas que antes de perdonar exigen justicia. (FIN/IPS/cz/ag/ip-hd/99

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