La oferta de "zapatours", neologismo acuñado por operadores turísticos para referirse a los recorridos de extranjeros por el estado mexicano de Chiapas, aumenta al acercarse el quinto aniversario del levantamiento zapatista.
Agencias de turismo promueven visitas a Chiapas "para conocer la realidad del país" y conmemorar el primer lustro de la lucha guerrillera, según dicen, mientras portavoces de la diócesis de San Cristóbal, segunda ciudad de Chiapas, indican que acogerán a extranjeros que deseen expresar su solidaridad con los indígenas.
Reportes procedentes de Chiapas, donde el 1 de enero de 1994 indígenas que dijeron pertenecer al entonces desconocido Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) le declararon la guerra al gobierno, indican que las últimas horas llegaron cerca de 300 extranjeros a la zona.
Entre los promotores de las visitas figuran la organización estadounidense Global Exchange, de San Francisco, que a través de Internet ofrece "reality tours" a Chiapas por unos 800 dólares. El viaje incluye recorridos por los lugares conflictivos del estado sureño y entrevistas con algunos protagonistas.
Entre los últimos visitantes figuran no solo turistas sino también activistas humanitarios, simpatizantes de los guerrilleros, académicos y algunos religiosos, informaron operadores turísticos de la zona.
Alejandro Carrillo, coordinador del Instituto Nacional de Migración (INM), advirtió que el gobierno impedirá el "turismo revolucionario" en México .
"El Instituto estará en todo momento vigilante del cumplimiento de las leyes, con pleno respeto de los derechos humanos, pero también de la soberanía nacional", señaló.
Desde enero de 1998, luego de la matanza de 45 indígenas de Chiapas a manos de paramilitares, un hecho que despertó el escrutinio internacional sobre el gobierno, en México se aplican con rigor normas para evitar que los extranjeros se involucren en el conflicto con el EZLN.
Organizaciones humanitarias acusan al gobierno de Ernesto Zedillo de cerrar la puerta a los observadores para ocultar la violencia y pobreza de Chiapas y afirman que se expulsó este año de la zona a más 100 extranjeros.
Las invitaciones "a que se visite México por parte de una agencia de turismo no viola ninguna disposición, pero está prohibida la organización de sedicentes visitas para que so pretexto de conocer la realidad del país se intervenga en situaciones de tipo político", declaró Carrillo.
El Frente Zapatista de Liberación Nacional, uno de los grupo que reúne a los seguidores del EZLN en México, informó que, como en ocasiones anteriores, al terminar este año se realizarán celebraciones en las selvas de Chiapas y en otras zonas del país para conmemorar el levantamiento.
Hace cinco años, decenas de indígenas que cubrían sus rostros con pasamontañas y portaban en su mayoría machetes o armas de madera tomaron ciudades y caminos del estado de Chiapas e iniciaron una guerra contra el ejército que duró 12 días, hasta que se iniciaron las negociaciones.
De 1994 a la fecha, el EZLN, que despertó simpatías en el exterior gracias su original discurso, transitó, entre otros escenarios, por el choque armado, el diálogo con el gobierno, la firma de acuerdos y la suspensión de las negociaciones, situación que se mantiene desde 1996.
A la sombra de este proceso, la violencia entre campesinos por motivos políticos, religiosos y económicos recrudeció, al igual que la pobreza y marginación. En tanto, las demandas de justicias y democracia presentadas por el grupo fueron asumidas como propias por todos los partidos políticos.
Antes de que el gobierno aplique restricciones para que extranjeros visiten zonas conflictivas de Chiapas, donde hoy se asientan miles de militares, el EZLN organizó foros nacionales e internacionales.
La organización también recibió la visita de personajes como el cineasta estadounidense Oliver Stone y el intelectual francés Régis Debray.
En los últimos meses, bajó la presencia pública de los guerrilleros mexicanos, que dicen no buscar el poder, que no son marxistas y que sólo buscan la democracia, especialmente por su escasa presencia en los medios de comunicación.
Analistas atribuyen el papel discreto que tiene hoy el EZLN al desgaste natural del grupo, la falta de concreción de sus demandas y propuestas, la mayor importancia de otros asuntos en la agenda nacional y el control territorial al que lo somete el ejército.
En 1995 y parte de 1996, el EZLN tuvo una presencia relevante en los medios de comunicación, terreno donde sin duda "ganó la guerra al gobierno", según el historiador Enrique Krauze. (FIN/IPS/dc/mj/ip hd/98
