El secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Kofi Annan, criticó hoy a Estados Unidos porque el Congreso de ese país no aprobó el pago de 1.500 millones de dólares adeudados al foro mundial.
Annan criticó duramente al gobierno de Estados Unidos ante la organización conservadora Empower America por decidir el jueves el pago de una cantidad mínima para preservar sus derechos de votación en la Asamblea General de la ONU.
"Parece que Estados Unidos… pagará apenas lo suficiente para evitar la pérdida del voto en la Asamblea General, lo cual le ocurre a los países que se retrasan dos años en sus aportes", declaró Annan.
Esa posibilidad parece haberse evitado con el acuerdo presupuestal anunciado el jueves entre el presidente Bill Clinton y el Congreso, dominado por el opositor Partido Republicano, que incluirá una partida de dinero destinada a una cuenta con aportes para el organismo internacional.
No se anunció una cantidad precisa, pero fuentes de la ONU y de Washington indicaron que se necesitarán poco más de 250.000 dólares para impedir la pérdida del derecho a votación.
Estados Unidos evitó perder el voto en la Asamblea General por este año, pero fracasó "en un asunto más amplio: su compromiso legal y su obligación moral con la ONU y los restantes 184 estados miembros", declaró Annan.
Los "conservadores creen en la santidad de los tratados y los contratos. Los grandes países mantienen su palabra. No infligen heridas a su propio prestigio ni socavan su pretensión al liderazgo en momentos cruciales de los asuntos mundiales", declaró Annan en Empower America.
La confirmación de la falta de pago de las deudas de Washington, aunque esperada desde hace meses por los funcionarios de la ONU, supuso un golpe contra el foro mundial, que depende de Estados Unidos para recibir 25 por ciento de su presupuesto regular anual de 1.000 millones de dólares.
La semana pasada, el subsecretario general de la ONU, Joseph Connor, advirtió que la falta de pago de Washington obligará al foro mundial a recurrir a los fondos de su presupuesto para misiones de paz y a dejar de pagarle a los países que aportan efectivos militares, al menos durante los próximos meses.
Funcionarios de la ONU esperaban que la vergüenza de la posible pérdida del voto en la Asamblea General impulsara a Washington a pagar sus deudas, que comenzaron a acumularse desde que el gobierno del ex presidente Ronald Reagan (1981-1989) se negó a pagar sus aportes para protestar por la política del foro.
El artículo 19 de la Carta de la ONU estipula que el voto en la Asamblea General se pierde automáticamente cuando las deudas de un país equivalen a dos años de sus aportes.
Pero ahora que Clinton puede contar con una pequeña cuenta para las organizaciones internacionales, se cree que Washington pagará 250.000 dólares antes de fin de año para mantener el voto.
Algunos funcionarios de la ONU consideran que la maniobra sólo retrasará la pérdida del voto en la Asamblea. Si los republicanos mantienen el control en ambas cámaras del Congreso tras las elecciones parciales del 3 de noviembre, como indican varias encuestas, es probable que tampoco paguen la deuda en 1999.
Simultáneamente, no se puede esperar que Clinton -quien se enfrenta a un proceso de juicio político por mentir bajo juramento sobre sus relaciones con la ex becaria de la Casa Blanca Mónica Lewinsky- pueda exigir el pago el próximo año.
El gobierno tampoco pudo aprovechar el esfuerzo realizado durante este último año por el ex embajador ante la ONU, Bill Richardson, para conseguir el pago de la deuda.
Ahora Washington ni siquiera tiene un embajador ante la ONU porque Richardson fue designado secretario de Energía y el nombramiento de su probable sucesor, Richard Holbrooke, se encuentra retenido en el Congreso por una investigación sobre su declaración patrimonial ante el fisco. (FIN/IPS/tra-en/fah/mk/aq-ml/ip/98
