Indígenas mexicanos advirtieron que intensificarán su lucha por la autonomía de sus comunidades y renovaron su apoyo al rebelde Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) y al esfuerzo por una solución negociada en el sureño estado de Chiapas.
El Congreso Nacional Indígena (CNI) finalizó el lunes su reunión anual de tres días con la exigencia al gobierno de reconocimiento de su condición de "pueblos con historia". Más de 500 representantes de 20 grupos participaron del encuentro, realizado en la ciudad de México.
El CNI, la principal organización indígena independiente del país, emitió un documento titulado "Segunda declaración. Nunca más un México sin nosotros. Por la reconstitución integral de nuestros pueblos", en el que manifestó un enfático respaldo al EZLN.
"Al afirmar nuestra identidad afirmamos la de todos aquellos que con corazón grande y paso firme queremos construir una casa grande donde quepamos todos", señalaron los asistentes, que representaron a los indígenas chontales, tenes, pames, mayas, nahuas, totonacas, otomíes y mixtecos.
Esos grupos conforman en México un universo de unos 10 millones de personas, más de 10 por ciento de la población total.
"No sólo exigimos la tierra, sino que el gobierno cumpla con los acuerdos de San Andrés", firmados hace dos años con el EZLN para resolver el conflicto de Chiapas, declaró un líder indígena.
Más de 200 personas murieron desde el 1 de enero de 1994 a causa del conflicto de Chiapas, que estalló en aquella fecha. Pero esa información oficial es corregida por fuentes extraoficiales que cuentan 300 víctimas.
El EZLN, integrado en su mayoría por indígenas, se levantó en armas con el propósito de derrocar "al mal gobierno federal" y promover cambios revolucionarios. Con el paso del tiempo incluyó en su estrategia política la causa indigenista.
"La política oficial, fiel sucesora de la vieja política colon
