Los presidentes Jamil Mahuad, de Ecuador, y Alberto Fujimori, de Perú, llegan hoy a la Cumbre Iberoamericana en Portugal, con el triunfo político que supone que ambos parlamentos hayan aceptado que Argentina, Brasil, Chile y Estados Unidos elaboren una propuesta de solución al litigio fronterizo.
La respuesta afirmativa y oportuna al pedido de esos cuatro países, garantes del Protocolo fronterizo de Río de Janeiro, que incluye la aplicación obligatoria de la solución que se proponga, significa un paso decisisivo hacia la paz.
El congreso legislativo ecuatoriano aprobó a las 04.05 hora local (09.05 GMT) del viernes el pedido de Mahuad de aceptar la propuesta de los países garantes, cuya mediación puso fin a la guerra entre Ecuador y Perú, en 1995, por un territorio limítrofe no contemplado en el Protocolo de Río de Janeiro de 1942.
La propuesta del presidente ecuatoriano logró 96 votos a favor y 21 en contra, y dos diputados se abstuvieron.
Casi dos horas antes, a las 02.13 hora local (07.13 GMT) el parlamento peruano llegó a una resolución similar, por 87 votos a favor (partidarios de Fujimori y algunos opositores), 26 en contra y una abstención.
El congreso de Perú resolvió, por lo tanto, conceder a los países garantes facultades arbitrales en el litigio, aunque "sin apartarse de la línea fronteriza establecida por el Protocolo de Río de Janeiro", un tratado que Ecuador impugna.
Los ecuatorianos esperaban desde el jueves la decisión de su parlamento con ansiedad, y el resultado representa una victoria política para Mahuad y el inicio del camino hacia la firma definitiva de la paz entre ambos países, que se prevé a muy corto plazo.
La votación se realizó sobre un texto en el que se fundían planteamientos de varios partidos. Los votos a favor procedieron de la gobernante Democracia Popular, la Izquierda Democrática, el Partido Social Cristiano, el indígena Pachakutik, el Frente Radical Alfarista y los partidos Conservador y Socialista.
El Movimiento Popular Democrático y el Partido Roldosista Ecuatoriano, que se opusieron al pedido presidencial desde el comienzo, fueron los únicos que votaron en contra.
De no haberse aprobado la fórmula propuesta por los garantes en ambos congresos, la situación habría sido, según Mahuad, un nuevo bloqueo en las conversaciones, lo que llevó en ocasiones a tensiones en la frontera y aprestos bélicos por parte de ambos países.
La perspectiva a futuro hubiera sido la probabilidad de un nuevo conflicto armado. Con él o sin él, el tiempo conduciría otra vez a Ecuador y Perú a la mesa de negociaciones, es decir, al punto de partida, para iniciar todo el trabajo de los cinco últimos años desde cero, dijo Mahuad.
Argentina, Brasil, Chile y Estados Unidos pusieron el sábado pasado la condición de la aplicación obligatoria de su plan. Esa fue la respuesta al pedido formulado por Mahuad y Fujimori de una intervención para zanjar el contencioso limítrofe.
Los dos mandatarios recurrieron a esta vía ante el empantanamiento de negociaciones que condujeron personalmente hasta hace pocos días.
El marco de la VIII Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y Gobierno, de este sábado y domingo en Oporto, Portugal, donde están reunidos, entre otros, los presidentes de Argentina, Brasil y Chile, además de Fyjimori y Mahuad, será oportuno para lograr avances.
El proceso hacia la votación del congreso ecuatoriano implicó repetidas reuniones del Poder Ejecutivo con los legisladores, ya que los diputados estaban divididos entre el pedido presidencial y el planteamiento del Partido Social Cristiano (PSC) de realizar una consulta popular.
Mahuad explicó el miércoles en cadena de televisión que ese mecanismo sería inconveniente, pues implicaba demoras imposibles de manejar, además de que planteaba la necesidad de una consulta similar en Perú. Además, reveló que los garantes habían rechazado esta opción.
La resolución legislativa incluye un pedido al gobierno de realizar una consulta popular sobre la decisión de los garantes, pero eso no implica un condicionamiento sino solo una sugerencia, explicó este viernes el presidente de la Comisión de Asuntos Internacionales del Congreso, Heinz Moeller.
Moeller declaró que la resolución del congreso "implica la aceptación pura y simple de que la decisión de los garantes para ayudar a resolver el problema limítrofe tendrá carácter obligatorio."
El legislador reflejó, de todos modos, la preocupación ecuatoriana de que el nuevo criterio de los garantes coincida con el fallo jurídico-técnico emitido por ellos mismos en mayo, que fijaba la frontera por las cumbres de la cordillera del Cóndor, como sostiene Perú.
Moeller exhortó a los garantes a que también tomen en cuenta la posición ecuatoriana y que "el sacrificio sea dividido equitativamente entre los dos países".
La principal oposición ecuatoriana al condicionamiento planteado por los garantes se basaba en la inconveniencia de darles un cheque en blanco para delimitar el mapa, ya que el enclave de Tiwinza, de alto valor simbólico, podría quedar dentro de territorio de Perú.
El ex presidente ecuatoriano Oswaldo Hurtado consideró "muy posible" que los garantes se pronuncien a favor de una línea de frontera por las altas cumbres de la Cordillera del Cóndor, pero se mostró optimista sobre la aparición de otras opciones de línea de frontera.
Hurtado sostuvo que los garantes tomarían en cuenta que fue el criterio de trazar la frontera por esas cumbres lo que provocó el empantanamiento en las conversaciones directas entre Fujimori y Mahuad.
"Si yo fuera miembro de la Comisión de Garantes, buscaría una fórmula imaginativa, que ya existió y es la del parque binacional. A mí me parece que esa es una propuesta aceptable para Ecuador y aceptable para Perú", sostuvo.
La diferencia entre la existencia o no de frontera interna en el parque haría la propuesta del parque más aceptable para Ecuador, que prefiere uno sin límites, o para Perú, que exige la existencia de límites. Pero "hoy el territorio es un elemento secundario en la grandeza de las naciones", añadió. (FIN/IPS/gm/mj/ip/98
