ASIA: La "tortuga" vence a los "tigres"

Después de la caída de los "tigres" del sudeste de Asia, parece que llegó la hora de la "tortuga" en el sur de este continente, donde India logró resistir la crisis financiera gracias a la lentitud de su proceso de liberalización.

El último Informe sobre Desarrollo Mundial del Banco Mundial señala que la tasa de crecimiento de 4,6 por ciento registrada en el sur de Asia sigue siendo baja, pero manifiesta optimismo porque la región continúa a la delantera de Europa oriental y Asia central.

En la reunión del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional (FMI) realizada este mes en Washington, la economía de India, sin duda la más poderosa del sur de Asia, fue objeto de inusuales alabanzas debido a su cauteloso proceso de liberalización.

Pero aunque el ministro de Economía indio, Yashwant Singh, asegura que esa lentitud fue deliberada y forma parte de una administración eficiente del país, lo más probable es que se deba a trabas burocráticas y a una resistencia al cambio.

El profesor de Economía Deepak Nayyar, de la Universidad Jawaharlal Nehru, aseguró que el proceso de liberalización de la economía india iniciado hace ocho años es mucho más lento de lo que hubieran deseado el Banco Mundial y el FMI.

Nayyar, quien es contrario a acelerar las reformas, se cuenta entre quienes consideran que la economía india necesita más controles.

Más allá de si fue la lentitud o la suerte lo que salvó a India y otros países del Asia meridional de contagiarse de la crisis, lo cierto es que en el mundo se están redescubriendo las virtudes de una regulación más fuerte y de los fundamentos de la macroeconomía, sin apartarse del sendero de la liberalización.

El economista V.R. Panchmukhi argumentó que ya se está comprobado cómo la falta de regulaciones y de fundamentos pueden anular las ganancias a corto plazo logradas con una liberalización acelerada de los mercados financieros.

Pero los controles por sí solos no bastan para regir una economía, y lo cierto es que los países del sur de Asia también enfrentan numerosos desafíos en otros campos.

India, por ejemplo, tiene un enorme déficit fiscal que limita las perspectivas de inversiones, un hecho que fue destacado en el informe del Banco Mundial.

El gobierno derechista del Partido Bharatiya Janata (BJP) se defendió a través del presidente del Banco de la Reserva de India, Bimal Jalan, quien comentó que el déficit no es un indicador eficiente sobre el estado de la economía. Después de todo, los 'tigres' del sudeste tenían una buena situación fiscal.

Sin embargo, algunos economistas consideran que el déficit podría ser desastroso para un país como India, con un escenario burocrático y político caracterizado por su libertinaje y falta de iniciativa.

La economía mixta de India, basada en un "socialismo nehruviano", se convirtió con el tiempo en una extraña mezcla de capitalismo y socialismo, una de cuyas consecuencias son las enormes sumas adeudadas por empresas privadas a los bancos estatales.

Esa deuda ahora suma 10.000 millones de dólares, y hay pocas esperanzas de recuperarlos.

El Banco Mundial también criticó los programas para la reducción de la pobreza y el presupuesto de salud y educación de India, advirtiendo que "consumen una gran cantidad de recursos pero no consiguen mejorar las condiciones de vida de los pobres".

En un informe sobre Medición de la Pobreza, el Banco Mundial recomienda la interrupción de los programas contra la pobreza para reasignar esos fondos con el fin de invertir en educación primaria y salud.

El análisis del Banco puso énfasis sobre una realidad que ya era conocida. El fallecido primer ministro indio Rajiv Gandhi solía reclamar porque sólo 10 por ciento de los fondos para los más pobres llegaban hasta sus destinatarios, mientras el resto era tragado por una maquinaria de políticos, contratistas e intermediarios.

Economistas de izquierda advirtieron sobre los peligros de sobreponer los efectos de la globalización a una estructura corrupta. "No existe ningún mecanismo de seguridad para 40 por ciento de la población que vive por debajo de la línea de pobreza", advirtió D. Raja, secretario general del partido comunista indio (CPI).

El CPI y otros miembros de la coalición izquierdista son firmes críticos del abandono del sector social por parte del gobierno y de la privatización de empresas públicas calificada como "desinversión".

Estas críticas de la izquierda habrían generado la reacción del Consejo de Asesoría Económica, que la semana pasada anunció una reducción del déficit fiscal y garantizó la transparencia del proceso de desinversión.

Entretanto, el premio Nobel de Economía de este año, el indio Amartya Sen, dijo durante una rueda de prensa en Nueva York que si la globalización no considera aspectos como la igualdad social, el analfabetismo o las necesidades de atención en salud, sólo generará nuevos problemas.

Sen dijo que esos problemas no serían atribuibles a la globalización misma, sino a las políticas económicas con las cuales deberá convivir en cada país. (FIN/IPS/tra-en/rdr/an/lc-ml/if/98

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