COLOMBIA: Grupos guerrilleros se alían contra paramilitares

Las insurgentes Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y el Ejército de Liberación Nacional (ELN) se unieron contra paramilitares del norte de este país, en una escalada que dejó hoy al menos 18 muertos.

El departamento de Bolívar, en el norte de Colombia, es, según el viceministro del Interior, Jorge Eatsman, escenario de un fuerte enfrentamiento entre grupos armados que se disputan "no solo el control territorial sino los beneficios económicos de la zona, muy rica en recursos naturales".

La Defensoría del Pueblo (ombudsman) informó que las FARC y el ELN, las dos fuerzas guerrilleras mayoritarias de este país, libran desde el domingo combates con las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) que conduce Carlos Castaño.

El líder paramilitar anunció su intención de conquistar en diciembre toda esta región, dominada por el ELN.

Las FARC, en un comunicado leído a varias radioemisoras, indicaron que en los combates murieron 18 paramilitares, cinco de los cuales fueron recogidos por la Cruz Roja Internacional.

"Los que quedaron vivos lograron llevarse a la mayoría de los muertos", dijo el jefe de las FARC que dirije la operación, quien se identificó como Gerardo Guevara, a Ive Heller, miembro de la cruz Roja.

El jefe insurgente informó que los combates comenzaron cuando tuvieron conocimiento de que en la localidad de Monterrey, en el sur de Bolívar, los hombres de Castaño habían asesinado a una mujer por ser pariente de un guerrillero.

Mientras, habitantes del municipio de Simití, en el sur de Bolívar, que pidieron reserva de su identidad por razones de seguridad, indicaron que hasta el hospital de esa localidad fueron llevados 12 heridos graves de los que uno murió.

Este enfrentamiento directo, según algunos analistas, marca una nueva fase en el accionar de estos grupos, que tradicionalmente atacan a civiles con la excusa de que auxilian al bando contrario.

Para Alfredo Rangel, ex asesor de seguridad del gobierno, la perspectiva de una negociación de paz estaría detrás del recrudecimiento de la guerra por parte de estos grupos armados que procuran llegar fortalecidos a la mesa de diálogo.

Los enfrentamientos directos entre los guerrilleros y las AUC en el sur de Bolívar comenzaron a inicios de agosto, tras la salida de esa región de unos 5.000 campesinos que afirmaron haber recibido amenazas de grupos parmilitares para que abandonaran la zona.

Estos campesinos se refugiaron en la ciudad de Barrancabermeja, en el noroeste, tras firmar un acuerdo con el gobierno para retornar a la zona, pero desistieron por considerar que el Poder Ejecutivo no les brinda garantías de seguridad.

Edgar Quiroga, portavoz de los desplazados, dijo que en el enfrentamiento entre la guerrilla y los pamilitares pierde la población civil, porque cualquiera de los dos bandos puede tomar represalias en su contra con la excusa de que los atacados auxilian al grupo contrario.

Otro sector de los desplazados advirtió que si el gobierno no da soluciones se unirán a la guerrilla para combatir a los paramilitares que los sacaron de sus tierras.

El gobierno afirmó este viernes que para recuperar el control de la zona se creó un grupo de élite con 1.000 soldados del ejército que trabajarán en operativos de control y registro en los sitios estratégicos y garantizarán el retorno de los desplazados.

"Sería absurdo negar que hay combates en esa zona, pero es un deber de la fuerza pública hacer una presencia más activa", dijo Eatsman.

En el municipio de Dabeiba, del departamento de Antioquia, en el noroeste, un grupo coordinado de las FARC, el ELN y el Ejército Popular de Liberación (EPL) asaltó la cárcel local, liberó a varios reclusos y mató al director de la penitenciaría, un guardían y a un agente de policía.

En la misma acción que se registró entre el jueves y las primeras horas de este viernes, los insurgentes asaltaron tres bancos y el hospital del pueblo, donde se apropiaron de medicamentos, y secuestraron a 10 personas a las que acusaron de simpatizar con los paramilitares.

Y en Lejanías, en el sur, fueron los paramilitares los que atacaron este viernes a la población, mataron a cuatro personas, entre ellos a una pareja de ancianos, asaltaron varios establecimientos comerciales y dinamitaron una funeraria.

El ataque, según algunos analistas, sería un llamado de alerta de los paramilitares a la guerrilla que domina esa región del sur de Colombia. (FIN/IPS/yf/mj/ip/98

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