Una institución especializada de Panamá procura aumentar la producción de alimentos a través del mejoramiento genético de variedadas como el plátano, el arroz, el maíz, las frutas tropicales y las hortalizas.
Hasta ahora, los mejores resultados alcanzados por el Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (Idiap) son en arroz, papa y plátano, pero según los expertos de esa entidad, existen varias frutas tropicales que en poco tiempo van a tener progresos muy alentadores.
En el caso del arroz, el país cuenta con un área sembrada de unas 125.000 hectáreas, de las cuales más de la mitad alcanzan el promedio de 4.235 kilogramos por hectárea requeridos para cubrir costos y dejar un buen margen de ganancia al productor.
El resto corresponde al sector de autoconsumo, cortado a mano por pequeños campesinos, con un rendimiento promedio de 900 kilográmos por hectárea.
A pesar de ello, Panamá se autoabastece de este alimento básico en la dieta de la población, y en algunas ocasiones logra un pequeño excedente para la exportación a otros países de América Central.
Sin embargo, los técnicos del Idiap se proponen introducir variedades, sobre todo aquellas aptas para la producción mediante regadío, que logren rendimientos promedio superiores a los 5.000 kilográmos por hectárea, con el fin de aumentar el excedendente para la exportación.
Para el sector del autoconsumo se ha introducido el sistema de producción en "fangueo (semiacuático)" en pequeñas parcelas, que en su actual fase experimental ya ha alcanzado 6.700 kilogramos por hectárea.
El director del Idiap, Omar Chavarría, afirmó este mes durante la inauguración del Centro de Investigación Agropecuaria en Recursos Géneticos (Ciarge) a cargo de esa institución, que "el mejoramiento genético es la mejor herramienta para garantizar el desarrollo de la agricultura" en el país.
Tras indicar que "urge mejorar la producción agropecuaria en los niveles tecnológicos que exige la modernización", Chavarría dijo que el Ciarge "tiene la misión de promover la investigación, manejo y conservación de germoplasma (semilla mejorada) como principal insumo de trabajo".
El ministro de Desarrollo Agropecuario, Carlos Sousa-Lennox, indicó por su parte que la misión primordial del Ciarge es ofrecer "en el menor tiempo posible productos agrotecnológicos de bajo costo que puedan ser incorporados con éxito en los sistemas de producción" del sector.
Hasta ahora, esa labor la venía realizado un grupo de técnicos del Idiap en la Granja Experimental que posee esa institución en el poblado de Río Hato, 120 kilómetros al oeste de la capital, pero la constitución de un centro especializado ayudará a mejorar los resultados de la investigación, según Sousa-Lennox.
Juan Carlos Navarro, ex director de la no gubernamental Asociación Nacional para la Conservación de la Naturaleza (Ancon), considera que el mejoramiento genético de las semillas "es una buena opción para aumentar la producción de alimentos y aliviar la presión sobre los recursos naturales".
Además de continuar las investigacion de semillas mejoradas de arroz, entre los planes inmediatos del Ciarge se encuentran la búsqueda de nuevas variedades de maíz y un banco de germoplasma en frutales, como el mango, el marañón, la papaya y la guanábana.
Además, se van proseguir los experimentos con papa de consumo y uso industrial en parcelas demostrativas privadas en las tierras altas de la occidental provincia de Chiriquí, así como en nuevas técnicas de cultivo de plátano en esa misma provincia.
La variedad de papa Idiap-92 y el Idiafrit, surgidas de los laboratorios del Idiap, están alcanzando rendimientos cercanos a las 30 toneladas anuales por hectárea en granjas privadas de las tierras altas de Chiriquí, informó un vocero de esa institución.
Otras variedades producidas en ese mismo sector, como la Amigo y Granola, cuyas semillas madres son de origen holandés, alcanzan 18 toneladas anuales por hectárea.
Las nuevas variedades son resistentes al tizón tardío de la papa y son sumamente resistentes a los ataques y daños causados por la mosquita minadora (Liriomyza spp) y el nemátodo Globodera spp, dijo a IPS el director de información del Idiap, David Carrasco.
En el caso de las nuevas técnicas de cultivo del plátano se ha obtenido hasta 75 por ciento de rendimientos por encima de los alcanzados mediante el sistema tradicional, según el investigador del Idiap Leonardo Marcelino.
El método consiste en incrementar la densidad de las tradicionales 1.600 plantas por hectárea hasta 3.332 unidades por hectárea y aplicar "un buen drenaje que evite el encharcamiento (represamiento) del agua y control de malezas", afirmó.
Actualmente existen 9.000 hectáreas de sembradíos de platano para el consumo interno, de las cuales 4.449 se encuentran en Chiriquí.
A pesar de los éxitos alcanzados por el Idiap con variedades de arroz y papas mejoradas, así como en las nuevas técnicas de cultivo del plátano, los expertos estiman que el mayor potencial se encuentra en la exportación de las frutas tropicales.
El empresario italiano Libero Marmiroli, quien recientemente visitó zonas de producción de frutas en Chiriquí, mostró interés en importar frutas frescas y mermeladas de marañón, guayaba y papaya para distribuir en la Unión Europea (UE).
Según el importador, quien formó parte de una delegación de empresarios italianos invitados a Panamá en el marco del Programa Bolívar, una iniciativa de intercambio de negocios entre ambos continentes impulsada por la UE, las frutas que se cultivan en el país "alcanzan las exigencias de calidad" de la UE.
El propósito del Idiap es obtener semillas mejoradas capaces de aumentar la producción de frutas tropicales con miras a suplir el mercado local y obtener excedentes de buena calidad para ser exportados, como ocurre con el banano.
El banano cultivado por la transnacional estadoundense Chiquita Brands en Chiriquí y en la caribeña provincia de Bocas del Toro, es el principal rubro de exportación de Panamá, con ingresos cercanos a los 200 millones de dólares anuales. (FIN/IPS/sh/ag/if- en/98