El Partido Liberal Demócrata (PLD) de Japón escogió hoy al ministro de Relaciones Exteriores Keizo Obuchi como nuevo líder, lo cual le garantizará el puesto de primer ministro de este país asiático afectado por una crisis económica.
Obuchi se enfrentará a la tarea de sacar a Japón de ocho años de recesión, en su peor momento después de la segunda guerra mundial, y de ayudar al resto de Asia a superar la crisis iniciada un año atrás.
El nuevo líder, de 61 años, fue electo en una reunión especial convocada tras la renuncia la semana pasada del primer ministro Ryutaro Hashimoto como presidente del PLD, tras una derrota del partido en las elecciones parlamentarias del 12 de julio para la cámara alta.
Como candidato de los ancianos del partido, la elección de Obuchi era esperada, pero desilusionó a la comunidad empresarial, que esperaba un liderazgo más severo en tiempos de dificultades económicas, indican analistas.
Obuchi obtuvo 225 de los 411 votos emitidos por representates del PLD de los 47 distritos de Japón. Su rival y ex secretario jefe del gabinete, Seiroku Kajiyama, respaldado por los empresarios, reunió 102 votos.
El ministro de Salud y Bienestar Social, Junichiro Koizumi, popular entre los políticos jóvenes y el público, obtuvo 84 votos.
El nuevo presidente del PLD será formalmente electo primer ministro por el parlamento el 31 de julio.
El rechazo del público a la pobre política económica del gobierno alcanzó un pico hace dos semanas, cuando los votantes retiraron el respaldo al PLD en las elecciones parlamentarias. La humillante pérdida del partido gobernante forzó a Hashimoto a presentar su renuncia un día después de los comicios.
La elección de Obuchi fue precedida por una creciente expectativa de que el vacío sería llenado por un político carismático. Los empresarios favorecían a Kajiyama, mientras el público respaldaba a Koizumi.
Pero, el respaldo de la facción del PLD a la que pertenece Obuchi y su reputación de pacifista lograron imponerse. Después de la elección, Obuchi hizo un llamado a la unidad partidaria para superar la difícil situación.
Expertos afirman que la facción de Obuchi tiene importantes recursos financieros y, el nuevo líder, a través de su elección del gabinete, a ser anunciada la semana próxima, intentará calmar los ánimos entre poderosos bloques del PLD.
A pesar de la desilusión con la elección, expertos señalan que la política de búsqueda de consenso de Obuchi le ayudará a promover dos importantes paquetes impulsados por Hashimoto, considerados cruciales para sacar a la economía japonesa de la recesión.
En sus discursos de la semana pasada, Obuchi reiteró su apoyo a los planes de gastos en obras públicas de Hashimoto y un plan financiero que espera superar los problemas de préstamos incobrables de los bancos japoneses. Además, prometió cortar los impuestos corporativos y sobre los ingresos.
Obuchi logró un papel importante en el actual gobierno cuando Hashimoto lo designó canciller en septiembre de 1997, y ha continuado la política de Japón de mantener fuertes relaciones con Asia, la cual podría ser ampliada durante su gestión.
"(Obuchi) satisfará las expectativas de Asia por un respaldo japonés. Cuando se convierta en primer ministro, pondrá las relaciones con Asia en primer lugar", pronosticó el economista Kunio Igusa, del Instituto de Asuntos de Desarrollo.
En Manila, el ministro de Relaciones Exteriores de Filipinas, Alí Alatas, dijo creer que el gobierno japonés seguirá las mismas políticas, ya que el nuevo líder es del mismo partido.
"Seguimos esperando que Japón saldrá de sus dificultades temporales y continuará dando un fuerte apoyo a los países afectados en la región", dijo Alatas.
Además de la crisis económica asiática, Obuchi enfrenta el creciente papel de Japón para asegurar la estabilidad en Asia. Con Corea del Sur, deberá solucionar un conflicto territorial en el mar de Japón.
Pero lo que el público y el resto del mundo seguirá de cerca serán sus decisiones sobre la crisis económica, que pondrán a prueba su liderazgo. (FIN/IPS/tra-en/sk/ral/lp/ip/98
