Políticos, empresarios y sindicalistas discuten en Colombia las propuestas de los dos candidatos a la Presidencia para enfrentar el desempleo, que aumentó a 14,5 por ciento, un nivel sin precedentes en los últimos 13 años.
Andrés Pastrana, del opositor Partido Conservador anunció para el próximo periodo de gobierno de cuatro años la creación de un millón de empleos, si logra el triunfo en la segunda y decisiva vuelta electoral de este domingo.
Los desempleados son ahora cerca de 1,8 millones, de acuerdo con la última encuesta trimestral del Departamento Nacional de Estadísticas, difundida en mayo.
Pastrana se propone favorecer el empleo mediante una rebaja del impuesto sobre la renta que se aplicaría de manera selectiva a las empresas hasta un monto igual a 14 por ciento del gravamen total.
Por su parte, Horacio Serpa, candidato del gobernante Partido Liberal, se declaró dispuesto a reducir de 48 a 40 horas la semana laboral, sin afectar los salarios.
Serpa supone que esa medida, que aplicaría a partir del 1 de enero, crearía un cuarto turno diario de trabajo en sectores de la industria, que absorberían así, de modo gradual, a 600.000 personas.
El desempleo afectaba a 12 por ciento de la población económicamente activa en 1994, al instalarse el gobierno de Ernesto Samper, y creció 2,5 puntos hasta el mes último.
Samper aseguró que crearía 1,6 millones de empleos en sus cuatro años de gestión, pero la cantidad se redujo a la mitad, y Serpa, que fue ministro del Interior en la actual administración, admitió el fracaso de ese plan.
El ex presidente liberal Alfonso López Michelsen (1974-1978) señaló que el plan de Serpa toma de modelo iniciativas manejadas en Europa, y especialmente en Francia, donde el primer ministro socialista Lionel Jospin anunció la reducción de la semana laboral sin disminución de salarios.
Por su parte, el ex canciller Rodrigo Pardo destacó en el diario El Espectador que "más allá de la discusión puramente económica", las propuestas presentadas "marcan una frontera ideológica" entre Serpa y Pastrana.
En opinión de Pardo, si bien la reducción de la jornada laboral implica un esfuerzo para el sector productivo, en el mediano plazo puede contribuir al logro de la paz social, por lo que considera más conveniente el proyecto de Serpa.
En cuanto al plan de Pastrana, Pardo comentó que "las recetas ortodoxas, que se basan en la reducción de impuestos, son respetables. Producen resultados a corto plazo, pero con el tiempo incrementan las desigualdades sociales".
No obstante, los empresarios se inclinan por la propuesta de Pastrana, por considerar que Colombia no está tecnológicamente preparada para reducir la semana laboral en la medida en que lo propone el aspirante liberal.
Una iniciativa como la de Serpa sólo puede ser eficaz con un equilibrio macroeconómico, que exige a su vez "el adecuado manejo del frente fiscal", dijo Jaime Cabal, presidente del Consejo Gremial Nacional, que reúne a los 15 principales sectores de la producción.
En opinión de Santiago Montenegro, decano de la privada Universidad de los Andes, la propuesta del candidato oficialista "es un poco populista y merece mayor análisis, porque puede afectar la competitividad" de la producción colombiana.
Montengro también cuestionó el plan de Pastrana, de rebajar impuestos a las empresas que generen empleo, pues no explica cómo enfrentaría su gobierno el ya alto déficit fiscal, calculado en cerca de cuatro puntos del producto interno bruto.
Jorge Ortega, peresidente de la mayoritaria Central Unitaria de Trabajadores, afirmó que las propuestas de los dos candidatos "son complementarias", pero se necesitan mecanismos que garanticen su aplicación y resultados.
La semana laboral de 40 horas tiene que ser resultado de la concertación entre el gobierno, los empresarios y los trabajadores y contar con el apoyo del parlamento, para la reforma de la legislación de trabajo, observó Ortega.
Además, sería indispensable asegurar por medios concretos que no serán modificados los salarios ni otras prestaciones que perciben los trabajadores, dijo el dirigente sindical a IPS.
Ortega también advirtió que toda propuesta de desarrollo debe ser complementada "por un proceso de estabilidad política y social", para estimular las inversiones.
No sólo es necesario un acuerdo de paz entre el gobierno y los insurgentes, sino también un amplio pacto social, agregó.
El diálogo con la guerrilla figura en los compromisos asumidos por los dos candidatos a la Presidencia.
Mientras, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia y el Ejército de Liberación Nacional, las principales organizaciones insurgentes, reiteraron esta semana a Pastrana y Serpa su pedido de que concreten sus propuestas para el comienzo del diálogo de paz. (FIN/IPS/yf/ff/ip lb/98