Los mexicanos engordan y enferman del corazón y del aparato digestivo y se arriesgan a contraer cáncer a causa del campeonato mundial de fútbol, mientras el país pierde 600 millones de dólares por una caída en la productividad laboral por la misma causa.
La información proporcionada por la Asociación Mexicana de Estudios para la Defensa del Consumidor indica que durante el torneo los aficionados consumen 20 por ciento más de bebidas gaseosas, alcohol y aperitivos, así como más cigarrillos, y que pierden dos horas de trabajo efectivo cada día.
"Nuestras investigaciones demuestran que el mundial de fútbol altera los hábitos de consumo de los mexicanos, ya de por si peligrosos para la salud y la productividad en épocas de normalidad", dijo a IPS Arturo Lomelí, director de la Asociación.
Pegados al televisor durante los partidos del campeonato, que comenzó el día 10 y finalizará el 12 de julio, a millones de mexicanos les gusta consumir mientras tanto los tradicionales "antojitos", gaseosas, una cerveza o tequila y cigarrillos.
El consumo de esos productos aumenta y la jornada de trabajo llega a interrumpirse tres o cuatro horas al día cuando juega la selección nacional, que este jueves pasó a la segunda ronda del Campeonato, lo que desató una euforia colectiva que dejó decenas de detenidos y heridos.
En las oficinas públicas no hay prácticamente atención al público cuando se desarrollan los partidos. Allí, 86 por ciento del millón de funcionarios padecen obesidad y tienen una vida sedentaria, según el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales del Estado.
México, el mayor consumidor de bebidas gaseosas del mundo luego de Estados Unidos, sufre altos índices de obesidad y enfermedades del corazón y el aparato digestivo.
"A pesar de tener un alto porcentaje de pobres, México registra problemas de salud y consumo propios de los países ricos, lo que se agrava con fenómenos colectivos como el mundial de Francia", expresó Lomelí.
Los mexicanos, 40 por ciento de los cuales puede considerarse gordo y 30 por ciento sufre presión alta o exceso de colesterol, gastan al año 9.000 millones de dólares en bebidas gaseosas y 3.600 millones en cigarrillos.
Los médicos atribuyen a los desórdenes alimenticios el hecho de que 40 por ciento de la población urbana sufre problemas estomacales. Las autoridades registran cada año 300 millones de infecciones intestinales.
La Asociación Mexicana de Estudios para la Defensa del Consumidor asegura que en "alimentos chatarra e industrializados, alcohol, botanas (aperitivos) y cigarrillos", se gastan en el país 36.600 millones de dólares anuales, 2.272 millones más que en alimentos naturales ricos en proteínas.
"Los alimentos industrializados representan hoy 50 por ciento del total de alimentos y bebidas que consumimos y en un futuro próximo serán 80 por ciento", advierte la Asociación.
Este tipo de productos son escasos en vitaminas, pasan un proceso de excesivo refinamiento y blanqueado y son combinados con aditivos para colorearlos, conservarlos, modificar su apariencia y "maquillarlos", añade.
Se calcula que se utilizan más de 5.000 aditivos en los alimentos industrializados y que un consumidor adulto ingiere anualmente cuatro kilos de esas sustancias.
"Muchos aditivos son inocuos, pero otros pueden causar alergias, desórdenes mentales, fatigas, tumores y cánceres", apuntó Lomelí.
Pero el consumo de sustancias peligrosas no es el único problema que se agrava en estas semanas a causa de la Copa Mundial de Fútbol. También aumentan los fraudes contra los consumidores.
Un análisis realizado las últimas semanas por la Universidad Intercontinental de siete de los sorteos propios de la época, en los que se ofrece viajes a Francia, automóviles y otros regalos, indica que al menos dos pueden considerarse fraudulentos.
Lomelí afirma que quienes sacan la mejor tajada durante el Mundial son los canales de televisión y de fábricas que producen cigarrillos, botanas y gaseosas. Se estima los ingresos de estos sectores aumentarán más de 35 por ciento en el mes que dura la competencia. (FIN/IPS/dc/mj/dv he/98