El nuevo presidente de Indonesia, Bacharuddin Jusuf Habibie, designó hoy un gabinete de reformas, intentando enviar las señales políticas correctas tras la renuncia el jueves de Alí Suharto después de 32 años en el poder.
Pero los analistas afirman que las perspectivas de un cambio genuino son inciertas, y aguardan para ver si Habibie logrará seguir un camino diferente al de su mentor y ex presidente.
Habibie, que asumió la presidencia el jueves inmediatamente después del retiro de Suharto, dijo que el nuevo gabinete "tomará medidas activas para recuperar el motor del crecimiento que se detuvo y privó a los más pobres".
Mientras, se produjeron enfrentamientos en Yakarta entre grupos de estudiantes que reclaman el retiro de Habibie por considerarlo un seguidor de Suharto y quienes buscan darle una oportunidad.
El nuevo gabinete, integrado por rostros viejos y nuevos, es el segundo en Indonesia desde marzo, cuando Suharto designó un nuevo equipo tras ser nombrado para un séptimo mandato de cinco años.
"Este gabinete estará comprometido para erradicar la corrupción, el nepotismo y otras prácticas de ineficiencia", dijo Habibie, de 61 años, ingeniero formado en Alemania y ex ministro de investigación y tecnología.
Habibie retiró del gabinete a las dos figuras más visibles nombradas por Suharto, su hija Siti Hardiyanti Rukmana y su confidente y millonario de la madera Mohammad "Bob" Hasan.
Pero, aunque intentó presentar un gabinete diferente, Habibie se refirió repetidamente a la ideología de Estado que Suharto promovió durante tres décadas.
El líder musulmán y reformista Amien Rais dijo que cuestiona varios nombres en el gabinete, "pero creo que debemos darle una oportunidad para que trabaje".
Rais, presidente de la organización musulmana Muhammadiyah, de 28 millones de integrantes, dijo que el gabinete deberá dar muestras de credibilidad en seis meses, un cronograma que según otros observadores es suficiente para juzgar al gobierno de Habibie.
Los líderes estudiantiles, factor clave en las manifestaciones de protesta que aceleraron la caída de Suharto, hicieron un llamado a una sesión de la Asamblea Consultiva Popular, para que decida la decisión de nuevas elecciones y reemplace a Habibie.
"Habibie será el segundo desastre", se leyó en una de las nuevas pancartas exhibidas en las calles de Yakarta.
Entre los rostros viejos del gabinete de Habibie se encuentran Ginanjar Kartasasmita, ministro de coordinar de Economía e Industria, quien había conducido las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI) en los últimos meses.
Su permanencia busca dar el mensaje de que Indonesia está comprometida con las reformas asumidas con el paquete de rescate financiero de 43.000 millones de dólares liderado por el Fondo Monetario Internacional (FMI), y el deseo de lograr cierto grado de estabilidad económica.
Pero la violencia y los disturbios en las calles de todo el país indican que el camino a la estabilidad no será fácil.
La semana pasada más de 500 personas murieron en saqueos e incendios en Yakarta, tras una semana de intensas protestas contra el levantamiento de subsidios al combustible y el transporte decicido por Suharto en cumplimiento del acuerdo con el FMI.
El FMI se ha retrasado en la entrega de los próximos 1.000 millones de dólares del paquete de ayuda a Indonesia. Tras la renuncia de Suharto el jueves, el vicedirector gerente del FMI, Stanley Fischer, dijo que la institución no será capaz "de avanzar hasta que se aclare la situación política".
Las medidas de austeridad prescritas por el FMI tuvieron un papel esencial en el agravamiento de las dificultades económicas de los Indonesios, muchos de los cuales se sumaron a los disturbios en protesta por el aumento de los precios.
La inflación en Indonesia alcanzó casi 40 por ciento en marzo, y el desempleo saltó a casi 10 por ciento en este país de 200 millones de personas.
Para proyectar la seriedad de la reforma económica, Habibie separó el puesto de gobernador del banco central del gabinete porque la institución financiera "debe ser totalmente independiente, libre de la interferencia del gobierno o cualquier partido".
Otros que permanecieron en el gabinete fueron el diplomático Alí Alatas como ministro de Relaciones Exteriores, Hartato en la cartera de Reforma Administrativa, Akbar Tanjung como ministro de Estado y secretario de Estado, y Haryono Suyono en Bienestar Social y Alivio de la Pobreza.
Las figuras militares también mantienen un papel dominante, con el general Wiranto en su posición de jefe de las fuerzas armadas y ministro de Defensa.
En un intento de ampliar el círculo más allá del partido gobernante y los militares, Habibie nombró a varios académicos, profesionales y miembros de organizaciones no gubernamentales (ONG) el nuevo gabinete.
Entre ellos, al economista Marzuki Usman, el activista de ONG Adi Sasono, el economista Fahmi Idris y el profesor Juwono Sudarsono. (FIN/IPS/tra-en/ky/js/lp/ip hd/98
