MERCOSUR-EUROPA: Acuerdo de referencia que trasciende el comercio

El Mercosur y la Unión Europea (UE) comenzarán antes del 2000 una negociación para establecer una zona de libre comercio caracterizada como proyecto político con un valor de referencia universal que trasciende lo comercial.

Un acuerdo marco de cooperación entre los bloques más fuertes de ambos continentes fue el punto de partida en 1995 para un proceso que el vicepresidente de la Comisión Europea, Manuel Marín, espera que tenga su punto culminante en 1999 cuando podrá comenzar una negociación por una zona de libre comercio.

Para Marín las negociaciones entre el Mercosur (Mercado Común del Sur, bloque integrado por Argentina, Brasil, Chile, Paraguay y Uruguay) y la UE van más alla de lo que surge de un acuerdo comercial porque este es "un proyecto político con un valor de referencia".

La cooperación genera la estabilidad política, económica y financiera necesaria por todos los participantes del proceso, dijo Marín el lunes en una reunión con periodistas que participan en un seminario organizado por la agencia Inter Press Service (IPS) con el apoyo de la Comunidad Europea.

El Mercosur tiene la capacidad de articular el proceso de unión de toda América Latina y por esa razón la UE auspicia un acuerdo entre el bloque sudamericano y la Comunidad Andina (Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela) y con México, argumentó Marín.

Para el funcionario europeo, el Mercosur ha demostrado una gran madurez. Puso como ejemplo el respaldo a Brasil cuando en noviembre debió aumentar tres puntos porcentuales el arancel externo común (AEC).

Aunque esa medida generó reacciones, no se registraron ataques "ideologizantes", lo que marca la credibilidad del bloque sudamericano, comentó Marín a los periodistas.

Marín consideró un hecho relevante la incorporación plena de Chile al Mercosur, acordada por los presidentes del Mercosur reunidos el lunes en Montevideo.

Durante el primer semestre de 1998, bajo la presidencia británica en la UE y de Argentina en el Mercosur, "llegará la verdad", pues en ese lapso se hará una "fotografía" de ambos bloques sobre los sectores que han decidido trabajar.

A partir de junio, con la presidencia de Austria en la UE y de Brasil en el Mercosur, comenzarán las negociaciones internas para definir el mandato que tendrá la UE para negociación final con los sudamericanos, explicó Marín.

Este proceso deberá culminar en 1999 con la presidencia alemana en la UE, probablemente durante una cumbre entre la UE y América Latina, aún sin fecha establecida, que se realizará en México o en Rio de Janeiro, ciudad que tiene el respaldo del Mercosur, agregó.

A partir de ese momento comenzara una fase de negociación para establecer el libre comercio en un plazo de 10 años.

Según Marín, esas "fotografías" sobre 10 estudios sectoriales demostrarán que varios fantasmas y mitos que se imaginaron sobre eventuales incompatibilidades no existen.

Como ejemplo mencionó el capítulo agrícola "uno de los más sensibles", ya que van a aparecer otros sectores sensibles para equilibrar perfectamente la negociación.

El diálogo de Marín con los periodistas se produjo en un despacho del presidente uruguayo Julio Sanguinetti, quien acotó que la incorporación de Chile también debe valorarse porque le da al Mercosur una apertura hacia el Pacífico que además es un país de porte intermedio.

La referencia del mandatrio uruguayo aludió a la relación entre los dos gigantes del Mercosur (Argentina y Brasil) con relación a los pequeños Paraguay y Uruguay.

Al considerar otras negociaciones, Marín señaló que las relacionadas con el Area de Libre Comercio de las Américas (ALCA) no deben considerarse competitivas con la UE sino complementarias.

Al referirse al "fast-track" (vía rápida) reclamada por el presidente de Estados Unidos, Bill Clinton, al Congreso de su país para negociar sin su aval en el ALCA marcó una diferencia con las naciones europeas.

La UE tiene mecanismos burocráticos que determinan una demora en la adopción de decisiones, pero cuando las toma no da marcha atrás, lo que genera una gran seguridad, enfatizó Marín.

Sanguinetti dijo que las negociaciones sobre el ALCA se llevarán adelante "hasta donde podamos" y aclaró que éstas tienen sentido con o sin la vía rápida aunque, dijo, tendría más contenido con ese mecanismo.

Durante la reunión también existieron referencias a la estabililidad institucional del Mercosur. Sanguinetti expresó que no existen dificultades institucionales, porque todo país que no tenga un gobierno democrático no puede pertenecer el bloque.

Interrogado sobre una eventual inestabilidad política generada en Paraguay por el precandidato presidencial el general Lino Oviedo, Sanguinetti expresó su preocupación, pero dijo que anhela "un final de juego institucional sin quiebres". (FIN/IPS/rr/mj/if ip/97

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