HAITI: Dimisión de Smarth amenaza precipitar crisis institucional

La incertidumbre prevalece en Haití tras la súbita renuncia del primer ministro Rosny Smarth, y una crisis institucional se vislumbra en el horizonte, advirtieron analistas y empresarios.

Smarth, que estuvo 15 meses al frente del gobierno, presentó el lunes su dimisión en una sesión especial de la Cámara de Diputados.

Su administración había sido cuestionbada con dureza por organizaciones civiles y especialmente, por dirigentes de Fanmi Lavalas, el partido político del ex presidente Jean-Bertrand Aristide.

El renunciante primer ministro admitió que su gestión no estuvo a la altura de las expectativas de la opinión pública y destacó la necesidad de nuevas estrategias de gobierno.

"Todos los grupos representativos de la sociedad deben movilizarse y asumir su responsabilidad ante el difícil momento que vive nuestro país", declaró Smarth.

También censuró a quienes "critican sin presentar nuevas alternativas", y al Consejo Electoral Provisorio por su actuación en la primera ronda de las elecciones legislativas y municipales, realizada el 6 de abril.

Su retirada siguió a la resistencia de algunos sectores políticos a aceptar la institucionalización del proceso democrático, observaron algunos analistas.

El presidente René Préval debe elegir ahora entre la letra estricta de la Constitución, que faculta al partido mayoritario en el parlamento a designar primer ministro, o buscar una vía de consenso entre sectores ahora enfrentados.

También puede instalar en el gobierno a alguno de sus hombres de confianza, observaron los comentaristas.

El consenso político podría ser inalcanzable, dada la profundidad de las diferencias entre los partidos. La tensión entre la Organización Política Lavalas (OPL), de Smarth, y los seguidores de Aristide, no parece haber cedido por la renuncia del primer ministro.

Los analistas creen que se reabrirá el debate sobre las reformas económicas que ha impulsado la OPL.

El ministro de Economía, Fred Joseph, aseguró que el cambio de gobierno no tendrá impacto importante en el programa de reformas, pero la dimisión de Smarth fue recibida con pesismismo por la comunidad empresarial.

"Nos encaminamos a una crisis institucional. El próximo primer ministro deberá tener el respaldo de la OPL, que aceptó las reformas económicas lanzadas por el presidente Préval", dijo un empresario.

"Las referencias a daños sociales causados por las reformas parecen broma, dado que ningún capítulo de ese programa está todavía en vigor", agregó. Pero la fuente admitió que el aumento de la inflación afecta los salarios, "a los que no es posible incrementar adecuadamente".

"Creo que las declaraciones del primer ministro ilustran la magnitud de la crisis. Las políticas del gobierno no han alcanzado las metas fijadas", comentó Victor Benoit, del opositor Partido Congreso Nacional de Movimientos Democráticas (Conamcom, de orientación socialdemócrata).

Smarth "reconoció que estamos en presencia de una crisis de gobernabilidad", dijo Benoit, cuyo partido se rehusó a participar de las elecciones, en protesta por los problemas de organización atribuidos al Consejo Electoral Provisorio.

Los observadores creen que la dimisión del primer ministro tendrá impacto en la segunda vuelta de las elecciones legislativas y municipales, a realizarse el próximo domingo.

Candidatos, dirigentes políticos y líderes de la comunidad internacional han solicitado la anulación de la primera ronda, o en su defecto, modificaciones en la organización de la instancia de votación del domingo. (FIN/IPS/tra-en/imc/sz/mk/ff/ip/97

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