Organizaciones no gubernamentalas (ONG) preparan en Sudáfrica una campaña por la condonación de la deuda externa acumulada por el régimen segregacionista eliminado en 1994, que obstruye el desarrollo del país.
El servicio de la deuda externa, calculado en el presupuesto para 1997-1998 en 8.800 millones de dólares, es el segundo componente del gasto de Sudáfrica, después de la educación.
El no gubernamental Centro Alternativo para la Información y el Desarrollo (AIDC), radicado en Ciudad de El Cabo, destacó que la mayoría negra está obligada a pagar deudas contraídas por el sistema que la oprimía.
El AIDC advirtió que la Comisión de Verdad y Reconciliación, integrada para investigar los crímenes del apartheid, ha cerrado los ojos ante las compañías extranjeras, los inversionistas y los gobiernos occidentales que de una u otra manera respaldaron el régimen racista.
"La Comisión no cumplirá cabalmente su tarea si no presta atención al financiamiento recibido por el apartheid, que proporcionó los medios y la oportunidad para las graves violaciones de derechos humanos perpetradas en Sudáfrica y fuera de sus fronteras", observó el AIDC.
"El crédito (externo) fue decisivo para financiar un sistema que negaba a la mayoría de los sudafricanos sus derechos humanos y que les confiscó tierras y viviendas", agregó.
La deuda externa de Sudáfrica se sitúa en 71.000 millones de dólares y se proyecta su aumento a 110.000 millones para comienzos de la próxima década.
Varias ONG comenzarán a fines de este mes una campaña contra la "odiosa deuda", informó Brian Ashley, del AIDC. Los promotores de la campaña proyectan presentar sus argumentos especialmente al Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional.
El debate en Sudáfrica sobre el recorte de la deuda discurre sobre las mismas líneas que en todo el Sur: es necesario para lograr el desarrollo sustentable. Pero también se invoca la llamada doctrina de la "deuda odiosa".
La doctrina de la deuda odiosa fue aplicada en 1923, cuando el Royal Bank of Canada intentaba hacer efectivos saldos acreedores ante el gobierno democrático de Costa Rica.
Las autoridades costarricenses no pagaron esa deuda, arguyendo que había sido acumulada por un dictador, y no por la sociedad.
Deuda "odiosa" es la que fue contraída por un poder despótico sin necesidad ni en interés del Estado, sino sólo para fortalecerse, para reprimir a la población, según la doctrina.
"Los acreedores cometieron un acto hostil a la sociedad", al apoyar financieramente el régimen del aprtheid, "y no pueden esperar luego que una nación libre del despotismo se haga cargo de una deuda odiosa del poder" anterior, sostienen los organizadores de la campaña.
El apartheid fue declarado crimen contra la humanidad por la Organización de Naciones Unidas y la Corte Internacional de Justicia.
Según el AIDC, las naciones e instituciones financieras que colaboraron con créditos con el aparheid deben condonar deudas de Sudáfica como forma de reparación.
Christelle Terreblanche, de la Comisión de Verdad y Reconciliación, informó que el cuerpo está dispuesto a escuchar al AIDC.
El gobierno y el sector financiero privado de Sudáfrica se sirven de fondos de pensión y de la emisión de títulos y acciones para financiar el servicio de la deuda.
El criterio predominante entre economistas y empresarios sudafricanos es que la deuda debe honrarse, para mantener la calificación del país ante los financistas internacionales.
La argumentación de quienes proponen suspender el pago de la deuda "es de fácil comorensión", pero las implicancias de esa medida "serían negativas", advirtió el economista Jim Buys, de Business South Africa.
Sudáfrica ha renunciado al rescate de préstamos concedidos a Namibia, un país fronterizo cuyo movimiento independista fue combatido por el régimen del apartheid que imperaba en Pretoria. y combatió el movimiento indpendentista.
"Gran parte de la deuda interna y externa de Sudáfrica fue contraída por el régimen del apartheid y debe ser declarada odiosa y cancelada", dijo el arzobispo de Ciudad de El Cabo, Njongonkulu Ndungane, uno de los promotores de la campaña. (FIN/IPS/tra-en/gm/kb/ff/if/97