Empresarios y gobiernos de Bolivia y Venezuela iniciarán una nueva fase en su relación económica durante una gran rueda de negocios que se inagurará el lunes en esta capital, la primera a ese nivel de los dos socios andinos.
Ana María Solares, jefa del Programa de Cooperación Andino con Bolivia de la Junta del Acuerdo de Cartagena (Junac), el órgano técnico del bloque subregional con sede en Lima, dijo a IPS que la nueva vinculación binacional tendrá una segunda parte en septiembre en la nación altiplánica.
La funcionaria andina precisó que la rueda de negocios y otros encuentros que convertirán a Caracas en capital boliviana por una semana, no busca sólo establecer oportunidades de negocios, sino promover alianzas estrategicas entre grupos de los dos países.
Solares, de nacionalidad boliviana, dijo que a Caracas llegan 30 representantes de los sectores claves en su país, pero también el presidente de la Confederación Empresarial, Javier Lupo, el líder de la Asociación de Exportadores, Aldemar Guzmán, y la cúpula empresarial de la industrial Santa Cruz.
También reforzará políticamente la misión el vicencanciller y representante plenipotenciario en el bloque andino Víctor Rico, mientras que por la parte venezolana la recepción será al máximo nivel, con encuentros con el presidente Rafael Caldera, ministros y la Federación de Cámaras del empresariado local.
Solares, coordinadora de la iniciativa, indicó que los sectores que participan en la rueda de negocios incluyen el muy fuerte de la soya y sus derivados, la madera, cueros, textiles, industria alimentaria, farmaceútico, químico y de aceites industriales y comestibles.
Precisó que al menos 140 empresas venezolanas se apuntaron hasta ahora para tener intercambios con los empresarios bolivianos, con interes en aprovechar la complementariedad mutua y los beneficios del mercado liberalizado andino.
El interés boliviano en los productos venezolanos se concentra en los sectores siderúrgico, de la construcción, maquinaria, vidrios y plásticos, detalló la funcionaria.
La Comunidad Andina está conformada por Bolivia, Colombia, Ecuador y Venezuela, tras el anunciado retiro de Perú del bloque el 11 de abril, que aún no ha sido oficializado y que una comisión trata de evitar en un plazo que culmina el 30 de junio.
Bolivia tiene un trato especial dentro del bloque como nación de menor desarrollo relativo y de ahí la existencia de un programa de apoyo, para tratar de vencer las asimetrías andinas.
Solares puntualizó que Bolivia y Venezuela no han aprovechado hasta ahora los beneficios de la zona de libre comercio andina, ni el arancel comunitario frente a importaciones del resto del mundo, y su intercambio es marginal.
Las exportaciones de Venezuela a Bolivia representan apenas 0,01 por ciento de su total, un porcentaje similar al de las ventas bolivianas hacia este país. "Hay una complementariedad no usada", sintetizó.
La funcionaria admitió que existe un obstáculo crónico para una corriente comercial dinámica, como es el del transporte, ya que los dos países se encuentran geográficamente en cada uno de los extremos del grupo andino y separados por la inmesidad brasileña.
Pero detalló que el transporte no ha impedido una multiplicación de las relaciones comerciales entre Colombia y Bolivia, en franca expansión en los últimos años.
Solares consideró que hay muchas posibilidades de alianzas estratégicas a nivel empresarial, porque Bolivia tiene la ventaja de ser un país puente o bisagra entre el bloque andino y el del Mercado Común del Sur (Mercosur), formado por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay.
Bolivia y el Mercosur alcanzaron un acuerdo de desgravación progresiva y asimétrica, que comenzó a operar en abril y que conto con la previa aprobación de los demás socios andinos.
Los otros tres socios activos andinos mantienen una negociación en bloque con el Mercosur para establecer la liberalización progresiva de los bienes transables, que esperan culminar entre septiembre y octubre, y a cuyos acuerdos se plegaría La Paz posteriormente.
Si germina una nueva dinámica entre los dos países, ambos se harían más atractivos para la inversión extranjera, ya que crecen las transnacionales que se instalan en un país andino para producir para todo el bloque o diseminan la fase industrial, de mercadeo y otros segmentos en sus diferentes naciones. (FIN/IPS/eg/dg/if/97
