NICARAGUA: Ex "contras" entregarán armas a fines de mayo

El principal grupo armado de Nicaragua, el Frente Norte 3-80, ligado a los ex contrarrevolucionarios antisandinistas, aceptó desmovilizarse y firmar un acuerdo de paz con el gobierno a fines de mayo.

A cambio de la entrega de su armamento los irregulares obtuvieron garantías en relación a su seguridad física, la entrega de tierras cultivables para conformar polos de desarrollo y la investigación de crímenes que quedaron en la impunidad.

Fracasaron en cambio en sus exigencias de que fuera reformado el Código Militar, se redujera el tamaño de las Fuerzas Armadas y se removiera a loss altos mandos del Ejército y la policía.

Los preacuerdos entre el grupo y el gobierno, firmados el viernes en Matagalpa, ciudad ubicada a unos 130 kilómetros al Norte de la capital, deben ser ratificados entre el 20 y el 25 de mayo.

«Estamos satisfechos con los acuerdos parciales, ya que se fijó la fecha definitiva para el desarme y la desmovilización», dijo Sergio Caramagna, jefe de la Comisión Internacional de Apoyo y Verificación, adscrita a la Organización de Estados Americanos.

«Es una señal muy positiva para toda la sociedad nicaragüense, y en especial para todas las comunidades rurales que han sufrido el fenómeno de la posguerra», añadió.

Desde hace más de veinte años, el norte del país no ha dejado de ser escenario de combates, primero en el marco de la lucha insurreccional sandinista y luego del combate de los grupos contrarrevolucionarios antisandinistas.

En mayo de 1990, más de 22.000 "contras" depusieron las armas tras firmar una serie de acuerdos con el gobierno de Violeta Barrios de Chamorro, que sucedió a los sandinistas en el poder desde 1978.

Esos pactos estipulaban, entre otros puntos, la entrega de tierras y préstamos productivos a los ex combatientes de ambos bandos (sandinistas y contrarrevolucionarios).

Entre los ex "contras", sólo 8.800 (40 por ciento del total) recibió efectivamente tierras y apenas 2.000 se vieron beneficiados con títulos de propiedad, sin los cuales no pueden recibir créditos.

Organismos de derechos humanos de tendencia derechista recibieron entre 1990 y 1995 más de 250 denuncias de familiares de ex contras que habrían sido asesinados por presuntas razones políticas.

El incumplimiento de las promesas gubernamentales llevó en 1991 a un grupo de ex "contras" a rearmarse. Su organización más numerosa y beligerante fue el Frente Norte 3-80, integrado por unos 300 combatientes, según cifras extraoficiales.

También permanece en armas el Frente Unido Andrés Castro, de unos 60 efectivos, integrado por ex miembros de las Fuerzas Armadas sandinistas, igualmente insatisfechos con la actitud del gobierno.

El Ejecutivo se negó a aceptar los reclamos del Frente Norte 3-80 de reformar la ley militar, al ser esa una atribución del parlamento, y cambiar a las jerarquías del Ejército y la policía, que estarán en sus puestos hasta el 2000, año en el cual será el presidente de la república quien designe a sus sucesores.

Rechazó también una nueva reducción del total de efectivos de las Fuerzas Armadas, cuyo "tamaño actual corresponde a las necesidades del país", según dijo un vocero castrense a IPS.

Entre 1990 y 1994 el gobierno conservador de Violeta Chamorro ya había reducido de 80.000 a 15.000 el total de soldados.

En cambio, el Ejecutivo aceptó reabrir el caso de la muerte del ex coronel Enrique Bermúdez, líder de la ex contra en los años 80 y ligado en el pasado a la dictadura de Anastasio Somoza. (FIN/IPS/rf/dg/ip/97

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