MERCOSUR: Argentina se endurece frente a Brasil

Tras las críticas de empresarios argentinos que ven en la postura oficial de su país un símbolo de debilidad frente a Brasil, el gobierno de Argentina aceptó endurecerse ante el socio mayor y reclamar que se excluya al Mercosur de las restricciones a las importaciones.

A dos días del inicio de la reunión del Grupo Mercado Común, que sesionará jueves y viernes en Asunción con la presencia de cancilleres y ministros de Economía, los negociadores volvieron a las fuentes: estudian el Tratado de Asunción para ver cuándo y dónde fue vulnerado por Brasil.

La reunión de ministros desembocará en una cumbre de presidentes de Argentina y Brasil, que se realizará el día 26 en Río de Janeriro. Esa sería la oportunidad para limar las asperezas que persistan entre los dos socios más beligerantes del bloque de comercio.

La cancillería argentina sostiene que en la teoría, el tratado repudia las restricciones de naturaleza financiera que tendrían un ejemplo práctico en las medidas que decidió Brasil de manera unilateral a fines de marzo para limitar las importaciones de todos los países, incluídos sus socios.

La decisión fue adoptada por el Banco Central de ese país, y consistió en eliminar el financiamiento de las importaciones, una estrategia que fomentaba las compras externas. Argentina vende a Brasil por 6.000 millones de dólares anuales. En los últimos años se convirtió, Brasil en su primer cliente.

Si bien el perjuicio recaería apenas sobre un volumen de comercio de 100 millones de dólares, la mayoría de los analistas consideraron que lo grave del contencioso fue la unilateralidad en la adopción de la medida, un comportamiento que restaría credibilidad al bloque frente a inversores externos.

Ante las quejas de los socios del Mercosur, Brasil aceptó mantener la medida por 120 días y luego revisarla. Sólo se exceptuaron las operaciones menores a 40.000 dólares a las que se permitió un período de financiación máximo de 89 días.

Pero el Ministerio de Economía de Argentina considera necesario que Brasil elimine ya mismo y por completo las medidas, para beneficio de los países del Mercosur.

El gobierno argentino se caracterizó siempre por una postura negociadora frente a Brasil. Aún en períodos conflictivos, el gobierno tradicionalmente actuó como muro de contención del malestar empresario frente a medidas inconsultas o perjudiciales del hermano mayor del bloque.

Así fue cuando Brasil adoptó un régimen automotor especial sin consultar con sus socios, o cuando se dispuso medidas restrictivas a las compras de alimentos, o cuando aceptó los incentivos que los estados ofrecían a las inversiones automotrices que allí se radicaran.

Sin embargo, esta vez la posición oficial se hizo más dura y pareció dar la razón al sector privado. Los empresarios protestaron fuertemente y hasta hubo presiones para que renuncie el secretario de Industria, Alieto Guadagni.

Guadagni, que fue embajador argentino en Brasil, es uno de los negociadores del Mercosur.

Los empresarios consideraron que Guadagni no asumió una posición dura frente a Brasil luego que el gobierno de ese país adoptara las últimas medidas.

En contraste, elogiaron las críticas del embajador argentino en Brasilia al presidente del Banco Central de Brasil, que le valieron un reto de la cancillería.

El embajador Diego Guelar se burló de la baja estatura del presidente de la entidad estatal bancaria brasileña y atribuyó a esa condición su presunta arrogancia al decidir eliminar la financiación de importaciones sin consultar con su gobierno.

La cancillería llamó a Guelar a Buenos Aires y, en el mismo día en que el diplomático era apercibido por sus superiores, la Unión Industrial Argentina lo condecoraba por su firmeza al defender los intereses de la empresa nacional que, a su entender, podría quedar sometida al poderío industrial brasileño.

Guadagani ahora considera necesario "respetar el Tratado de Asunción" allí donde el documento especifica que el bloque es un espacio común donde debe existir "absoluta libertad de comercio".

El canciller Guido Di Tella, preparado para la cita de Asunción, ya advirtió que Argentina adoptará una postura "categórica" para preservar el marco normativo del Mercosur, aunque advirtió que se hará "en un clima de cordialidad que descontamos". (FIN/IPS/mv/dg/if/97)

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