FINANZAS: FMI amplía su mandato, pero no sus recursos

El Fondo Monetario Internacional (FMI) recibió el mandato adicional de promover el libre flujo de capitales entre sus estados miembros, pero no logró el aumento de sus recursos.

El FMI ya tenía la misión de acabar con los controles de cambio y ahora hará "lo mismo" en materia de transacciones de cuenta de capital, destacó el director gerente del organismo multilateral, Michel Camdessus.

La decisión fue tomada el lunes en Washington por el comité ministerial del FMI, conocido como el "comité interino", al finalizar su periodo de sesiones de la primavera boreal.

Pero el comité interino "no logró mayores progresos" en dos asuntos clave: la ampliación del capital del FMI y de las facilidades de sobregiro de los bancos centrales, puntualizó el presidente del comité, Philippe Maystadt, ministro de Finanzas de Bélgica.

El FMI pretende aumentar su capital para fortalecer su asistencia a la balanza de pagos de los países empeñados en programas de ajuste estructural.

Pero los estados miembros no se pusieron de acuerdo en la magnitud del proyectado incremento de los recursos para créditos del FMI, situados actualmente en 200.000 millones de dólares, ni tampoco en la distribución por país del consiguiente aumento de cuotas.

Se trata de un asunto pendiente desde la reunión del FMI de 1994 en Madrid. El consejo ejecutivo debe lograr acuerdo en la materia para la próxima resunión anual, a realizarse en septiembre en Hong Kong.

Camdessus señaló que la economía mundial creció en gran medida desde el ultimo incremento de cuotas, decidido en 1992, y sugirió un alza de 55 a 65 por ciento. Alemania, Canadá, Estados Unidos y Gran Bretaña consideran excesivo ese aumento, y pretenden limitarlo a 45 o 50 por ciento.

Persiste también el problema de la distribución de la carga del aumento. Los países en desarrollo temen que su voto en el consejo ejecutivo del FMI pierda fuerza como resultado de la revisión del régimen de cuotas.

El mundo en desarrollo desea que la participación de cada país como accionista del FMI se mantenga en proporción con las cuotas actuales, y Maystadt aseguró que ese es el criterio de la mayoría.

Pero miembros influyentes del comité interino, y especialmente Japón, son partidarios de una asignación más selectiva, de acuerdo con la importancia de cada nación en la economía mundial.

Ese criterio de asignación de cuotas favorecería a su proponente, Japón, y a Alemania, Austria, España y otros seis países.

Una discusión similar rodea el proyecto de emisión de derechos especiales de giro (DEG), un mecanismo de sobregiro creado para asistir a los bancos centrales en caso de súbito desequilibrio comercial o de huida de capitales.

Un DEG equivale a 1,40 dólares, y el usuario paga una tasa de interés habitualmente reservada para los países considerados altamemte solventes.

Los DEG fueron emitidos originalmente en proporción a la cuota de cada estado miembro. Pero unas 30 naciones se han incorporado al FMI desde la última asignación de DEG, en 1981.

Camdessus propuso en 1994 una asignación general de 36.000 millones de DEG, pero su propuesta fue rechazada por el Grupo de los Siete países más ricos del mundo (G-7), que pretendían limitar la emisión a 16.000 millones de unidades de cuenta.

El G-7 también sugirió destinar la emisión a los nuevos miembros del FMI, principalmente, a las repúblicas ex soviéticas.

La diferencia se limita ahora a 2.400 millones de DEG, informó Maystadt. Camdessus redujo su pedido a 22.400 millones, y el G-7 elevó su contrapropuesta a 20.000 millones. Los países en desarrollo consideran que el ofrecimiento de Camdessus es el mínimo aceptable.

En cuanto a la promoción de la liberalización de la cuenta de capital, provocó inquietud entre naciones en desarrollo, especialmente entre aquellos de moneda débil y economía vulnerable a la fuga de capitales.

En lo que pareció ser una concesión a los países pobres, el comunicado final del comité interino recomienda que el FMI se maneje con "suficiente flexibilidad" para facilitar la adaptación general al nuevo régimen.

Así mismo, Camdessus reconoció que la anunciada integración monetaria europea podría provocar inestabilidad financiera internacional y complicar las relaciones entre el FMI y sus miembros europeos.

Al respecto, el Fondo ha recomendado a Europa que realice su integración monetaria gradualmente y con cautela. (FIN/IPS/tra- en/aa/jl/ff-aq/97

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