El sector azucarero tendrá que "levantar cabeza" o podría frenar la recuperación económica en Cuba tras seis años de crisis, alertó este lunes la Central de Trabajadores (CTC).
Si la "situación no se resuelve cuanto antes, el sector azucarero puede convertirse en un impedimento para el proceso de recuperación económica del país", afirmó un editorial del semanario Trabajadores, órgano oficial de la CTC.
Según el rotativo, "para recuperar de verdad la agroindustria azucarera es indispensable la renovación de gran cantidad de plantaciones maltrechas cuyos rendimientos son tan bajos que su cosecha y molida" no pueden ser costeados.
"La mala calidad de la siembra, con su secuela de deficiente germinación, y el enyerbamiento prolongado de las plantaciones" aparecen como las causas principales de los bajos rendimientos de los campos de caña de azúcar.
Informes de prensa aseguran que a finales de la primera quincena de este mes se encontraba enyerbada cerca de 11 por ciento de las plantaciones de caña de azúcar, situación que atenta fuertemente contra los rendimientos.
La mayoría de las 154 factorías azucareras existentes en la isla se mantenían moliendo para esa fecha, pero durante los primeros quince días del mes los ingenios reportaron una explotación de sus capacidades de 70 por ciento.
Fuentes oficiales cubanas anunciaron el pasado año que la zafra 1996-1997 debe cerrar con la producción de 4,5 millones de toneladas de azúcar, ligeramente superior a las 4,45 logradas durante la campaña 1995-1996.
Pero los inconvenientes salieron a la luz en marzo cuando las autoridades reconocieron que "el mes más grande" de la zafra azucarera no cerró como debía y que sería necesario trasladar los esfuerzos a abril.
Contra el propósito oficial de lograr "una campaña corta y eficiente", conspiraron desde 1996 condiciones climáticas desfavorables, como el paso del huracán Lili, que afectó miles de hectáreas de caña.
El vicepresidente Carlos Lage reconoció, en marzo, que la ley estadounidense Helms-Burton, que refuerza el bloqueo contra Cuba, provocó el retraso del financiamiento externo concertado para garantizar la zafra.
La extensión tardía de los préstamos, estimados en unos 350 millones de dólares, la llegada fuera de tiempo de los insumos y los atrasos en el inicios de la cosecha conspiraron contra los pronósticos oficiales.
La convocatoria al quinto congreso del gobernante Partido Comunista para el 16 de octubre, llamó a "luchar" por "la terminación con el mejor resultado posible, en medio de las posibilidades surgidas, de la actual zafra azucarera".
El azúcar, que encabeza la lista de productos tradicionales cubanos para la exportación, pasó de representar 50 por ciento de las ventas al exterior en la pasada década a 38 en 1993.
La crisis económica que afecta al país caribeño desde 1990, tocó fuerte en la agroindustria azucarera que registró un descenso desde 8,4 millones de toneladas del dulce ese año hasta 3,3 millones en 1993.
Fuentes oficiales reconocen que la inyección de capital extranjero en la zafra 1995-1996, superior a los 300 millones de dólares, permitió el salto productivo de 3,3 millones de toneladas de azúcar a 4,45 millones.
"Lo primero que hay que hacer, cuando quedan pocos días para terminar abril es dedicarse en tiempo y alma a la terminación pronta de la zafra", afirmó Trabajadores y recordó a los obreros del sector su compromiso de resolver los problemas que dependen de su gestión.
La urgencia por terminar el corte de caña lo antes posible está sustentada por la necesidad de iniciar a tiempo las labores de siembra de la cosecha próxima y garantizar la consolidación del despegue de la industria.
Para lograr la recuperación azucarera Cuba tendrá que plantar no menos de 362.340 hectáreas durante tres años consecutivos, garantizar la fuerza de trabajo en los campos y el cumplimiento de la jornada laboral y de la realización de las labores de mantenimiento de las plantaciones.
Expertos locales estiman que aunque la industria turística avanza como primera fuente de ingresos, el peso de la industria azucarera en la estructura económica cubana sigue siendo lo suficientemente fuerte como para afectar el proceso de reanimación en su conjunto. (FIN/IPS/da/dg/if/97