CUBA: Gastos en seguridad social exigen reforma

La tendencia cada vez mayor al aumento del presupuesto del Estado para la seguridad social en Cuba podría desembocar en una reforma de las leyes que rigen esas prestaciones.

Cuba gastó el año pasado 1.686 millones de pesos (igual a dólares al cambio oficial y 22 unidades por dólar en casas de cambio), en la atención de 1.354.800 pensionados. Expertos locales aseguran que de mantenerse la actual legislación esos gastos serán de 3.500 millones en el año 2010.

El diario Granma, órgano oficial del Partido Comunista, dijo este martes que la tendencia al crecimiento se mantendrá hasta el año 2025 y reconoció que tal vez ese proceso exija la implementación de nuevas medidas.

"Ello obedece no a un problema de período especial (nombre oficial dado a la crisis económica iniciada en 1990), sino a la estructura de edad de la población cubana y su gradual envejecimiento", afirmó Silvia Martínez en su artículo "Seguridad Social: Edad y vida como brújula".

El envejecimiento de la población cubana responde a la combinación de los efectos del descenso de las tasas de fecundidad y mortalidad en las últimas décadas con el aumento de la esperanza de vida al nacer, proceso conocido como transición demográfica.

Fuentes oficiales aseguran que en Cuba alrededor de 1,4 millones de personas tienen 60 años o más, prácticamente 13 por ciento de los 11 millones de habitantes del país caribeño.

Según pronósticos de la Oficina Nacional de Estadísticas (ONE), para el año 2015 vivirán en Cuba 2,1 millones de personas de 60 años o más. Este sector de la población significará para entonces 18,4 por ciento de todos los habitantes de la isla.

Expertos locales opinan que los cambios en la estructura demográfica de Cuba sitúan a las autoridades ante el reto de repensar su política de seguridad social, al menos en los aspectos relacionados con el financiamiento y la edad de retiro.

A diferencia de los sistemas predominantes en América Latina, en Cuba la seguridad social no se financia a partir de los aportes combinados del empleado, el empleador y el Estado.

Los fondos se forman a partir de la contribución del empleador, en su gran mayoría empresas estatales, con un monto igual al 12 por ciento del importe que paga en salarios, además de dos por ciento que se retienen para los subsidios.

Entre las consecuencias directas de la crisis económica de los últimos años se encontró la incapacidad de un número significativo de empresas de cumplir sus compromisos, por lo que el presupuesto estatal tuvo que asumir la diferencia.

La depresión, que afectó todas las ramas de la economía y provocó un descenso del producto interno bruto de 34,3 por ciento entre 1989 y 1993 no condujo, sin embargo, a atrasos o incumplimientos en el pago de pensiones o asistencias sociales.

Granma aseguró que entre las razones de que los gastos de la seguridad social se mantengan muy altos se encuentran el aumento en los últimos años de las pensiones por invalidez total o parcial, y la disminución en la edad promedio de retiro.

"Si en 1985 la edad promedio de retiro laboral en Cuba era de 63,5 años, la llegada del período especial lo fue acercando al límite de la edad establecida (60 años)", afirmó Martínez.

El aumento de las personas que recurrieron a la jubilación por razones de invalidez, que incluyeron certificados médicos "inapropiados", la edad promedio de retiro descendió hasta 55 años.

Fuentes del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social reconocen que las violaciones del reglamento de invalidez parcial o total aumentaron como consecuencia de la crisis y como una vía para dejar el trabajo estatal sin renunciar al derecho de jubilación.

Como resultado de una política destinada al aumento de control en la recepción de los casos de jubilación por razones médicas, las pensiones otorgadas por ese motivo pasaron de ocupar 37,3 por ciento del total de las jubilaciones en 1995, a 23,7 en 1996.

Granma aseguró que sólo por este concepto el país caribeño se ahorró el pasado año más de siete millones de pesos, mientras que la aplicación del principio de ayudar sólo a los realmente necesitados condujo a un ahorro millonario.

"El presupuesto para estos fines en 1996 con respecto a 1995 creció un dos por ciento, sin embargo la media de crecimiento en los últimos años era del cuatro por ciento", acotó.

Al mismo tiempo, la tendencia a retirarse en cuanto llegue la edad establecida por la ley, registrada en los peores años de la crisis, comienza a revertirse. Según datos oficiales esos casos decrecieron de 48.024 en 1995 a 34.236 el año pasado.

Ismael Lugo Machado, jefe del Departamento de Proyecciones de la Seguridad Social, atribuyó esta tendencia a los efectos del inicio de la recuperación del valor del peso, que hace que las personas piensen mejor antes de retirarse.

La legislación vigente en Cuba establece como edad de jubilación 60 años en el caso de los hombres y 55 en el de las mujeres. La pensión media se ubica en unos 94,61 pesos.

"Una mujer cuando llega a la edad de jubilación tiene una expectativa de vida de 25,9 años y el hombre de 19,9, a partir de que la esperanza de vida de las féminas es de 76 años y de los varones de 72, como promedio", aseguró Granma.

El diario oficial dijo que cuando se concede una pensión en Cuba se hace por 20 años como promedio, por lo que "el peso del gasto está en el acumulado de mucho tiempo y no en las nuevas altas". (FIN/IPS/da/ag/lb/97

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