Estados Unidos busca con el Area de Libre Comercio de América (ALCA) asegurarse el mercado latinoamericano, uno de los que más crece en el mundo, pero a canbio deberá renunciar al uso del comercio como instrumento político, señalaron hoy representantes latinoamericanos.
Las medidas unilaterales, la fijación de cuotas, otras restricciones cuantitativas y protecciones sectoriales deberán ser eliminadas para que el libre comercio hemisférico sea una relaidad, afirmaron negociadores sudamericanos en el segundo día de la reunión de viceministros para la discusión del ALCA.
La sección 301, legislación en que se basa Washington para imponer sanciones comerciales contra lo que considera prácticas desleales de comercio, "tiene que desaparecer", dijo a IPS el vicecanciller uruguayo Carlos Pérez del Castillo.
Una zona de libre comercio exige la implantación de normas, reglas y disciplinas que excluyen decisiones comerciales unilaterales con objetivos políticos, sostuvo por su parte el jefe de la delegación argentina, Jorge Campbell.
Las sanciones contra Argentina, anunciadas este martes por Estados Unidos, tienen "influencia cero" en las actuales negociaciones sobre el ALCA, porque se trata de "medida puntual, coyuntural, mientras aquí se discuten cuestiones estructurales", aclaró Campbell,
Pero la medida es un ejemplo de los problemas existentes en las relaciones comerciales con Estados Unidos que los latinoamericanos buscarán eliminar para que el libre comercio a escala continental les represente algún benefício.
En las discusiones sobre cómo y cuándo se negociará el ALCA, las discrepancias, especialmente las que oponen el Mercosur a Washington, se explican por sus intereses divergentes.
A Estados Unidos interesa principalmente apresurar la reduccción de aranceles, ya que se trata de un mercado de baja protección arancelaria. Sólo 18 por ciento de las importaciones desde América Latina son gravadas en más de cinco por ciento.
En cambio, sus barreras no arancelarias son abundantes y diversificadas, se quejó el director del Departamento Económico de la cancillería brasileña, Alfredo Graza Lima, criticando "restricciones cuantitativas" como cuotas de importación, y "preferencias discriminatorias".
La caída de esas barreras es prioritaria para los países del Mercosur, que pretenden negociar ese tema antes de pasar a la desgravación arancelaria, que debería quedar para la tercera y última etapa de su propuesta.
El acceso a los mercados no se limita a la rebaja o exención arancelaria sino que compremde desmantelar todas las barreras, como el proteccionismo que pratica Estados Unidos en algunos sectores, cuotas, normas políticas y otros mecanismos, dijo Pérez del Castillo.
El Mercosur defiende que se debe negociar todo, "sin admitir excepciones ni excluir ningún sector", subrayó, refiriéndose especialmente a loss productos agrícolas, que reciben fuertes subsidios en Estados Unidos.
Otro objetivo es dejar traás el unilateralismo, hacer compatibles las leyes internas con las reglas hemisféricas, añadió.
La propuesta del ALCA empezó con una exclusión política, por imposición estadounidense, la de Cuba. "En algún momento se deberá plantear la incorporación" de ese país, afirmó el vicecanciller uruguayo.
En las actuales negociaciones, Cuba constituye un tema omitido "pero no olvidado", aseguró.
Con el tiempo acuerdos bilaterales que tiene La Habana con varios países, incluido Uruguay, pueden extenderse a bloques como el Mercosur y multilaterizarse, en un proceso que exige "dar tiempo al tiempo", concluyó Pérez del Castillo.
Estados Unidos retiró unos 300 productos argentinos del sistema de preferencias, vigente desde 1974. Esa medida encarecerá las exportaciones argentinas, que alcanzaron 260 millones de dólares el año pasado, informó Campbell, secretario de Relaciones Económicas Internacionales de su país.
Como se trata de preferencias concedidas unilateralmente, podían ser canceladas por varias razones, reconoció. Washington justificó el castigo por la insatisfactoria protección de los derechos intelectuales en Argentina.
Campbell matizó el conflicto destacando que las relaciones políticas y financieras entre Buenos Aires y Washington "son excelentes". Pero en el comercio hay "problemas de acceso al mercado" para varios productos argentinos, como carne, maní, aceros, añadió.
La sanción tiende, de cualquier forma, a fortalecer la cohesión del Mercosur, ya que el gobierno argentino es considerado el más cercano a Estados Unidos, país con el cual mantiene relaciones "casi carnales", según dijo el canciller Guido Di Tella.
También ayuda a neutralizar los efectos negativos que tuvo sobre la unidad del bloque recientes medidas brasileñas que restringen la financiación a importaciones y ofrecen incentivos a inversiones automotrices. (FIN/IPS/mo/dg/if-ip/97