Los ex guerrilleros guatemaltecos se unieron a la convocatoria sindical a la marcha del 1 de mayo, día internacional de los trabajadores, para confirmar su oposición a la política económica del gobierno y a la venta de activos del Estado.
La central sindical Unión Guatemalteca de Trabajadores (UGT) afirmó en un comunicado que "la mayoría de nuestro pueblo se encuentran en situación precaria, como producto de las políticas de exclusión social".
La UGT responsabilizó de esas políticas de exclusión a los gobiernos anteriores y a la administración actual, de Alvaro Arzú y su Partido de Avanzada Nacional, y criticó medidas como el estímulo del retiro voluntario de empleados públicos, la aplicación de impuestos que gravan a la clase media y baja, y las privatizaciones.
La central sindical exigió la anulación de decisiones del gobierno que contribuyeron al alza del costo de la vida y al empobrecimiento de la población.
También pidió que se suspenda la venta de propiedades del Estado para dar lugar a "un debate serio, responsable y transparente sobre el modelo de Estado, país y Nación que queremos los guatemaltecos".
Así mismo, los sindicalistas demandaron el cese de las amenazas y medidas represivas contra organizaciones sindicales y, "particularmente", de actos intimidatorios "contra la prensa independiente".
Mientras, la Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca (URNG), que en diciembre firmó la paz con el gobierno, se sumó el lunes a la convocatoria a la manifestación del 1 de mayo.
"Cumplir los acuerdos es asegurar la paz. Asiste este 1 de Mayo a la marcha popular", se lee en carteles que llevan la firma de URNG y su símbolo, una mazorca de maíz.
Jorge Soto, miembro de la Dirección Nacional de la URNG, había dicho la semana pasada que la ex guerrilla no participaría de la convocatoria a la marcha, pues a su juicio, esa tarea correspondía a las organizaciones sindicales.
Pero fuentes de la URNG explicaron luego que su organización resolvió finalmente realizar su propio llamamiento a participar en la marcha, para confirmar su oposición a la política económica del gobierno.
Los integrantes de la dirección nacional de la URNG se incorporarán a la manifestación, aunque faltará uno de sus comandantaes, Rodrigo Asturias, conocido como Gaspar Ilóm, que abandonó Guatemala al ser acusado de intervenir en un secuestro.
Asturias, máximo líder de la disuelta Organización del Pueblo en Armas (ORPA), que integró la URNG, postergó su regreso al país debido a la polémica desatada por el "caso Mincho".
"Mincho" es el seudónimo de Juan José Cabrera, un antiguo militante de la ORPA que también habría estado involucrado en el secuestro de la millonaria Olga Novella. Cabrera fue detenido por las fuerzas de seguridad y se cree que fue asesinado.
Mincho desapareció en octubre, cuando los servicios de inteligencia descubrieron a los secuestradores y uno de ellos, el comandante Isaías, fue canjeado por la anciana Novella.
Isaías fue trasladado en avión a Toluca, México, por el ejército y miembros del gobierno.
El escándalo se desató cuando Asturias negó conocer a nadie en la ORPA con el nombre de Mincho. El gobierno también desmintió la noticia de su captura.
Sin embargo, una denuncia llevó a la Misión de Naciones Unidas para Guatemala (Minugua) a abrir una investigación aún en curso, que ha confirmado la desaparición de Mincho desde el momento del canje de Novella por Isaías.
En vísperas del día internacional de los trabajadores, la URNG advirtió en un comunicado que "las luchas por las reivindicaciones del movimiento social y popular en su conjunto, y de sus diferentes componentes en particular, no están separadas ni debe deslindarse de los acuerdos de paz".
Agregó que la venta de activos del Estado, como se pretende hacer, contradice el espíritu de los acuerdos de paz y es necesario resolver de otro modo los problemas que el gobierno pretende enfrentar con las privatizaciones.
"La solución de fondo de la estabilidad económica de Guatemala y su solvencia internacional depende, entre otras cosas, de la reforma tributaria, y los pasos para impulsarla no deben retrasarse", afirmó la URNG.
La decisión de los ex guerrilleros de participar en la marcha del jueves fue respaldada por los dirigentes de las principales centrales obreras del país, quienes señalaron que "la URNG tiene derecho a participar en todas las actividades reivindicativas del movimiento sindical"
El gobierno y la URNG, tras casi una década de un diálogo que no había interrumpido los combates, firmaron el 29 de diciembre un acuerdo de paz para poner fin a 36 años de conflicto armado. (FIN/IPS/cz/ff/lb/97