ZAIRE: EE.UU. pide cese del fuego en medio de ofensiva rebelde

El gobierno de Estados Unidos pidió a los rebeldes y al gobierno en Zaire que declaren el cese del fuego y que comiencen a negociar, ahora que la ciudad de Kisangani está bajo control de los rebeldes.

El vocero del Departamento de Estado, Nicholas Burns, dijo que Washington está "muy preocupado" con la situación en Zaire, y sugirió que el respaldo que la rebelión recibe del exterior amenaza la integridad territorial del gran país africano.

"Repetimos nuestros pedidos al gobierno de Zaire y a la alianza rebelde de Laurent Kabila para que acuerden un inmediato cese del fuego y accedan a negociaciones directas", declaró Burns. Washington respalda los esfuerzos de pacificación del enviado especial de la ONU, Mahmoud Sahnoun.

"Es la única manera lógica de reforzar la estabilidad política en Zaire y su soberanía e integridad territorial", sostuvo Burns, subrayando la necesidad de una "transición democrática".

Una transición de un "país esencialmente autocrático a uno gobernado por el ejercicio de la ley, donde las elecciones tienen su lugar en el sistema político, donde las personas tienen derecho a creer que podrán elegir a los líderes del país", agregó.

Con la captura por los rebeldes de Kisangani, la tercera ciudad en importancia de Zaire, los analistas esperan que las hostilidades disminuyan en las próximas semanas, a medida que los rebeldes consolidan su posición en la parte oriental del país.

"Podrían llegar hasta Kinshasa", agregó un analista que solicitó permanecer en el anonimato. Advirtió que las tropas de élite del presidente Mobutu Sese Seko no entregarán la capital sin pelear.

Los expertos creen que si los rebeldes -liderados por la Alianza de Fuerzas Democráticas para la Liberación de Congo-Zaire- persiguen su ofensiva, es más probable que avancen hacia las provincias de Kasai en la parte central de Zaire y de Shaba en el sudeste.

"En este momento, Shaba está pronta para ser tomada", agregó un funcionario.

El avance hacia Shaba, históricamente un bastión separatista, es posible debido a la intervención en las últimas semanas de los descendientes de los gendarmes katangueses, que huyeron de su tierra en la época de la cáotica independencia del Congo belga en 1960.

Se denunció también que la Unión Nacional por la Independencia Total de Angola (UNITA), que se enfrentó por años al gobierno de ese país, trasladó cientos de soldados hacia Shaba para pelear por Mobutu quien, a menudo con el respaldo de Estados Unidos, fue uno de sus mayores apoyos desde principios de los años 80.

Los analistas sostienen que el líder de UNITA, Jonas Savimbi, arriesga su poder en Zaire. Supuestamente, sus tropas estarían entregando sus armas según un plan de ONU. "La última batalla de la guerra por Angola podría pelearse en Zaire en las próximas semanas", dijo un funcionario.

Washington, que ya no respalda a UNITA, expresó seria preocupación sobre el movimiento en la frontera entre Angola y Zaire que, junto con el apoyo que reciben los rebeldes desde Ruanda, Uganda y Burundi, podrían hacer peligrar la existencia de Zaire como nación.

"Zaire está amenazada por todos lados", advirtió Burns. "Su integridad territorial y su soberanía son fundamentales para la estabilidad en Africa central".

Los analistas sostienen que mucho podría depender del respaldo externo que reciba Kabila. Los líderes extranjeros no quieren que Zaire se desintegre y se sorprendieron ante la rapidez con que los rebeldes avanzaron hacia el oeste, casi sin oposición.

"No pensaron que los rebeldes podrían avanzar por todo el país. Ahora tienen que rever la situación y ver si quieren que Kabila llegue hasta el fin y en qué condiciones", dijo una fuente del gobierno estadounidense.

Hasta la caída de Kisangani el sábado, Francia quería que la ONU enviara una fuerza de paz a la ciudad y se espera que inste a Washington para que presione a Uganda y Ruanda para detener a Kabila.

Francia es el principal aliado de Mobutu, quien actualmente recibe tratamiento contra el cáncer de próstata en ese país.

Los analistas afirman que la única posibilidad que le queda a Mobutu es obtener el cese del fuego y acceder a las negociaciones.

Burns sostuvo que "nada indica que la alianza rebelde detendrá su ofensiva militar. Pedimos que depongan las armas y cesen el fuego, pero no creo que lo acepten".

En los próximos días, la acción crítica podría tener lugar en Kinshasa, donde los generales ya están tomando sus posiciones para lo que podría ser un violento combate.

Se estima que el comandante del ejército, general Mahele Lieko Bokungo, se opone a las tropas de élite de Mobutu. Algunas unidades del ejército se unieron a los rebeldes en los últimos cinco meses.

"Salvo que haya un verdadero cese del fuego, la presión para un golpe de estado en Kinshasa aumentará. Según quien sea el líder y el respaldo que tenga de las fuerzas armadas, la capital podría convertirse en un polvorín", dijo el experto militar.

"La otra posibilidad es que las tropas de élite salgan de Kinshasa y se atrincheren en Gbadolite" agregó. Gbadolite, en la frontera septentrional con la República Centroafricana, es la tierra natal de Mobutu y del grupo étnico n'gbandi que compone su guarda presidencial. (FIN/IPS/tra-en/jl/yjc/aq-jc/ip/97

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