VENEZUELA: Cambia régimen laboral y se impulsan los salarios

Venezuela logró un acuerdo para cambiar el régimen laboral por consenso de gobierno, trabajadores y empresarios, tras ocho años de discusiones, en una medida que tendrá el efecto inmediato de impulsar los precarizados salarios.

El acuerdo fue aplaudido de inmediato por el Fondo Monetario Internacional, con quien el gobierno de Rafael Caldera pactó un plan de ajuste hace 11 meses, y por el presidente del Banco Interamericano de Desarrollo, Enrique Iglesias, en la asamblea de la entidad en la ciudad española de Barcelona.

Las prestaciones acumuladas por el trabajador ya no serán calculadas al último salario, en una indexación retroactiva que desde que Venezuela entró en una espiral inflacionaria, se hizo inmanejable para los empleadores, incluido el Estado.

A cambio, recibirán en la práctica un pago casi doble por los derechos acumulados hasta diciembre pasado y con el nuevo régimen tendrán un pago anual mínimo de 45 días, que casi se duplicará si, por ejemplo, el trabajador lleva siete años en una empresa.

Con el acuerdo, culmina un sistema de relaciones laborales de más de dos décadas, donde las prestaciones eran el gran ahorro del trabajador en un país con una seguridad social que por su corrupta administración terminó siendo casi inexistente.

Además favorecía al trabajador mediante la penalización con el pago de las prestaciones acumuladas dobles, en caso de despido, lo que ahora sólo resta como una bonificación extra, pero no doble, en caso de despedio injustificado.

El régimen de seguridad social también quedó modificado, con el surgimiento de los fondos de pensión, en un sistema mixto, en que se mantiene un nivel básico, de aporte solidario y bajo control del Estado y otro complementario, optativo e individual.

El profundo cambio en las relaciones laborales y en la estructura de seguridad social fue rubricado la noche del lunes en un acto presidido por Caldera y protagonizado por los miembros de la Comisión Tripartita, que desde noviembre inició la fase negociadora culminada ahora.

El ministro de Planificación, el socialista Teodoro Petkoff, artífice fundamental del acuerdo, admitió que el cambio de régimen tendrá un impacto sobre la tasa de inflación, pero también incentivará las represadas demanda y oferta, ayudando al crecimiento económico, tras un trienio de depresión.

Analistas de todo signo coincidieron este martes en el impacto positivo del acuerdo para el precario tejido social venezolano, porque una tasa de inflación de más de 50 por ciento por siete años, que en 1996 duplicó ese nivel, había hecho caer el ingreso real de los trabajadores a niveles de 1960.

"El acuerdo es una fuente de oxígeno social", resumió a IPS José Grasso, directivo de la consultora Softline.

El acuerdo deberá ser ahora transformado en una nueva ley y la reforma de la existente del Trabajo, pero el Congreso se comprometió a actuar con agilidad extrema, para que el nuevo sistema entre en vigor el 1 de mayo, día del trabajador.

El beneficio inmediato para el 50 por ciento de la población activa -de cerca de ocho millones de personas-, que es la que está empleada en el sector formal de la economía, será el aumento de salarios, inhibidos por la retroactividad de las prestaciones.

No sólo habrá un incremento importante en el salario mínimo, fijado por el gobierno, sino que la distorsionada estructura del ingreso laboral desaparecerá al eliminarse el conjunto de bonos que complementaban la porción formal que valía para calcular la cesantía al terminar una relación laboral.

En la actualidad, el ingreso mínimo laboral es de 111 dólares, pero de ellos sólo 31 dólares son salario, en una torre de bonos establecidos por el gobierno, que ahora se "salarizarán".

El salario mínimo será anunciado cuando comience a regir el nuevo sistema y se cálcula que estará en torno a 157 dólares, un promedio de lo que demandaron los representantes empresariales y los de los sindicatos en el marco de las negociaciones.

El Estado, que tiene en total 1,2 millones de empleados, y el sector privado tendrán hasta cinco años para cancelar las prestaciones acumuladas por el fenecido sistema de prestaciones, pero deberán entregar un mínimo de unos 300 dólares promedio este año y el resto se pagará en papeles de paulatinos vencimientos.

Se calcula que el pago en efectivo del sector público y privado significará una erogación en 180 días de más de 5.000 millones de dólares.

Agentes económicos y actores sociales consultados este martes por radios y televisoras locales, coincidieron en que el acuerdo es el mayor logro del gobierno de Caldera, que paradójicamente fue uno de los que más contribuyó a consolidar el sistema laboral, como autor de la controversial Ley del Trabajo.

Grasso dijo que todos los sectores salen ganando, porque la considerada como mayor conquista laboral, la retroactividad, es cedida a cambio de una "sinceración salarial" y una elevación significativa del ingreso anual, mientras que para los inversionistas se elimina un gran factor de inhibición.

Consideró que además el acuerdo abre la compuerta a una seguridad social efectiva en Venezuela, que aparte de los beneficios para la población va a representar una captación de ahorro de 16.000 millones de dólares en 10 años, equivalente a todas las reservas internacionales acumuladas en el país ahora.

Los grandes perdedores son los trabajadores con un buen nivel salarial que tenían más de 10 años empleados, según cálculos iniciales y que no tendrán la opción de mantenerse en el viejo esquema, como anteriormente se había considerado. (FIN/IPS/eg/ag/if/97

Archivado en:

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe