/INTEGRACION/ AMERICA: Negociación del ALCA se lanzará en marzo de 1998

La negociación para establecer un Area de Libre Comercio de América (ALCA) será lanzada en marzo de 1998, durará entre cinco y siete años, y promoverá un continente sin barreras arancelarias y no arancelarias hacia el año 2020.

Estos son algunos de los acuerdos logrados por los 34 países sumados en la aventura de pactar antes del 2005 las formas y plazos para completar el ALCA en otros 15 años, reveló a IPS el negociador de la etapa preparatoria, el venezolano Miguel Rodríguez Mendoza.

Rodríguez dijo, durante una corta estancia en Caracas, que en la reunión de viceministros, celebrada en la ciudad brasileña de Recife a fines de febrero, se presentaron cuatro propuestas que mostraron "un enorme nivel de coincidencias, con diferencias importantes en varios puntos sensibles".

Otra reunión de viceministros, en abril en Río de Janeiro, y el tercer encuentro ministerial anual en otra ciudad brasileña, Belo Horizonte, terminarán de ajustar los acuerdos y permitirán avanzar en lo mucho en que aún hay divergencias.

"Está totalmente claro ahora que esta negociación es algo que va a ocurrir y también que va a ser muy compleja y díficil porque los países son muy diferentes entre sí, desde lo económico a lo jurídico", puntualizó el funcionario de 48 años, con aspecto de intelectual y con un sempiterno traje azul como uniforme.

El ALCA, cuando se concrete, agrupará a 700 millones de personas, 14 por ciento de la población mundial, con 31 por ciento de las riquezas del planeta, y un comercio que en 1995 totalizó 900.000 millones de dólares de exportaciones y 1,05 billones (millones de millones) de importaciones.

De ese total, Canadá y Estados Unidos concentran 75 por ciento de las exportaciones y 78 por ciento de las importaciones.

Un punto de coincidencia entre países y propuestas es que el lanzamiento de las negociaciones formales deberá hacerse durante la segunda cumbre hemisférica, que tendrá lugar en un año más en Santiago de Chile, después que la iniciativa de crear el ALCA surgió en la primera cumbre, en Miami, en diciembre de 1994.

Rodríguez detalló que en el cruzamiento de las propuestas presentadas por Estados Unidos, Canadá, el Mercosur y la anglohablante Comunidad del Caribe (Caricom), hubo cuatro puntos de especial coincidencia.

El primero es que el ALCA debe ser de alcance hemisférico, va a coexistir y será "completamente compatible" con bloques subregionales, no pretende ser algo más que una zona desgravada y no se alcanzará mediante la expansión de algún esquema existente.

Entre las opciones barajadas para llegar al ALCA, algunos países acariciaron la de promover una convergencia mediante la adhesión al Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLC), formado por Canadá, Estados Unidos y México, y/o al Mercosur, integrado por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay.

Se va a tratar, entonces, de un acuerdo entre los 34 países que integran la Organizacion de Estados Americanos (OEA) -donde Cuba es el gran ausente-, que será nuevo y alcanzado mediante una negociación independiente y distinta a las ya existentes.

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/REPETICION/ AMERICA: Negociación del ALCA se lanzará en marzo de 1998 (2-E)

"Ello será independiente de que en tanto se fortalezcan los bloques ya existentes, lo que ayudaría mucho a los caribeños y latinoamericanos para esta negociación", explicó Rodríguez, quien fue ministro de Comercio Exterior antes de ser elegido en 1995 para conducir el ALCA, en el marco de la OEA.

El segundo consenso es que se puede participar en la negociación en forma individual o en grupo. Caricom y Mercosur ya anticiparon que actuarán en bloque, mientras que de la Comunidad Andina y América Central no hay indicios en ese sentido. Los miembros del TLC precisaron que negociarán individualmente.

Estados Unidos acepta esta fórmula dual, pero a condición de que quienes lo hagan en grupo tengan un claro mandato negociador y de obligado acatamiento para cada uno de los integrantes.

El tercer punto coincidente es que los objetivos de la negociación son los convenidos en Miami y en los que se ha avanzado en 11 grupos de trabajo, cuyo dinamismo propio contribuyó a "dificultar dar marcha atras en el proyecto".

Eso significa que va a ser un acuerdo de liberalización moderno, que irá más alla de lo arancelario y de temas como dumping o subsidios, para incorporar aspectos como inversiones, libre competencia, propiedad intelectual y servicios.

El cuarto gran consenso es que "el acuerdo pleno que resulte va a ser aceptado como un todo y todos los países tendrán el mismo nivel de derechos y obligaciones", puntualizó Rodríguez.

Por ahora, no está planteado un reconocimiento explícito de que habrá diferente trato para las economías más pequeñas, dijo, "pero sí está implícito que los países más pequeños tendrán mayor flexibilidad a la hora de los compromisos".

Hay otras coincidencias, como que debe haber una Secretaría General, que lleve adelante las negociaciones, y que se debe concentrar el esfuerzo negociador en no más de tres ciudades.

Pero las divergencias siguen siendo muy importantes, resaltó Rodríguez, quien estuvo en Caracas para explicar a funcionarios de integración de la región la marcha del ALCA, en un seminario realizado en el Sistema Económico Latinoamericano (SELA).

La mayor se refiere a si hay etapas en la negociación o no, y en caso de que las haya, qué se negocia antes y qué después.

Canadá y Caricom, de quien Rodríguez resaltó que su propuesta era la más amplia y profunda, coinciden en que todos los temas deben ser negociados simultáneamente y concluir a la vez en el año 2003 o el 2005.

Estados Unidos y Mercosur plantean que debe negociarse en dos y tres etapas, respectivamente. Además, entre las dos propuestas hay planteamientos opuestos sobre qué se hace en esas etapas.

Mercosur dice que en los dos primeros años deben discutirse medidas que faciliten los negocios, entre el 2000 y el 2002 dedicarse a la armonización de aspectos vinculados al comercio y a abordar el tema agrícola, y del 2002 al 2005 concentrarse en el acceso a los mercados y sus normas.

Estados Unidos propone todo lo contrario: discutir primero el acceso a los mercados y aspectos como propiedad intelectual, y dejar para después todo lo demás.

Rodríguez coordinó como funcionario del SELA la posición regional en la etapa preparatoria para la Ronda-Uruguay de negociaciones comerciales globales, lanzada en 1986, y participó después en ella como ministro, hasta casi su conclusión en 1994.

Con esa experiencia, consideró que la negociación en etapas "se va a dar de hecho", pero que al existir ya coincidencia en que el acuerdo debe terminar "como un todo al mismo tiempo", abrir un tema antes o después no tendría efecto práctico, aunque sí en la negociación en sí misma.

"En la Ronda-Uruguay el lanzamiento fue simultáneo pero se negoció claramente por etapas, primero se mantuvo la negociación en aspectos como solución de controversias y se profundizó la fase preparatoria, después se discutió sobre normas y al final se fue a la liberalización y los nuevos temas", recordó.

Esa lección le permitirá insistir a los que tienen posiciones encontradas que las etapas son inevitables, aunque todo se comience a negociar formalmente al mismo tiempo. "No es necesario decretarlas", afirmó.

Una negociación abierta en todos los temas, tiene la ventaja adicional según su percepción, de que si todo está en la mesa, los 34 partícipes en la negociación tienen algún tema de especial interés, por lo que se mantienen activos en el proceso.

Además, todos se sienten "cómodos" porque en algún punto encuentran satisfacción, aunque en otro les suceda lo contrario, y por ello el avance sería menos tenso.

En cuanto a la Secretaría, Canadá y Estados Unidos quieren qe sea una instancia separada especial, que centralice toda la negociación, realice los estudios y organice las reuniones.

Caricom pretende que la Secretaría negociadora tenga una funcion similar a la de la Organización Mundial de Comercio, emanada de la Ronda-Uruguay y con amplias facultades.

En tanto, Mercosur plantea que la Secretaría sea el actual Comité tripartito fortalecido, que está integrado por el Banco Interamericano de Desarrollo, la OEA y la Comisión Económica de Naciones Unidas para América Latina (CEPAL), y ha actuado como soporte técnico en la actual fase preparatoria.

Rodríguez recordó que los grupos en que está dividido el trabajo preparatorio son: acceso a los mercados, procedimientos aduaneros y normas de origen, inversiones, normas y barrerras técnicas al comercio, medidas sanitarias y fitosanitarias.

Además de subsidios, antidumping y derechos compensatorios, economías más pequeñas, compras del sector estatal, propiedad intelectural, servicios, y política de competencia.

Para Rodríguez, América Latina y el Caribe va a tener un desafío negociador sin precedentes en los próximos años y del que muchos no se han dado cabal cuenta aún, porque tendrán que profundizar y avanzar en su apertura intrarregional y, en forma paralela, deberán enfrentar el enorme esfuerzo del ALCA. (FIN/IPS/eg/ag/if/97

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