La Liga Norte comenzó a implementar su proyecto de secesión de la llamada Padania con la exhortación a la "huelga fiscal" en las 10 regiones en que aspira a constituir un estado independiente.
"Los pueblos de la Padania dejarán de pagar de inmediato cualquier impuesto al estado italiano", afirmó Umberto Bossi, líder de la Liga Norte para la Independencia de la Padania, el nuevo nombre adoptado por ese partido político.
Bossi lanzó la huelga fiscal en el tercer congreso de su partido, realizado en Milán y concluido el domingo con el abandono definitivo de la propuesta de régimen federal para Italia, defendida originalmente por la Liga Norte y sustituida ahora por la secesión.
El "gobierno de la Padania se organizará para cobrar los impuestos", declaró Bossi, quien fue reelegido por aclamación como secretario de la Liga Norte.
El primer ministro Romano Prodi reaccionó con preocupación ante las decisiones del congreso de la Liga Norte. "Este asunto (la prédica separatista) puede llegar a ser muy serio: en los últimos tiempos, me he convencido de que requiere más atención".
Según Prodi, la respuesta a la campaña independentista del partido de Bossi debe ser, en primer lugar, la instauración de un régimen federal.
"Nosotros queremos una descentralización medida, pero fuerte. La situación podría entrañar peligros, si fracasamos", advirtió Prodi, que encabeza un gobierno centroizquierdista instalado el último año.
A su juicio, también contribuirá a eliminar riesgos la incorporación de Italia al primer grupo de países miembros de la Unión Europea que ingresarán en el sistema sistema de moneda única anunciado por el bloque para el 2000.
"En un país civil, el primer deber es el respeto de las leyes, y el gobierno las hará respetar", agregó el jefe del gobierno.
"La hora ha llegado: hombres de las colonias padanias, es mi firme intención llevarlos a la batalla, hemos decidido batirnos contra Italia". Con esas palabras, Bossi cerró el congreso de la Liga Norte, en un clima de hostilidad contra el resto de Italia.
El congreso no tomó en cuenta los resultados de una encuesta publicada el viernes por el diario Corriere della Sera. Sólo 12,5 por ciento de los habitantes de las regiones norteñas consultados por los autores de la investigación se pronunciaron por la independencia de la Padania.
Un enviado del diario La Repubblica, uno de los más importantes del país, destacó el odio que se respiraba en la reunión en contra de Italia.
"Ninguna imagen televisiva o frase impresa puede dar cuenta de la atmósfera de hostilidad contra los italianos en un congreso donde todos, incluido Bossi, saltaban cantando 'quien no salta es italiano", dijo el periodista, Mino Fucillo.
Según Bossi, la marcha hacia la secesión es irreversible. La Liga Norte engloba en la Padania a las Marcas, Toscana, Liguria, Emilia Romania, Veneto, Lombardía, Piamonte, Valle D'Aosta, Friuli- Venecia-Giulia y Trentino-Alto Adigio.
Esas 10 regiones cuentan con 31 millones de habitantes, poco más de la mitad de los 58 millones que constituyen la población total de Italia, y conforman el área más rica del país y una de las más poderosas de Europa.
El ex primer ministro Silvio Berlusconi, líder de la oposición de centro derecha, afirmó que el proyecto independentista de la Liga Norte es "desastroso" y que nada perjudica más a Italia.
Berlusconi acusó además al partido de Bossi de ser la "quinta columna de la izquierda, porque le quita votos a los moderados (el centroderecha), empujando así a Italia a la izquierda".
Bossi formó parte del gobierno de Berlusconi (mayo-diciembre de 1994) y al retirarse provocó su caída.
Maurizio Gasparri, coordinador de la derechista Alianza Nacional, coincidió con Berlusconi: "Creo que Bossi es responsable, no ya de la secesión, que no se producirá jamás, sino del hecho que en Italia exista un gobierno de izquierda". (FIN/IPS/jp/ff/ip/97
