INDIA: Cielos abiertos, con severo control gubernamental

La propuesta de Singapore Airlines (SIA), una de las mayores aerolíneas del mundo, para realizar vuelos internos en India, ha despertado las pasiones nacionalistas y puesto de relieve la indecisión de su gobierno de coalición.

Después de haber declarado el mes pasado que la empresa no podrá realizar vuelos nacionales con la compañía india Tata, el gobierno del Primer Ministro H.D. Dewe Gowda parece haber modificado su opinión para demostrar su buena disposición hacia el mercado.

Los periódicos locales citaron opiniones de autoridades no identificadas del Ministerio de Aviación Civil que afirman que el emprendimiento entre Tata y SIA sería autorizado, pero con modificaciones para resguardar los intereses de la estatal Indian Airlines.

La oferta de 685 millones de dólares -la tercera parte aportada por SIA- tendría que reducirse aún más de lo que los socios habían ofrecido en principio, y la nueva compañía aérea tendría que comenzar con una flota menor a las siete naves previstas.

Algunos críticos advirtieron que la persistente confusión sobre la política aérea del gobierno podría paralizar sus planes para liberalizar las rutas aéreas nacionales.

La nueva política permite la inversión extranjera en las aerolíneas nacionales, pero no por parte de compañías extranjeras. Asimismo, una aerolínea privada no podrá adquirir aviones salvo que sus competidores también lo hagan.

Las aerolíneas privadas tampoco pueden importar aviones con capacidad mayor a los 50 asientos, por temor a que perjudiquen los intereses de la compañía nacional.

La unión Tata-SIA es el centro de una disputa entre varios ministerios. También se enfrenta a la efectiva presión de competidores con buenos contactos.

Aunque la oferta fue aprobada el 21 de diciembre pasado por el Consejo de Fomento de la Inversión Extranjera (FIPB) y recibió el apoyo del Ministerio de Industria, fue frenada por el Consejo de Ministros por la insistencia del Ministro de Aviación Civil, C.M. Ibrahim, quien encabeza la oposición a la nueva aerolínea.

Ibrahim declaró luego de la decisión del FIPB que para autorizar la empresa deberían pasar sobre su cadáver, y arguye que intenta proteger los intereses de los miles de empleados de la Indian Airlines.

La propuesta de Singapore Airlines ha encendido pasiones políticas y unido a rivales ideológicos que perciben una amenaza contra la seguridad nacional y los puestos de trabajo en la Indian Airlines.

"Singapore Airlines cuenta con enormes recursos… Indian Airlines no podrá ofrecer una competencia adecuada y sufrirá serias consecuencias", afirma en una carta a Gowda George fernandes, legislador de un influyente grupo de la coalición en el poder.

"Las consecuencias para la seguridad de la India son demasiado graves", declaró Fernandes, quien fue socialista radical en la década de los 70.

La oposición surgida a nivel político contra la empresa Tata- SIA conviene a Jet Airways, principal competidora de Indian Airlines.

Jet, propiedad de un ciudadano indio residente en el exterior, de Gulf Air y Kuwait Airways, es una de las tres compañías privadas que sobrevivieron a la lucha entre la docena de rivales que comenzaron a realizar vuelos nacionales luego de la apertura de las rutas indias hace cinco años.

Se afirma que Jet presionó a los principales dirigentes de los grandes partidos políticos.

Los opositores a la oferta Tata-SIA niegan que el gobierno haya favorecido a Jet al permitir que Gulf y Kuwait Airways invirtieran en una aerolínea nacional.

La propuesta Tata-SIA tiene poco apoyo político excepto en el Congreso y entre algunos miembros de la coalición de gobierno.

La familia Tata defiende su empresa contra la denuncia de que Singapore Airlines tendría el control de las rutas de la India. "Nuestra oferta para una aerolínea siempre ha sido una propuesta india", expresó Ratan Tata, líder del imperio de negocios Tata, en una carta pública.

Negó que la nueva aerolínea pretenda eliminar a India Airlines, ya que la participación de la aerolínea de Tata-SIA en el mercado no superaría el 13 por ciento aún para el 2001.

"Pensamos que nuestra oferta fue la única que se comprometió por entero a crear una aerolínea de nivel mundial en lo que refiere al establecimiento y desarrollo de su propia infraestructura", agregó.

Otro megaproyecto de Tata para la construcción de un aeropuerto internacional en Bangalore, la metrópoli de mayor crecimiento en la India, en sociedad con un consorcio de compañías de Estados Unidos y Singapur, ha sido obstaculizado por el Ministerio de Aviación Civil.

La falta de una política de aviación definida perjudica los esfuerzos de las aerolíneas estatales de la India por terminar con las pérdidas financieras.

Se estima que Air India tendrá pérdidas de 77 millones de dólares en 1996, mientras que la compañía nacional enfrenta un déficit de 11 millones de dólares. (FIN/IPS/tra-en/mu/an/aq-jc/as/tr-if/97

Archivado en:

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe