Funcionarios de la cancillería y parlamentarios de Argentina trabajaron hoy contra reloj a fin de destrabar las gestiones para la ratificación del acuerdo presidencial sobre Hielos Continentales, el último diferendo limítrofe con Chile pendiente de resolución.
Los presidentes Carlos Menem, de Argentina, y Eduardo Frei, de Chile, se reunirán el martes próximo en Santiago para firmar un protocolo que aclara los puntos del acuerdo que generan más resistencia en los parlamentos de los dos países y, por lo tanto, traban su ratificación desde hace casi cinco años.
Pero el encuentro sólo se realizará si, efectivamente, los representantes de la cancillería y los parlamentarios logran antes del martes limar las diferencias pendientes en la elaboración del protocolo aclaratorio.
El gobierno argentino quiere tener un dictamen favorable de las comisiones de Relaciones Exteriores y Defensa antes de fin de año, ya que en 1997 habrá elecciones parlamentarias y el oficialismo podría perder asientos en la Cámara de Diputados, comentó una fuente parlamentaria.
"Técnicamente no es imposible que el acuerdo sea ratificado este mismo año, simultáneamente en los dos países. Pero el problema no es técnico sino político", dijo a IPS el secretario de la Comisión de Relaciones Exteriores de Argentina, Alberto Méndez.
Esta Comisión tiene hoy 15 miembros del gobernante Partido Justicialista (peronista) sobre un total de 29. No obstante, algunos son representantes de las provincias del sur argentino, afectadas por el acuerdo, que se niegan a avalar la demaración.
En este contexto, los vicecancilleres de ambos países continuaron este viernes negociando el texto y prevén mantener reuniones secretas con parlamentarios, a fin de asegurarse que una vez que el protocolo sea suscrito por los mandatarios, el camino de la ratificación quedará allanado.
Hielos Continentales -o Campos de Hielo como se la conoce en Chile- es una zona de glaciares a unos 2.600 kilómetros de Buenos Aires que se extiende en 2.300 kilómetros cuadrados de superficie, a una altura promedio de 3.000 metros sobre el nivel del mar.
Su principal riqueza es un reservorio de agua potable, aunque no es una zona hoy propicia para la vida cotidiana. Algunos deportistas se acercan hasta allí para practicar alpinismo.
Por el Tratado de Paz y Amistad entre Argentina y Chile, firmado en 1984 para evitar un enfrentamiento militar por las disputas en torno al Canal interoceánico de Beagle, ambos países se comprometieron a solucionar de mutuo acuerdo los 24 conflictos limítrofes pendientes de resolución.
En 1991, Menem y el entonces presidente chileno Patricio Aylwin suscribieron un acuerdo que puso fin a 22 de los puntos en litigio, dejando pendientes otros dos: el de Laguna del Desierto y el de Hielos Continentales.
El primero fue sometido a un tribunal arbitral internacional que falló en 1994 en favor de Argentina. El segundo está trabado en los dos parlamentos, que se resisten a ratificarlo desde 1991.
Se trata del último diferendo pendiente de solución entre los dos países que comparten una frontera de más de 5.000 kilómetros. El acuerdo presidencial fija una línea poligonal que otorga a Chile unos 1.050 kilómetros cuadrados y preserva para Argentina 1.200 kilómetros.
Según trascendió, el punto de conflicto está en la demarcación prevista para la zona donde se sitúa el nacimiento del río Santa Cruz, que corre a través de la provincia argentina del mismo nombre. La propuesta argentina no sería aceptada por Chile.
Si bien el acuerdo Menem-Aylwin no prevé que el caso de Hielos Continentales deba ser ratificado en un plazo determinado, los presidentes reiteraron en varias ocasiones su voluntad política de acabar con el último diferendo, lo que se reforzó aún más este año luego de la asociación chilena al Mercosur.
Además, Chile es el segundo inversor externo en Argentina después de Estados Unidos. En los últimos años invrtió 5.000 millones de dólares en áreas estratégicas claves y proyecta llegar a 12.000 millones en los próximos años. (FIN/IPS/mv/ag/ip/96
