/REPETICION/ELECCIONES/ ESTADOS UNIDOS: Ganar votos atacando a los inmigrantes

Los dos grandes partidos de Estados Unidos procuraron durante la campaña previa a las elecciones del martes 5, en distinto grado y con disensiones internas, ganar votos de alienados electores blancos en base a discursos contra los inmigrantes.

Al comienzo de la campaña electoral, ese debate se reflejó en la dura posición oficial sobre inmigración adoptada por el Partido Republicano, a pesar de los moderados puntos de vista expuestos por los dirigentes políticos de la costa este en laoriental.

Pero tampoco el Partido Demócrata, que procura la reelección del presidente Bill Clinton, ahorra esfuerzos para ganarse los votos blancos furiosos por cuestiones raciales como la inmigración y la previsión social de los grupos de población menos favorecidos.

Clinton debió en julio a bajar el tono de un aviso de campaña que se ufanaba del éxito de su gobierno en la deportación de inmigrantes ilegales. El secretario de la Cámara Federal, Henry Cisneros, objetó y calificó de racistas imágenes en las que funcionarios oficiales detenían a inmigrantes de color.

Cuando la Convención Republicana se reunió en agosto en San Diego, California, para designar a Bob Dole su candidato presidencial, el partido manifestó en su plataforma que "los extranjeros ilegales deberían recibir solo ayuda de emergencia pero ningún otro beneficio público".

Por lo tanto, según los republicanos, los hijos de esos extranjeros nacidos en Estados Unidos tampoco estarían calificados para recibir asistencia pública.

La plataforma republicana tambien se declaró favorable a revisar la 14a. Enmienda de la Constitución, que garantiza iguales derechos a los nacidos en Estados Unidos. De ese modo, pretende negar la ciudadanía automática a los hijos de inmigrantes ilegales o residentes temporarios.

No obstante, los republicanos celebraron la presencia del general Colin Powell, ex jefe del estado mayor conjunto durante la Guerra del Golfo (1991), quien presidió la convención y es la figura más popular del partido. Powell nació en Nueva York y es hijo de inmigrantes jamaicanos.

"El inmigrante hispánico que se convirtio ayer en ciudadano debe ser tan precioso para nosotros como un descendiente del Mayflower", el buque británico que desembarcó los primeros colonos en Massachusetts en 1620, dijo Powell.

Los dos principales políticos de Nueva York, el gobernador George Pataki y el alcalde Rudolph Giuliani, tambien se refirieron al asunto. Pataki, cuyos abuelos llegaron de Hungría, dijo que la plataforma podría haber despojado de la ciudadanía a su familia si entonces hubiera estado vigente.

Sin embargo, mientras los neoyorquinos elogiaron la inmigración, el candidato a vicepresidente, Jack Kemp, un ex representante de Buffalo, Nueva York, dejó de lado su oposición a medidas antiinmigratorias y apoyó las restricciones propuestas.

Al explicar su nuevo respaldo a las medidas restrictivas, Kemp dijo que había optado por aceptar que "se cierre la puerta trasera para mantener abierta la delantera".

En realidad, ese cambio reflejó la necesidad de atraer a electores de la costa occidental, en especial los de California, para contener el irresistible dominio de Clinton sobre esa vasta franja de votantes.

California es, con 54 votos en el Colegio Electoral, el estado que más peso tiene en la contienda por la presidencia.

Pero Clinton también tomó medidas desde la Casa Blanca para ganar el voto blanco.

Una ley sobre previsión social aprobada este año por el presidente niega una vasta gama de servicios públicos, como préstamos a estudiantes, a varios sectores de la población que incluyen a inmigrantes legales. También la nueva legislación antiterrorista hace aun más fácil las deportaciones.

"Convertir en chivos emisarios a los inmigrantes por los problemas que afectan a Estados Unidos se convirtió en algo aceptable", lamentó Robert Crawford, de Coalición por la Dignidad Humana, un grupo antirracista basado en Seattle.

Dole propuso como senador leyes federales para declarar el inglés lengua oficial única del país, una medida tendente a ganar adhesiones en base al rechazo a los inmigrantes. "Con todas las fuerzas que dispersan nuestro país, necesitamos el cemento del lenguaje para mantenernos unidos", dijo.

Pero también Clinton, que públicamente respalda el bilingüismo, firmó en 1987, como gobernador de Arkansas, una ley que conviritó el inglés en única lengua oficial de los documentos públicos del estado.

Durante las elecciones primarias, Pat Buchanan, comentarista político que rivalizaba con Dole, arrancó aplausos de sus simpatizantes cuando propuso construir una gran muralla entre Estados Unidos y México.

Abogados de derechos humanos dijeron que el vapuleo contra la inmigración ha sido una acción políticamente potente desde 1994, cuando más del 60 por ciento de votantes en California aprobaron la Proposición 187.

El referendo, entonces rechazado por Kemp, buscó negar todo beneficio público a familias de inmigrantes ilegales.

"Definitivamente, hay un fuerte sentimiento antiinmigrante, antihispánico y antiasiático en California", dijo Michael Novick, director del grupo Pueblo contra el Terror Racista, quien sostuvo que muchos sienten que perdieron "el sueño californiano".

Novick manifestó que los mexicanos son quienes sufren el rechazo más fuerte, pues constituyen el grupo de inmigrantes más numeroso en California, un estado cuyo territorio en gran parte perteneció a México hasta principios de siglo.

Los mexicanos siguen desplazándose a través de la frontera para satisfacer la demanda temporaria de mano de obra, especialmente en agricultura.

La Oficina de Censos dió cuenta que en 1993 California recibió a 250.000 inmigrantes, 60.000 de los cuales fueron mexicanos. En contraste, Nueva York tuvo menos de 2.000 inmigrantes mexicanos en relación a 14.000 personas procedentes de China e igual número de la antigua Unión Soviética.

Elton Gallegly, representante republicano de California que encabezó una iniciativa para quitar la ciudadanía a los hijos de inmigrantes temporarios o indocumentados, afirmó que los servicios sociales a esas familias costaron a su estado miles de millones de dólares.

"Dos tercios de los bebés nacidos en hospitales del distrito de Los Angeles pertenecieron a madres inmigrantes ilegales" , apuntó.

El sentimiento contra inmigrantes mexicanos creció de forma tan severa en California que en San Diego, sede de la convención republicana en agosto, los vigilantes formaron "patrullas ciudadanos" para dar caza a indocumentados.

"Se presentaron en el aeropuerto para identificar a gente que no tenía aspecto de ser un ciudadano común. Básicamente, trataron de arrestar a gente que tenía fisonomía hispánica", añadió Novick.

Un nuevo grupo, la Coalición Californiana para Reformar la Inmigración (CCIR), propone medidas aun más duras que la Proposición 187, que incluyen "deportaciones masivas y búsquedas casa por casa", afirmó el activista.

Como Clinton aventaja sustancialmente a Dole en California, algunos dirigentes republicanos recomendaron a los candidatos a legisladores batir el parche del sentimiento antiinmigratorio mediante su apoyo al CCIR.

El apoyo a la Proposición 187 fue definitiva para la reelección del gobernador Pete Wilson en 1994.

Pero las acciones contra los inmigrantes para captar el voto blanco no son aceptadas uniformemente en todo el territorio de Estados Unidos.

El gobernador de Texas, George Bush, hijo del ex presidente republicano, anunció que se opondrá a la legislación federal que niega a los hijos de inmigrantes ilegales libre acceso a la educación pública.

Muchos dirigentes políticos de Nueva York, Boston y otras ciudades del Este están también contra las restricciones. (FIN/IPS/tra-en/fah/pz/ego-mj/ip pr/96

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