/REPETICION/ELECCIONES/ ESTADOS UNIDOS: Abstención podría opacar victoria de Clinton

Con una persistente ventaja de dos dígitos sobre su rival republicano en las encuestas, el presidente estadounidense Bill Clinton se dispone a transformarse en el primer demócrata en más de 50 años que obtiene dos mandatos consecutivos en la Casa Blanca.

Pero aunque la victoria demócrata en las elecciones de este martes pueda considerarse un hecho histórico, su importancia política podría verse opacada por la tasa de abstención, de hasta 50 por ciento, y la falta general de interés de los ciudadanos.

Tan seguro es el éxito de Clinton sobre el líder republicano Bob Dole, que en los últimos 10 días los medios pasaron a ocuparse de si la victoria demócrata será lo suficientemente abrumadora como para recuperar una o ambas cámaras del Congreso.

Los 435 escaños de la Cámara de Representantes estarán en juego el 5 de noviembre, y los demócratas deberán ganar 19 más de los que poseen para recobrar el control que perdieron hace dos años.

En esa ocasión, fueron derrotados en comicios parlamentarios por los "revolucionarios" republicanos encabezados Newt Gingrich, actual presidente de la Cámara.

En el Senado, donde se disputarán 34 de los 100 escaños, los republicanos tendrían que perder tres para que la mayoría pasara a los demócratas. Muchos analistas creen que esto es improbable debido a la fuerza de los republicanos en el sur, donde un gran número de senadores demócratas están retirándose.

En vísperas de las elecciones, las encuestas sugieren que Clinton podría ganar más de 50 por ciento de todos los votos emitidos, contra el 43 por ciento que obtuvo cuando derrotó a George Bush, hace cuatro años.

Varios analistas creen que, con suerte, Dole obtendrá 40 por ciento de los 100 millones de votos que se emitirán, según se estima, pero las encuestas más recientes indican que no obtendrá más de 36 por ciento.

El Partido de la Reforma del multimillonario texano Ross Perot podría ganar entre ocho y 12 por ciento de los votos.

En 1992, Perot alcanzó un 19 por ciento, en lo que fue la mejor actuación de un tercer partido desde 1912, cuando Theodore Roosevelt derrotó al presidente William Taft en el segundo lugar, luego de Woodrow Wilson.

Sin embargo, como en anteriores comicios, los no votantes excederán por lejos a los electores del candidato ganador. Según analistas, la tendencia al aumento de la tasa de abstención, iniciada en 1961, se reanudará este año, tras llegar a 55 por ciento en 1992.

Los republicanos son los más beneficiados con la abstención, ya que ésta predomina entre los sectores más pobres de la sociedad, que se han beneficiado con los programas de bienestar social tradicionalmente promovidos por los demócratas.

Sin embargo, la indiferencia de los ciudadanos ante estas elecciones no será suficiente para salvar a Dole de la peor derrota de su partido desde que Kansan Alf Landon perdió ante Franklin Roosevelt en 1936.

Dole, el reservado parlamentario y protegido del difunto presidente Richard Nixon, realizó una campaña sin objetivos concretos y a menudo incoherente, que fue duramente criticada por casi todos en su propio partido.

Como enemigo del déficit presupuestal y acérrimo defensor del libre comercio identificado con los "moderados" del Partido Republicano, Dole transformó la reducción de 15 por ciento en la recaudación fiscal y la retórica antigubernamental y anti-ONU en las piezas centrales de su campaña.

Tras el fracaso de esa táctica, Dole apuntó sus dardos hacia algunos acuerdos cuestionables celebrados por Clinton para asegurarse contribuciones de empresarios asiáticos.

Sin embargo, los ataques no hicieron mella sobre la ventaja de Clinton, que en los últimos seis meses osciló entre 15 y 23 por ciento. Las encuestas revelan que entre las mujeres, los afroamericanos, los jóvenes, la población suburbana y la clase trabajadora, Clinton supera a Dole en 15 por ciento, al menos.

Aun en el conservador sur del país, que los demócratas perdieron por dos puntos en 1992 y se esperaba fuera el talón de Aquiles de su campaña este año, el actual mandatario lleva una significativa ventaja de 49 a 35 por ciento, de acuerdo con la última encuesta de The Washington Post.

Según observadores, la popularidad de Clinton comenzó a subir rápidamente luego del 19 de abril de 1995, cuando extremistas de derecha, inspirados en parte por la retórica de Gingrich y sus seguidores, hicieron volar un edificio federal de Oklahoma, en el peor atentado terrorista de la historia de Estados Unidos.

Otros analista consideran que la ventaja del actual presidente se debe a su desviación hacia la derecha tras la debacle demócrata de 1994.

Utilizando una estrategia recomendada por el ex asesor político Dick Morris, Clinton hizo suyas muchas propuestas de los republicanos: reducción del aparato estatal, disminución del presupuesto de bienestar social, combate a la delincuencia y uso unilateral del poder militar en el extranjero. (FIN/IPS/tra- en/jl/ml/ip/96

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