El presidente estadounidense Bill Clinton, el primer demócrata que gana una reelección en 52 años, se aseguró su segundo período en la Casa Blanca, si bien la deriva del país a la derecha sigue su marcha, según analistas políticos.
No obstante. los republicanos retuvieron el control del Senado y, con algunos estados que aún deben finalizar el escrutinio, estaban a la vanguardia en la Cámara de Representantes. Es la primera vez en 68 años que los republicanos resultan reelectos en todo el Congreso.
En su discurso de victoria, Clinton dijo a sus partidarios que le espera una "dura tarea" en la construcción de puentes con la oposición, si bien el pueblo "ha enviado un mensaje con su voto que presidente demócrata y el Congreso republicano deben trabajar mancomunadamente".
El rival republicano de Clinton, Bob Dole, dió sus congratulaciones al vencedor por teléfono, pese a que hace dos años lo descartó para un segundo período tras una serie de escándalos en la Casa Blanca y algunas derrotas políticas.
El programa más liberal de Clinton, como la reforma del sistema de salud y el apoyo a los homosexuales en el servicio militar, abrió camino a cortes en la seguridad social, más policías en las calles y restricciones de los gastos públicos para apaciguar a los conservadores.
La tendencia continuó en la campana preelectoral. Mientras los derechistas republicanos atacaron a los "liberales", los demócratas se cuidaron de tildar a sus rivales de "conservadores" y se cubrieron con el manto de "moderados", señalaron analistas.
Ese giro generalizado a la derecha fue subrayado en un sondeo durante la campaña, porque mostró que el 44 por ciento de los encuestados se consideraban "moderados", 34 "conservadores" y 16 "liberales". Solo el seis por ciento dijo "no sé".
Otros sondeos realizados tres días antes del comicio detectaron que muchos votantes indecisos se pronunciaron masivamente por el republicano Bob Dole (47 por ciento), en comparación con Clinton (23 por ciento).
Sin embargo, la última arremetida de Dole no fue suficiente. Clinton mantuvo una ventaja de dos dígitos durante la campaña y se benefició con la relativa salud de la economía, que prosiguió su modesto crecimiento, mantuvo un bajo índice de inflación y aseguró la creación de puestos de trabajo.
Durante el mandato de Clinton se crearon 10 millones de empleos.
"Es muy duro cuando uno debe competir con un presidente afianzado, especialmente cuando éste ha adoptado nuestro lenguaje y se ha apoderado de nuestra agenda', declaró el jefe de la mayoría republicana en el Senado, Trent Lot.
En las primeras horas de este miércoles, las proyecciones televisadas mostraron que Clinton triunfó en 30 de los 50 estados de la Unión y el Distrito de Columbia, que le dieron 375 sufragios electorales, 105 más de los 270 necesarios. Dole se adjudicó 15 estados y 132 votos electorales.
En el voto popular, tres redes de televisión señalaron que Clinton obtuvo el 50 por ciento del favor del electorado, contra el 42 de Dole y el ocho del candidato reformista Ros Perot.
Clinton, de 50 años, es el presidente estadounidense más joven que gana un segundo mandato de cuatro años.
Entretanto, las proyecciones tambien dieron cuenta que los republicanos mantuvieron la mayoría en la Cámara de Representantes y en el Senado, que arrebataron a los demócratas por primera vez en cuatro décadas.
Hasta el momento, los republicanos mantienen 235 de los 435 escaños de la cámara y entre 53 y 47 del Senado. Esto dió a los republicanos 18 de las 34 bancas en lisa en el Senado, mientras los democrátas se adjudicaron 14 de las 18 que necesitaban para reconquistar la mayoría.
La afluencia de votantes fue la más baja de todos los tiempos con solo el 49 por ciento de los 190 millones en condiciones de sufragar, una profunda declinación respecto al 55,9 que concurrió a las urnas en 1992.
De todas maneras, Estados Unidos siempre tuvo un índice muy bajo de votantes, que promedió el 55 por ciento desde 1940. Solo 148,7 millones de los 190 se molestaron esta vez en ir a las urnas. (FIN/IPS/tra-en/mk/rj/ego/ip).
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