Las nuevas usinas económicas de Asia afirmaron ante la Cumbre Mundial de Alimentación que sus campos de arroz y sus océanos podrán alimentar en el futuro, no sólo a sus poblaciones crecientes sino también a parte de la humanidad.
China rechazó este viernes las predicciones de que un día tendría que comprar crecientes cantidades de alimentos para satisfacer sus necesidades, y dijo confiadamente que su granja se cuenta ahora entre las más productivas del mundo, alimentando a una quinta parte de la población mundial.
Beijing ha logrado alimentar a una población china superior a 1.000 millones de dólares "pese al hecho de que la proporción de tierra fértil por habitante es inferior al promedio mundial", de acuerdo a lo dicho por el primer ministro chino, Li Peng.
La cosecha de granos del año pasado en China fue de 466 millones de toneladas, y el rendimiento de cereales por habitante fue de 386 kilogramos, superior al promedio mundial.
Otras producciones, por habitante, fueron como sigue: 41 kilogramos de carne, 14 de huevos, 21 de alimentos acuáticos, 35 de fruta y 198 de verduras, que según Li también fueron superiores al promedio mundial.
Li agregó que con la utilización de la más avanzada tecnología agrícola, China logrará cultivar sus aproximadamente 20 millones de hectáreas de tierras improductivas.
El primer ministro declaró que China desea compartir su prosperidad agrícola con el resto del mundo, pero que el comercio internacional de estos productos deberá realizarse sobre bases de "igualdad y beneficio mutuo".
Antes que China intervino Tailandia, uno de los mayores exportadores de arroz del mundo. El viceprimer ministro tailandés, Kasem S. Kasemsri, se refirió a su "obligación, como miembro responsable de la comunidad mundial, de demostrar nuestro compromiso con la erradicación del hambre".
Kasemsri recordó que el otro renglón principal de su producción – la pesca- está amenazado por el exceso de capturas y el vertido de productos químicos en los mares.
El gobernante tailandés exigió un control más estricto de las prácticas pesqueras que destruyen el ambiente y ratificó el apoyo de su país a la Declaración de Kyoto (1995), que postula una explotación sostenible de los frutos del mar.
El presidente de Indonesia, Suharto, recordó que la seguridad alimentaria es prioritaria en el Movimiento de Países No Alineados, que en la Declaración de Bali (1994) reafirmó que la alimentación es un derecho fundamental, oponiéndose al uso de los alimentos como arma política o económica.
"Indonesia desea compartir su experiencia con otros países que estén esforzándose por mejorar en bienestar de los agricultores y la seguridad alimentaria", afirmó Suharto.
El líder indonesio añadió que las naciones ricas deberían permitir el libre acceso a las exportaciones de estos productos provenientes del mundo en desarrollo, si fuera seria su intención de garantizar la alimentación para todo el mundo.
Indonesia y otros países miembros de la Asociación de Estados del Sudeste Asiático (ASEAN) crearon la Junta de Reserva para la Seguridad Alimentaria del grupo, que verifica la evolución del mercado mundial de arroz y al mismo tiempo administra su propia Reserva de Arroz de Emergencia.
Cada uno se los siete miembros de ASEAN debe almacenar una reserva de arroz de emergencia -lo que actualmente supone un total de 67.000 toneladas- para atender situaciones imprevistas de escasez de alimentos en cualquiera de ellos. (FIN/IPS/tra-en/mu/mk/arl/dv/96
