BIRMANIA: Corazón Aquino advierte sobre estallido de violencia

La ex presidenta de Filipinas Corazón Aquino advirtió en que el bloqueo de la junta militar de Birmania a la libre expresión pacífica puede desatar un estallido de violencia en todo el país.

Aquino se sumó en Manila a 100 manifestantes demócratas de la región para exhortar a Rangún a aliviar la cada vez más tensa situación en Birmania mediante conversaciones con la líder de la oposición y premio Nobel de la Paz, Aung San Suu Kyi.

"El obstinado rechazo del Consejo (gobernante) a desbloquear vías a la libre expresión pacífica acumula nubes de descontento que pronto pueden volverse tóxicas y desatarse violentamente en todo el territorio", dijo la ex presidenta.

Aquino fue electa presidenta y llevada al poder en 1986 por un movimiento popular que desplazó al fallecido dictador Ferdinando Marcos.

Los grupos demócratas sostienen que la política de "relaciones constructivas" con el régimen militar de Birmania es ineficaz para promover la democracia en el país asiático, y los gobiernos regionales deben cambiar de actitud si quieren evitar la represión cada vez mayor en Rangún.

Activistas contra el régimen militar se reunieron por separado la semana pasada en Bangkok y el fin de semana en Manila, para presionar a los gobiernos del sudeste de Asia para que tomen actitudes más agresivas hacia la junta militar birmana.

Aquino advirtió que los gobiernos regionales deben hacerse cargo de la situación de la oprimida población birmana, en lugar de esperar una "revolución violenta" contra el régimen del Consejo Estatal para la Restauración de la Ley (SLORC).

Desde 1988, cuando los militares birmanos acallaron brutalmente un alzamiento popular, ganándose el ostracismo internacional, la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) es de los pocos en respaldar al régimen de Rangún en foros internacionales.

ASEAN, que comprende a Brunei, Indonesia, Malasia, Singapur, Tailandia, Filipinas y Vietnam, afirma que los hechos en Birmania son asuntos internos del país y se opone a la interferencia extranjera.

Esta posición se mantuvo a pesar de la negativa del régimen a reconocer el resultado de las elecciones realizadas en 1990, ganadas por la Liga Nacional Pro Democracia (NLD), de Suu Kyi, y las violaciones a los derechos humanos denunciadas por varios grupos internacionales.

Ultimamente el régimen ha impedido que Suu Kyi, bajo arresto domiciliario durante casi seis años, hasta julio de 1995, lleve a cabo reuniones políticas fuera de su casa de Rangún, y detuvo a miembros y simpatizantes de la NLD.

Activistas partidarios de la democracia presionan a los gobiernos de ASEAN para que rechacen la solicitud de Birmania de ingreso al grupo regional.

Indonesia y Malasia están interesados en facilitar el ingreso del régimen de Rangún, pero, más recientemente, Filipinas, Tailandia y Singapur manifestaron sus reservas, lo cual es en parte atribuido por analistas a las presiones de los grupos prodemócratas. (FIN/IPS/tra-en/tg/cpg/lp/ip-hd/96

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