Brasil ignoró al pueblo hermano de Timor Oriental, porque sus diplomáticos son "excesivamente pragmáticos", lamentó en entrevistas publicadas hoy el timorense José Ramos Horta, distinguido este año con el Premio Nobel de la Paz.
Ramos Horta, que compartió el Nobel con el obispo Carlos Felipe Ximenes Belo, también de Timor Oriental, manifestó "enorme tristeza" por la posición diplomática de Brasil frente a su país, una ex colonia portuguesa ocupada por Indonesia desde 1975.
Brasil, "una de las mayores economías del mundo", también vivió "años de dictadura, con muertes, exiliados y torturados", no debió "ignorar a un pueblo hermano menor", dijo Ramos Horta, quien se hallaba en Sydney y fue consultado telefónicamente por el diario brasileño O Globo.
La consolidación de su democracia y su recuperación económica ponen a Brasil en condiciones de "revisar su política en relación a Indonesia", dijo el ganador del Premio Nobel, que se desempeña como secretario de relaciones internacionales de la resistencia de Timor Oriental.
Su comercio con Indonesia no debe impedir a Brasil, miembro de la comunidad lusófona, pronunciarse firmemente a favor de la independencia de Timor Oriental, agregó.
Así mismo, el militante timorense señaló a otro diario, Folha de Sao Paulo, que los diplomáticos brasileños a los que atribuye exceso de pragmatismo "siempre tuvieron la vida fácil, provienen de la elite y nunca participaron en la lucha contra la dictadura ni contra el colonialismo".
Por eso "no tienen la sensibilidad de muchos otros diplomáticos que conozco", dijo Ramos Horta.
El apoyo de Brasil al pueblo timorense no afectaría las relaciones de este país con Indonesia, pues el régimen de Jakarta "no tiene capacidad económica o política para enfrentarse a todas las naciones favorables a la causa de Timor Oriental", opinó.
Un eventual pronunciamiento del presidente brasileño Fernando Henrique Cardoso en respaldo de Timor Oriental tendría "una importancia enorme", pues sería tomado en cuenta por Estados Unidos, afirmó Ramos Horta.
Así mismo, indicó que Portugal ha respaldado decididamente la lucha de los timorenses, incluso contra la intransigencia de sus grandes aliados europeos y de Estados Unidos. "En el futuro no habrá en el mundo dos países con relaciones tan fuertes como Portugal y Timor Oriental", concluyó.
Ramos Horta aseguró que Indonesia mantiene de 20.000 a 30.000 soldados en Timor Oriental, una cantidad desproporcionada, ya que la ex colonia portuguesa sólo tiene 820.000 habitantes y un territorio de 15.000 kilómetros cuadrados.
También denunció que la tortura de detenidos es frecuente, hay centenares de personas encarcelados y 30 por ciento de los jóvenes timorenses están desempleados.
Ramos Horta se declaró sorprendido ante la decisión del comité noruego de concederle el Premio Nobel de la Paz. Según dijo, la distinción debió otorgarse a Xanana Gusmao, "verdadero líder del pueblo de Timor Oriental", preso en la capital indonesia.
El activista explicó que destinará el dinero del premio a la creación de una fundación proyectada para financiar actividades diplomticas y programas humanitarios en Timor Oriental. (FIN/IPS/mo/ff/ip/96
