El gobierno de Chile comenzó a bonificar el precio del cobre ante su caída en los mercados internacionales y aplicará desde el lunes un subsidio a la gasolina para contrarrestar el impacto del alza en la cotización del petróleo.
Chile, el mayor productor y exportador mundial de cobre, con 30 por ciento de la oferta, es también uno de los países más dependientes de las importaciones de petróleo, que cubren 90 por ciento de la demanda interna.
El fenómeno combinado de la caída en los precios del metal, por el llamado efecto Sumitomo, y del alza del crudo por la tensión bélica en Iraq, obligó al gobierno de Eduardo Frei a aplicar en ambos casos fondos de estabilización.
El Fondo de Estabilización del Cobre, creado en 1987, se volvió a utilizar después de nueve años, para destinar durante el trimestre octubre-diciembre siete millones de dólares para sostener los ingresos previstos por exportaciones del metal.
El fondo debe operar cada vez que la cotización internacional del cobre en el curso de un trimestre se sitúa al menos en seis centavos de dólar por debajo del precio previsto en la Ley de Presupuesto del Estado.
En el trimestre julio-septiembre, las transacciones en la Bolsa de Metales de Londres dieron un promedio ponderado de 89,745 centavos de dólar la libra de cobre, casi nueve centavos por debajo de los 98 centavos previstos en la Ley de Presupuesto para este año.
En el periodo abril-junio, el precio promedio fue de 1,12 dólares la libra, pero en junio se desató el escándalo de la empresa japonesa Sumitomo, provocado por las operaciones especulativas de Yasuo Hamanaka, operador de mercados a futuro de esa firma.
Las pérdidas causadas por Hamanaka, que superan los 2.000 millones de dólares, obligaron a Sumitomo a lanzar sus reservas al mercado para resarcirse del perjuicio, y la sobreoferta abatió los precios.
Las ventas de cobre de Chile, que superan los dos millones de toneladas, representaron en 1995 alrededor de 40 por ciento de los ingresos por comercio exterior, que en 1996 será seguramente deficitario, luego de dos años de superávit.
A la caída de los ingresos generados por la exportación de cobre se suma el mayor gasto en importaciones de petróleo, cuyo precio por barril se situó esta semana en torno de los 25 dólares, uno de los más altos desde la guerra del Golfo de 1991.
La estatal Empresa Nacional del Petróleo (ENAP) dispuso desde este sábado un nuevo aumento de precio de las gasolinas del orden de dos por ciento, cuyo costo promedio para los usuarios en Chile es de alrededor de 50 centavos de dólar el litro.
El ministro de Minería, Benjamín Teplizky, señaló que de no existir el Fondo de Estabilización del Petróleo, creado en 1991, ENAP se habría visto obligada a decretar un incremento mayor de los combustibles.
Desde este lunes se aplicará nuevamente el mecanismo del fondo con un subsidio de 0,88 por ciento, equivalente a 1,74 dólares por metro cúbico del petróleo que la empresa estatal vende a los distribuidores privados de gasolinas a 198,33 dólares. (FIN/IPS/ggr/ff/if/96
