El independentismo vasco, que tiene en España su principal referencia en la ilegal organización ETA, crece entre los adolescentes del País Vasco, que se manifiestan en las calles con violencia y aspiran a militar en aquella.
En las últimas semanas cientos de jóvenes independentistas provocaron incidentes en las tradicionales fiestas populares del verano y que se suceden unas a otras, en aldeas, pueblos y ciudades.
En la madrugada del domingo, en la localidad de Elgóibar, un grupo de jóvenes arrojó un "cóctel Molotov"a un grupo de ciudadanos que les reprochaban que aprovechasen las fiestas para provocar incidentes, cuando se aprestaban a incendiar unos contenedores de basura.
Uno de los agredidos permanece internado con más de 20 por ciento de su piel quemada.
Esa misma madrugada fue detenido un menor, encapuchado, cuando se aprestaba a arrojar otro "cóctel Molotov". Su nombre es Iraultza, que en vascuence significa "Revolución".
Su padre, José Arluziaga, de 37 años, lleva 14 años en prisión, tras ser condenado a cien años por colaborar con Eta.
El sociólogo de la Universidad de Deussto Javier Elzo afirmó este martes que los motivos que llevan a gran cantidad de jóvenes vascos a apoyar a Eta son sociales, como el gran desempleo, y políticos.
Recordó que la coalición electoral próxima a la organización independentista obtiene entre 13 y 15 por ciento de los votos.
Por otro lado, el Defensor del Pueblo (organismo parlamentario) en el País Vasco, Xabier Markiegi, manifestó que los "cachorros pro-etarras" son violentos porque creen estar inmersos en un estamento militar.
En declaraciones al matutino El Mundo, Markiegi agregó que ello responde a "una estrategia diseñada para dar una imagen violenta del País Vasco".
Los adultos, añadió, "tiran la piedra y esconden la mano", aprovechando que los menores de edad no pueden ser procesados ni condenados a prisión.
Las acciones de los jóvenes y adolescentes simpatizantes de Eta se producen durante todo el año y se concretan en el incendio de mobiliario urbano, automóviles, sedes comerciales, bancarias y políticas, así como contra patrulleros de la policía autónoma vasca.
Ante esa situación el gobierno autónomo vasco, una coalición del mayoritario y moderado Partido Nacionalista Vasco (PNV) y del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), está culminando un plan para disminuir la violencia juvenil.
El plan estará listo a finales de septiembre y según trascendidos de fuentes próximas a ese gobierno, contendrá elementos policiales, sociales y jurídicos, aunque pondrá el énfasis en la educación.
Entre los policiales se encuentra una polémica propuesta de instalar cámaras de televisión en los lugares públicos para filmar a los promotores y ejecutores de los desórdenes.
Hay quienes sostienen que esa medida puede ser inconstitucional y violar la intimidad de los transeúntes, pero desde el gobierno se la impulsa como una manera de disuadir a los violentos.
Además de los daños a personas, las acciones de los jóvenes y adolescentes acarrearon pérdidas millonarias, según fuentes oficiales. Una afirmación que el portavoz de la coalición Herri Batasuna (HB, próxima a Eta) en San Sebastián, Joseba Pemach, calificó de falsa.
Según Pemach no cabe esa alarma, pues "la gran mayoría de los desperfectos por incidentes políticos o sociales son cubiertos por el seguro".
Sólo en el primer semestre del año y sólo en la ciudad de San Sebastián, los manifestantes independentistas quemaron 10 autobuses del servicio público, además de coches y diversos locales y mobiliario urbano. (FIN/IPS/td/jc/ip/96