La policía federal de Argentina reprimió con palos y carros hidrantes la habitual marcha de los jueves que realizan las Madres de Plaza de Mayo desde hace 20 años en reclamo por sus hijos desaparecidos.
A raíz del masivo paro general que se realizó este jueves en todo el país, el Ministerio del Interior prohibió que se realicen manifestaciones y reprimió al menos cinco ollas populares que se iban a instalar en plazas públicas.
En un virtual estado de sitio, la céntrica Plaza de Mayo es fuertemente custodiada por la policía pese a la desolación del paseo -situado frente a la sede del gobierno nacional-, debido a la adhesión a la huelga contra el alto desempleo y el ajuste económico.
Las madres, que desde 1976 dan vueltas a la pirámide situada en la plaza de la que tomaron su nombre, se acercaron en la tarde de este jueves al paseo acompañanadas por un puñado de jóvenes y por el premio Nóbel de la Paz (1980) Adolfo Pérez Esquivel.
"Quisimos comunicarnos con el ministro del Interior (Carlos Corach) pero estaba en una reunión. El siempre está en reuniones pero por lo visto nunca es para resolver los problemas de la gente", ironizó Pérez entre las ancianas, todos mojados.
La policía, que no permitía que nadie se detuviera en la plaza por la orden del Ministerio del Interior, reprimió a las madres y a quienes las acompañaban. Todas terminaron empapadas por la acción de los carros hidrantes y algunos jóvenes fueron fuertemente golpeados.
El concejal centroizquierdista Norberto La Porta, que vio los incidentes desde el edificio del Concejo de la Ciudad de Buenos Aires, se acercó al lugar inmediatamente y consideró "inaudita" la forma en que se atacó a los tradicionales manifestantes de los jueves. (FIN/IPS/mv/dg/hd/96)
