Una conjunción de oportunidades e iniciativas está permitiendo a Rio de Janeiro afirmar su vocación natura para convertirse en el siglo XXI en una potencia en materia de industria audiovisualv deportes y turismo.
La gran palanca para ello, conseguir ser sede de las Olimpíadas de 2004, depende aún de una decisión del Comité Olímpico Internacional (COI) en noviembre del próximo año.
Pero en el gobierno existe gran optimismo en que triunfará ese proyecto, que supone inversiones de 4.000 millones de dólares para preparar la ciudad.
El presidente del Comité Rio-2004, Ronaldo Cesar Coelho, estima, basándose en las experiencias anteriores de Seúl y Barcelona, que Rio podrá multiplicar por siete los turistas que recibe anualmente, 1,15 millones, si es escogida como sede de las olimpíadas.
Por cada dólar invertido se puede obtener nueve en turismo y otros negocios generados por los Juegos, o sea mas de 30.000 millones en diez años, espera Coelho.
Independientemene de las Olimpíadas, Rio de Janeiro será un gran centro productor audiovisual, por decisión del presidente Fernando Henrique Cardoso y autoridades locales.
Para ello se están adoptando medidas de estímulo al cine nacional y a la producción local.
Las empresas podrán descontar hasta tres por ciento del monto del impuesto a las utilidades según sus inversiones en películas nacionales y las personas físicas en hasta cinco por ciento.
Para hacer de Rio la capital audiovisual del país, habrá estímulos locales e inversiones en infraestructura, como laboratorios y capacitación de técnicos.
La ciudad ya concentra la mayor parte de la producción cinematográfica brasilera, que alcanzó más de cien largometrajes en algunos años de la década del 70, destacó Charles Rossi, coordinador de una de las comisiones empresariales que discuten el programa.
La opción por la economía del ocio es consecuencia lógica de la tradición cultural y turística de la ciudad y de su naturaleza privilegiada.
Las Olimpíadas celebradas el mes pasado en la ciudad estadounidense de Atlanta confirmaron a esta ciudad como potencia en vóleibol de playa y yachting, disciplinas en las que deportistas locales ganaron medallas de oro y plata.
Pero responde también a la importancia creciente de los espectáculos audiovisuales, deportes y turismo en la economía mundial.
El proyecto olímpico está vinculado a la imagen ambiental que tiene Rio desde que acogió la Conferencia de Naciones Unidas sobre Medio Ambiente y Desarrollo, en junio de 1992.
La descontaminación de las aguas, especialmente de la enorme Bahía de Guanabara, en la que tendrían lugar las competencias de regatas, es parte central del proyecto, tal como la protección y recuperación de areas ambientales importantes de la ciudad.
La proyección ambiental de Rio se fortalecerá también con la Conferencia "Rio + 5", que reunirá en marzo a representantes y expertos de unos 50 países, para evaluar la aplicación de las resoluciones de la Cumbre de 1992 en estos cinco aos.
Las Olimpíadas deberían temer un fuerte impacto social en la ciudad. Además de los miles de empleos generados por las obras, se prevé una reforma en el sistema de transportes y la construcción de departamentos para delegaciones y periodistas extranjeros, estadios e instalaciones deportivas.
La Villa Olímpica, destinada a alojar unos 12.000 atletas, junto con el estadio principal y mejoras en un hospital, quedarán como herencia para la Universidad Federal de Rio de Janeiro, que se convertiría así en el centro de enseñanza mejor equipado del país.
Rio, Buenos Aires y San Juan de Puerto Rico son las ciudades que disputan el privilegio de ser sede de los primeros juegos olímpicos en América Latina. La sudafricana Ciudad del Cabo, Estambul, Roma, Atenas, Sevilla, Estocolmo, Lille (Francia) y San Petersburgo son sus rivales.
Un factor negativo amenaza el sueño carioca, el de la seguridad, que ya provocó grandes pérdidas al turismo en Rio de Janeiro en los últimos años.
Cesar Coelho espera neutralizar ese factor con la experiencia exitosa de la cumbre ambiental de 1992 y un plan de seguridad favorecido por la concentración de las competencias olímpicas en una isla de la Bahía de Guanabara, que tiene sólo dos vías de acceso.
Además el deporte es una de las principales armas contra la violencia urbana, argumentó el presidente Cardoso al suscribir el proyecto que Rio presentará al COI.
"El niño que corre tras una pelota rechaza las drogas y tiene más ganas de estudiar", afirmó, basándose en un proyecto deportivo de Rio de Janeiro, financiado por una empresa transnacional, que en seis años logró prácticamente eliminar la delincuencia infanto-juvenil y la evasión escolar en Mangueira, una de las más antiguas villas miseria de la ciudad. (FIN/IPS/mo/dg/pr-if-sp/96
