Un juez paraguayo convirtió hoy en prisión el régimen de detención preventiva a que estaba sometido el general retirado Lino Oviedo, acusado de sublevarse contra el gobierno constitucional de Juan Carlos Wasmosy.
Oviedo permanece recluido en un centro de justicia militar desde el 13 de junio. El juez Alcides Corbetta, encargado del caso, expresó en su resolución que de las indagatoriaas y el testimonio de Wasmosy surgen indicios serios de culpabilidad del acusado, y corresponde mantenerlo privado de su libertad.
Entre los testigos interrogados por Corbetta figuraron ministros, parlamentarios, amigos personales del presidente y algunos funcionarios.
Todos ellos tuvieron alguna relación con los acontecimientos de la noche del 22 de abril, cuando Oviedo intentó desconocer la orden de Wasmosy que dispuso su su reemplazo al frente de la primera división del ejército y su retiro del servicio activo.
La decisión de Corbetta fue bien apoyada por dirigentes políticos y varios medios de prensa elogiarion la independencia de la nueva magistratura paraguaya, que fue puesta a prueba por el proceso a Oviedo.
El ex ministro del Interior Carlos Podestá atribuyó a Oviedo "creerse un emperador" e hizo votos para que la justicia siga cumpliendo con su mision.
Mientras, el legislador Juan Ernesto Villamayor, del gobernante Partido Colorado, se manifestó satisfecho por la resolucion judicial, y dijo que la prisión debe ser el destino que quienes pretendan interrumpir el proceso democrático paraguayo.
Los abogados del acusado anunciaron que solicitarán al tribunal de apelaciones la revocación del auto de prisión y la libertad de Oviedo.
Oviedo, que aspira a la candidatura por el Partido Colorado para las elecciones presidenciales de 1998, niega las acusaciones y asegura que es inminente la renuncia de Wasmosy.
El general retirado predijo al diario argentino Clarín que el presidente será derribado por las denuncias de corrupción que han sido lanzadas contra su gobierno. (FIN/IPS/ct/ff/ip/96
