CONGO: Los peces mueren a edad avanzada en ríos y en el mar

Los peces mueren a edad avanzada en los ríos del Congo y a lo largo de sus 170 kilómetros de costa atlántica, dijo un autorizado observador de la industria pesquera.

Esa fue su forma de decir que si bien Congo tiene recursos ictícolas capaces de sostener capturas anuales por 150.000 toneladas, la industria ha quedado en gran medida subdesarrollada en este país del centro de Africa.

El consumo anual de pescado en Congo es el tercero en importancia en Africa, alrededor de 30 kilos por habitante. Solo la gente de las islas Seychelles y Sao Tomé-Príncipe consume más.

Sin embargo, la captura anual en este país totaliza apenas 50.000 toneladas, un volumen muy inferior a las 80.000 toneladas que necesitan los 2,7 millones de congoleños. El resto debe ser adquirido en el exterior. En 1994, Congo compró pescado congelado, salado y enlatado por valor de 23 millones de dólares.

Como resultado, el precio del producto es muy alto.

"El pescado, en cualquier forma, es costoso aquí", se quejó Assambo Charlotte, una ama de casa. "Si uno se atreve a comer pescado salado debe pagar 3.000 CFA (seis dólares) por kilo. Ayer compré un montón de pescado de mar por 2.000 CFA pero me dí cuenta que mi familia no tenía suficiente para comer y debí cocinar otra cosa para satisfacer a mis hijos".

Paradójicamente, las aguas costeras del Congo tienen más de 150 especies conocidas de peces, junto con cangrejos, langostas, calamares y otros crustáceos a lo largo de sus 10.000 kilómetros cuadrados de plataforma continental. Los peces tambien abundan en sus numerosos ríos.

"Es verdaderamente triste comprobar que existen regiones en Congo donde escasea el pescado, cuando tenemos en abundancia", dijo Moussoki Guy, un granjero de Brazzaville.

Bizimbou Appolinaire, jefe del departamento de pesca marítima, dijo que una de las razones del relativo subdesarrollo de la industria pesquera local es que su actividad comercial comenzó recién en los años '50.

Otro motivo es que pocas estructuras disponen del equipo para practicar la pesca en gran escala y, sobre todo, "el sector pesquero en el Congo está muy desorganizado. Los pescadores no tienen la costumbre del ahorro. Viven a la jornada…", explicó.

Pocos congoleños tienen negocios de pesca. De las 190 canoas con motor fuera de borda que operan a lo largo de la costa atlántica, solo 10 pertenecen a locales. Las restantes 180 son propiedad de pescadores de Ghana, Togo, Burkina Faso (ex Alto Volta) y Benin. Su fuerza total de trabajo es de 1.777 personas, según cifras oficiales.

Otros 340 trabajan para el sector de la industria pesquera, formada por compañías que se crearon en los años '70. Su flota total es de 13 buques.

Además, 11.000 personas pescan alrededor de 32.000 toneladas anuales de peces en los ríos congoleños y estuarios, que pueden sostener una captura anual de hasta 80.000 toneladas.

Pescadores y negociantes citan diversas razones para explicar la incapacidad de mejorar ese sector productivo del Congo.

Según Jean Badie, quien abandonó la universidad para transformarse en pescador, la mayoría de la gente usa métodos y equipos muy básicos. "Empleamos canoas primitivas que son impulsadas por paletas y pescamos con redes pequeñas", explicó Badie. "Comemos una parte de la captura y, el resto, es ahumado y vendido".

Otro pescador, Otounga Jacques, dijo que mantiene su operación en reducida escala porque no tiene forma de conservar el pescado. Pesca en un río al norte del Congo y "demoro más de dos semanas en llegar con mi embarcación a Brazzavillea para vender el producto".

"Donde nosotros vivimos no hay hielo, así que nos vemos obligados a secar el pescado porque de lo contrario se descompone", agregó.

Otras trabas para el desarrollo de la industria pesquera, de acuerdo con empresarios del puerto de Pointe-Noire, la capital económica del Congo, incluyen los numerosos gravámenes que el estado impone a cualquiera que pretenda invertir en el sector.

"Parece que todo esta hecho para desalentar a la gente de negocios", lamentó Pierre Vividila, un empresario de Pointe- Noire. "Para dar un ejemplo, si uno quiere obtener una licencia de pesca industrial hay que pagar el equivalente de 55.000 dólares. Luego, si se comete una infracción, uno puede ser multado hasta por 400.000 dólares".

"Sobre todo, se debe pagar alrededor de 15.000 dólares para registrar cada embarcación. ¿Como puede esperarse que la gente tenga el coraje de invertir en el sector? En teoría, el estado alienta a la gente para que pesque, pero la realidad actual es que hace todo para despojarla", apuntó.

Las autoridades pesqueras atribuyeron ese hecho a políticas gubernamentales previas que pretendieron proteger a las compañías pesqueras de propiedad del estado.

No obstante, en la actualidad, "el estado tiene una nueva política que pone énfasis en su retiro de la producción", dijo Dominique Ebio, director general de pesca. "De ahora en adelante el rol estatal será de aprovechar y brindar un esquema al sector pesquero".

Firmas estatales como la Oficina Nacional de Pesca Interior y la Compañía Congoleña de Pesca Marítima están en proceso de ser clausuradas, mientras el estado ha vendido sus acciones en empresas pesqueras mixtas. Un fondo tambien ha sido creado para promover el desarrollo del sector. (FIN/IPS/tra-en/nrn/kb/ego/if).

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