Estados Unidos obtiene un gran provecho de sus contribuciones a la Organización de las Naciones Unidas (ONU), afirmó el presidente del órgano supremo de decisión del foro mundial.
Aunque Washington afirma que no recibe un retorno justo de sus aportes a la ONU, existen abrumadoras evidencias de lo contrario, señaló el portugués Diogo Freitas do Amaral, presidente de la Asamblea General.
"Simplemente no es verdad que Estados Unidos pague demasiado a la ONU y reciba poco a cambio", sostuvo.
Para sustentar sus afirmaciones, Freitas do Amaral indicó que empresas estadounidenses recibieron 47 por ciento de los contratos celebrados por la ONU el año pasado, por 393 millones de dólares, mientras Washington contribuyó con sólo 25 por ciento del presupuesto anual de la organización.
Además, "por cada dólar que Estados Unidos aportó en 1995 al Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (establecido en Nueva York), compañías estadounidenses obtuvieron más de dos dólares en contratos", agregó.
Por otra parte el senador republicano Jesse Helms, presidente del Comité de Relaciones Exteriores del Senado estadounidense, afirmó que proporcionar fondos al organismo mundial es "como poner dinero en un nido de ratas".
Como resultado de la oposición republicana a la contribución a la ONU, Washington es actualmente el mayor deudor individual de la organización, con una deuda de 1.200 millones de dólares.
La coincidencia de esta deuda de Estados Unidos con la obtención de los contratos más lucrativos de la ONU provocó la indignación de miembros de la Unión Europea, quienes propusieron que las compañías de países que estén atrasados en sus aportes sean excluidas de las licitaciones de la organización mundial.
Freitas do Amaral observó que mientras Estados Unidos representa 27 por ciento del producto bruto mundial, Washington aporta sólo 25 por ciento del presupuesto regular de la ONU. Por esa razón, agregó, su contribución es "menor, y no mayor, de lo que debería ser en principio".
La defensa del organismo mundial por parte del presidente de la Asamblea General se produce en un momento en que los republicanos del Congreso estadounidense no sólo procuran drásticas reducciones en los aportes a la ONU, sino también la eliminación de algunas agencias que consideran "innecesarias".
Los organismos eliminados como parte de una radical reestructuración de la ONU incluirían la Organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial y cinco comisiones regionales con sede en Bangkok, Santiago, Addis Abeba, Amman y Ginebra. (FIN/IPS/tra-en/td/pz/ml/ip/96)
