El escritor venezolano Arturo Uslar Pietri cumple este jueves 90 años, todavía lúcido y beligerante al cabo de una vida dedicada a las letras, la política, el periodismo y la formación de opinión entre sus compatriotas.
Percibido como conservador, adversario del populismo, Uslar buscó sin éxito la presidencia de Venezuela en 1963, y la última crisis política en la que se involucró fue la que produjo la destitución del ex presidente Carlos Andrés Pérez (1993).
De su pluma salieron media docena de novelas. La primera fue "Las lanzas coloradas" (1931), una pintura de la sangrienta guerra de independencia en Venezuela, que el joven Uslar escribió mientras vivía en París y la crítica ha considerado la mejor de sus obras literarias.
Con su última novela, "La visita en el tiempo" (1990), basada en la vida de Don Juan de Austria y el Siglo XVI español, Uslar obtuvo el premio Príncipe de Asturias. Varias veces fue candidato al Nobel, que le ha sido esquivo, pero ganó en cambio el Rulfo y el Rómulo Gallegos.
Otras de sus obras son "El camino de El Dorado", con el sublevado conquistador español Lope de Aguirre como protagonista, "La isla de Robinson" acerca de Simón Rodríguez, quien fue maestro de Simón Bolívar, y "Oficio de difuntos", donde intenta una aproximación a la figura de los dictadores latinoamericanos.
"Siempre hay tema para una novela, desde que las aventuras de un loco caballero andante se convirtieron en el Quijote", dijo Uslar a IPS este miércoles, mientras recibía felicitaciones y aprestos para homenajes que se le rendirán en su aniversario.
Escribir novelas "es una empresa muy dura y exigente", subrayó, "aún ante la evidencia de una crisis tan terrible como la que atraviesa América Latina y de la que puedo destacar a Venezuela y Colombia, necesitadas de un supremo esfuerzo para superar las dificultades presentes", agregó.
Descendiente de inmigrantes alemanes y corsos, Uslar Pietri nació en Caracas el 16 de mayo de 1906, en el seno de una familia acomodada, estudió abogacía y en 1928, año de una rebelión estudiantil contra el dictador Juan Vicente Gómez, vio la luz su primer libro de cuentos, "Barrabás y otros relatos".
Cuando regresó de Europa, Uslar se unió a los sectores que apoyaron a los presidentes de la transición postgomecista, Eleazar López e Isaías Medina (1935-1945), y propaló como propuesta para Venezuela la consigna de "sembrar el petróleo".
Esa consigna marcó parte de los debates políticos y económicos en Venezuela durante medio siglo, porque implica usar los recursos que deja un azar de la naturaleza en desarrollos agrícolas e industriales, intensivos en capital y mano de obra que a su vez debe capacitarse y prosperar.
Todavía hoy Uslar destaca la paradoja de que Venezuela es un país con enormes riquezas naturales y habitado por un pueblo pobre que se empobrece cada vez más. "Morimos de mengua sobre un colchón de 600.000 millones de dólares", dice en alusión a las reservas probadas de petróleo.
Uslar fue ministro de Educación y del Interior e los tempranos 40, y era el delfín e ideólogo del régimen cuando se produjo el cruento golpe de Estado en 1945.
Ese golpe colocó en el poder a militares jóvenes y al partido populista y socialdemócrata Acción Democrática (AD), de Rómulo Betancourt, quien creó tribunales especiales para juzgar por presunta corrupción a Uslar y otras autoridades depuestas.
Primero en el exilio y luego en el país, cuando el poder quedó definitivamente en manos militares en 1948, Uslar se dedicó a escribir y, al llegar la televisión a Caracas en los años 50, creó un programa de difusión de la cultura occidental, bautizado "Valores Humanos".
Con dominio de la elocución y la didáctica, Uslar exponía a sus "amigos invisibles" sobre los más variados e imprevistos temas del conocimiento, y los venezolanos terminaron adoptándolo como el intelectual por antonomasia.
Sus duros detractores populistas e izquierdistas, sobre todo de AD, incluso se mofaron presentándolo como "un océano de conocimientos de un centímetro de profundidad", mientras Uslar multiplicaba su actividad de cuentista, ensayista y columnista.
Munido de una gran popularidad y restablecida la democracia desde 1958, Uslar fue candidato presidencial independiente en los comicios de 1963, con apoyo de grupos de empresarios, pero resultó vencido por los partidos tradicionales.
Desde 1964 se produjo un acercamiento a sus antiguos rivales de AD, en 1968 apoyó como candidato a otro independiente, el actual canciller Miguel Angel Burelli, y en el período 1969-1974 efectuó una labor parlamentaria más bien discreta.
Durante el primer gobierno del socialdemócrata Pérez (1974- 1979), Uslar fue embajador de Venezuela ante la UNESCO (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura) y luego se retiró de la vida política institucional.
Se matuvo en cambio como persistente formador de opinión pública en defensa de los valores de Occidente frente al campo socialista, en contra del estatismo y a favor del mercado, desde antes que la actual ola neoliberal arropase América Latina.
En 1991, a la cabeza de un "grupo de notables", hizo campaña por la renuncia colectiva de la Corte Suprema de Justicia y la renovación de los poderes públicos, y fue de quienes advirtió sobre el peligro de un golpe de Estado en Venezuela.
Luego de la cruenta rebelión militar de febrero de 1992 y abierta una crisis de gobernabilidad, Uslar propugnó como "salida democrática" la renuncia de Pérez, quien sorteó otra asonada en noviembre pero fue apartado de la presidencia por los poderes Legislativo y Judicial en mayo de 1993.
Durante esa crisis y después de ella, Uslar ha favorecido un "gobierno de concentración nacional", que sume la mayor cantidad posible de sectores en un compromiso para reformar el Estado "que en el resto del mundo vive de la Nación, pero en Venezuela es al revés".
Por encima de todas esas vicisitudes políticas, dice el crítico Jesús Sanoja, queda la obra literaria, de la cual "Las lanzas coloradas" tiene suficiente entidad "para hacer por sí sola a Uslar un pilar de la narrativa venezolana". (FIN/IPS/hm/jc/cr/96)
