ARGENTINA-URUGUAY: La guerra sucia rodea a los presidentes

Las repercusiones de la "guerra sucia" en Uruguay y Argentina parecen no tener fin e involucran actualmente a los presidentes de ambos países.

Así, un acuerdo entre ambos, habría llevado al presidente de Uruguay, Julio Sanguinetti, a proteger a ex guerrilleros en su país, a cambio del indulto a violadores de los derechos humanos uruguayos otorgado por su homólogo de Argentina, Carlos Menem.

Así lo afirma el periodista argentino Armando Vidal en un capítulo de su libro "El Congreso en la Trampa", en el cual analiza las violaciones a los derechos humanos en ambas naciones.

La revelación tiene lugar en un momento que en Uruguay se produce una ofensiva de las organizaciones humanitarias y de varios dirigentes políticos por conocer el destino de más de un centenar de desaparecidos uruguayos en ambos países.

La investigación literaria se centra en el secuestro y posterior asesinato del ex senador uruguayo Zelmar Michelini y de su compatriota Héctor Gutiérrez Ruiz, ex presidente de la Cámara de Diputados, el 20 de mayo de 1976, en Buenos Aires, donde estaban refugiados.

Según Vidal, Sanguinetti, durante su primero gobierno (1985- 1990), que sucedió al régimen militar, aceptó dar refugio a los ex guerrilleros argentinos Fernando Vaca Narvaja y Roberto Cirilo Perdía, a pedido del entonces embajador de Argentina en Ecuador, Miguel Unamuno.

Ambos guerrilleros, ex integrantes del grupo Montoneros, estaban requeridos por Interpol y utilizaron Uruguay como base previa a su regreso a la Argentina, mientras esperaban ser amnistiados.

Vaca Narvaja y Perdía tenían una estrecha relación con el actual embajador uruguayo en Argentina, Juan Ferreira, con quien habían coincidido durante el exilio y a cuyo casamiento asistieron durante su permanencia en Montevideo.

Del libro surge que ese favor de Sanguinetti recibió como contrapartida la amnistía otorgada por el presidente argentino Carlos Menem a los militares uruguayos José Gavazzo, Jorge Silvera y Manuel Cordero y al policía Hugo Campos Hermida, tras las violaciones a los derechos humanos en territorio argentino.

La operación fue realizada con el marco de la guerra sucia en ambos países y a través del "Plan Cóndor"que coordinaba la acción militar en varios países de América Latina al amparo de la "doctrina de la seguridad nacional" impuesta por los militares.

Los cuatro uniformados uruguayos fueron indultados en Argentina el 6 de octubre de 1989, en una lista que también incluía a Vaca Narvaja y Perdía, entre otros.

Los militares y policías acusados de violaciones a los derechos humanos ya habían sido amnistiados en Uruguay por una controvertida ley de 1986.

El libro reproduce un supuesto diálogo entre Sanguinetti y Unamuno, en 1991, en el cual el mandatario uruguayo le dijo al político argentino que "por aquello de que amor con amor se paga, pude solicitarle a Menem que incluyera en los indultos a Gavazzo…".

Unamuno dijo a una radio uruguaya que "el diálogo existió, aunque no me acuerdo de las características, porque no llevo registro taquigráfico".

El político argentino, del gobernante Partido Justicialista,, recibió en Ecuador a Sanguinetti en 1991 para agasajarlo y allí tuvo lugar el supuesto diálogo.

Unamuno aclaró a la emisora uruguaya que lo que haya hecho luego de aceptar su pedido el mandatario uruguayo "es una cosa que escapa a mi persona. No puedo decir algo que no me consta".

En cambio, un vocero de Sanguinetti dijo a IPS que el presidente no hará declaraciones sobre este tema, pero calificó la versión como un "disparate".

Por su parte, el secretario general del gobernante Partido Colorado, Hugo Fernández Faingold, sostuvo que la información "es falsa de principio a fin", afirmación que, dijo, surge tras consultar a "todas las fuentes que tenían la posibilidad de expresarnos algo al respecto".

La viuda de Gutiérrez Ruiz, Matilde Rodríguez Larreta, apeló a la prudencia: "este episodio es demasiado importante como para hacer reflexiones sobre un hecho que por ahora no se sabe el alcance que tiene".

Rodríguez Larreta, Elisa Dellepiane, viuda de Michelini, y su hijo Rafael, junto con organizaciones humanitarias y sociales, participarán este lunes de una "Marcha por la verdad".

Rafael Michelini, del minoritario pero influyente partido Nuevo Espacio, dijo al diario argentino Clarín que recientemente se reunió con el comandnte en jefe del ejército argentino, Carlos Balza, para dialogar sobre el secuestro y asesinato de su padre.

Michelini dijo que Balza le confirmó que los aparatos represivos de Uruguay, Chile, Brasil y Paraguay, operaban en territorio argentino.

"No hubo datos ni nombres, pero uno de los asesores del general estaba muy al tanto de quien era mi padre y de qué había ocurrido", dijo el politico uruguayo.

El senador pretende "buscar la verdad y escuchar por boca de los militares (uruguayos), la palabra perdón". (FIN/IPS/rr/dm/hd- ip/96)

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