El derechista Partido Acción Nacional (PAN) de México y analistas cercanos a la izquierda criticaron hoy los acuerdos suscritos, tras seis meses de diálogo, entre el gobierno y las fuerzas políticas para "democratizar" el país.
El PAN, primera fuerza de oposición, que se retiró en febrero de las negociaciones por problemas electorales, consideró los acuerdos "una mezcla de buenas intenciones con propósitos confusos y antidemocráticos".
Calificados de "históricos" por el gobierno, estos acuerdos establecen compromisos para alentar reformas constitucionales que excluyan a los poderes Ejecutivo y Legislativo del Instituto Federal Electoral, el cual pasaría a depender del poder Judicial.
También definen propuestas para incorporar el referéndum, permitir que voten los mexicanos residentes en el extranjero, regular el acceso de candidatos y partidos políticos a los medios de comunicación y reducir la duración de las campañas políticas.
Los acuerdos, que serán analizados por el Congreso en mayo, fueron anunciados este lunes por los líderes del gobernante Partido Revolucionario Institucional (PRI), el centroizquierdista Partido de la Revolución Democrática (PRD) -tercera fuerza política del país- y la Secretaría de Gobernación (Interior).
Según el analista Luis Javier Garrido, asesor del Ejército Zapatista de Liberación Nacional en los diálogos de paz que ese grupo mantiene con el gobierno desde 1995, los acuerdos anunciados "no están a la altura de las necesidades del país".
Para transitar por esta "etapa amarga", México necesita mucho más que una reforma política-electoral definida en la cúpulas, necesita un consenso nacional para democratizar "realmente" al país, dijo Garrido.
Felipe Calderón, presidente del PAN, partido al que PRI y PRD acusan de desalentar el proceso de democratización de México por razones electorales, sostuvo que las negociaciones políticas nacionales obedecen a intereses particulares de líderes y "no a un afán por un cambio democrático verdadero".
En cambio, los dirigentes firmantes del acuerdo coincidieron en afirmar que el acuerdo establecerá prácticas "propias de una república democrática".
En México, donde el PRI está en el poder desde 1929, las elecciones son continuamente cuestionadas. Hasta 1988, las mismas eran incluso controladas y avaladas directamente por el gobierno.
Luego de tres reformas electorales realizadas entre 1989 y 1994, actualmente los comicios federales son manejados por un instituto electoral cuyo presidente es el secretario de Gobernación (Interior).
Según indicaron portavoces oficiales, las elecciones federales legislativas programadas para 1997 se realizarán bajo el nuevo marco legal electoral acordado con los partidos políticos. (FIN/IPS/dc/dm/ip/96)
