Después de una larga espera, el ex fiscal Antonio Di Pietro anunció hoy que se abstendrá de apoyar a algunos de los dos bloques que se presentan a las elecciones parlamentarias que se celebraran en Italia el día 21.
Su decisión dejó descontentos a todos, aunque los dirigentes políticos declararon públicamente que "respetaban su decision" de no alinearse con el centroderecha ni con el centroizquierda.
Las dos grandes coaliciones esperaban con ansia el camino que tomaría el ex fiscal, porque su apoyo habría determinado el triunfo de uno de los dos grandes bloques en que está dividida políticamente Italia y que se encuentran empatados, según las encuestas.
Di Pietro había señalado que se pronunciaría después de que se conociera que pasaría con las tres acusaciones en su contra por presunta concusión y abuso de poder, que fueron archivadas por un juez por considerarlas infundadas.
El viernes se arhivó la última, en que había sido acusado de haber utilizado su cargo de fiscal para favorecer a una empresa en la que trabaja su esposa, presionado a un empresario para que prestara dinero a un amigo y obtenido beneficios personales por la informatización de los tribunales de Milán.
"No he podido sostener con fuerzas mis ideas, no he podido dar a conocer mis proyectos, por lo tanto no apoyo a nadie", explica Di Pietro en la edición de la revista Oggi que aparecerá este miércoles.
El ex fiscal es el lider preferido de los Italiano y por lo general obtiene 70 puntos en una escala de uno a cien, según las encuestas.
El segundo lugar lo ocupa el Presidente de la República, Oscar Luigi Scalfaro, quien aparece con 48 puntos, mientras que el líder del centroderechista Polo de la Libertad, Silvio Berlusconi, cuenta con 34 y el de la coalición de centroizquierda, Romano Prodi, 40 puntos.
Di Pietro, de 45 años, se ha transformado, incluso a pesar suyo, en lo que en política se define como "un sujeto a disposición del país", pues al ponerse a mirar desde la ventana se colocó por encima de las partes en juego, según los analistas.
Por lo tanto, en el futuro podría asumir un papel decisivo en el futuro gobierno, especialmente en caso de empate entre el Polo de la Libertad y la coalición de centroizquierda.
En el artículo de Oggi, Di Pietro ni siquiera hará una declaración de voto "contra", mientras en intervenciones anteriores, formuladas hace algunos meses, había criticado a Berlusconi.
Había hablado del llamado "conflicto de interés" de Berlusconi, quien aspira convertirse nuevamente en jefe del gobierno, pese a que es propietario de un gigantesco imperio económico, Fininvest, que tiene el monopolio de la televisión privada.
La operación "Manos Limpias" decapitó a la Democracia Cristiana y al Partido Socialista, cuyos principales dirigentes aparecieron comprometidos en casos de corrupción.
Los magistrados de la norteña ciudad de Milán han abierto una serie de investigaciones sobre Berlusconi por el pago de comisiones ilegales a miembros de la policía tributaria y por el presunto financiamiento ilegal al Partido Socialista.
Dirigentes de la derechista Alianza Nacional contaban con que Di Pietro apoyaría a esta organización y Berlusconi recordó que el ex fiscal "siempre ha dicho que su corazón se encuentra con la derecha".
Sin embargo, su distanciamiento del líder de la coalición de centroderecha hizo pensar a sus adversarios de centroizquierda que podrían contar con su decisivo apoyo.
La decisión del ex magistrado acentúa la incógnita sobre estas elecciones, en las que se prevé un empate, lo cual podría llevar al Presidente de la República a llamar al gobierno a un hombre neutral para reformar la ley electoral, antes de convocar a nuevas elecciones.
Italia ha afrontado repetidas elecciones en los últimos años, en 1992 y 1994, que no han resuelto el problema de la gobernabilidad y que, según las encuestas, tampoco se resolvería en esta ocasión. (FIN/IPS/jp/ag/ip/96)