AMERICA LATINA: Buscan posición común frente a destino de Cepal

América Latina y el Caribe deben llevar a la Organización de Naciones Unidas (ONU) una propuesta conjunta sobre el futuro de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), sugirió su secretario ejecutivo, Gert Rosenthal.

Un planteamiento conjunto tendrá más posibilidades de ser reconocido y adoptado en la ONU, sede de las discusiones sobre el futuro del organismo regional y de todo el sistema, dijo Rosenthal.

Las decisiones que atañen a la cúpula de la ONU y sobre las que habría que tomar una posición unánime se refieren básicamente al grado de desentralización deseada para la ejecución del programa de trabajo.

Incluyen, además, la importancia de las esferas económica y social en el conjunto de actividades de la organización y los recursos presupuestarios que se le asignarán.

Los cambios en la Cepal se enmarcan dentro del proceso de reforma de la ONU que se discute este año, dentro del cual Cepal podría sufrir un recorte de presupuesto de siete por ciento.

En su discurso de inauguración de la fase ministerial del vigésimosexto período de sesiones de Cepal, que se realiza en San José, Rosenthal recordó este viernes que muchas otras decisiones se pueden adoptar dentro de la Comisión, pero los países miembros de ella participan también en la discusión dentro de la ONU.

Entre otras cosas, los miembros de la Comisión deben decidir que tipo de organismo desean tener, "su misión, su contenido y alcance de programa de trabajo, su modalidad de interacción con los gobiernos y las sociedades civiles, la calidad de su gestión y la relevancia de los productos", agregó.

Una posición conjunta de América Latina y el Caribe sobre estos temas, apuntó Rosenthal, abre mayores posibilidades de tener una Comisión que responda efectivamente a las aspiraciones de sus miembros.

El alto funcionario recordó que esta semana se cumplen 10 años del fallecimiento de Raúl Prebisch, uno de los ideólogos de la institución.

"Lo recordamos hoy con afecto y admiración cuando tanto la institución como la región a la que ésta se debe se enfrentan a profundas transformaciones", señaló.

"El cambio con sus consiguientes riesgos y oportunidades provoca incertidumbre, pero también da origen a respuestas creativas y dinámicas. Así se explica la gran vitalidad que muestran hoy las sociedades de América Latina y el Caribe, empeñadas en superar adversidades y consolidar logros", añadió.

Rosenthal reiteró algunos puntos del balance que hace la Cepal de 15 años de reforma económica en la región. En primer lugar, señaló que se ha producido un evidente adelanto, pero todavía no se ha consolidado un crecimiento lo suficientemente fuerte como para asegurar un mayor nivel de bienestar para todos.

También indicó que la aplicación de un modelo económico como el actual no conduce a resultados predeterminados en todos los países.

Dijo que la corrección de desequilibrios macroeconómicos y el mantenimiento de la estabilidad mediante la disciplina no deben atribuírse a un modelo, sino que deben ser vistos como requisitos esenciales de una economía cada vez más transnacionalizada.

Planteó también la necesidad de complementar y reforzar la política macroeconómica con la aplicación de medidas de política pública de índole microeconómico, mesoeconómico e institucional para apoyar la modernización productiva y el desarrollo de los mercados financieros y laborales.

Rosenthal insistió en la necesidad de elevar a casi el doble la tasa de crecimiento promedio registrada en los últimos años y lograr un aumento del producto interno bruto cercano al seis por ciento anual.

Además, dijo que es necesario adaptar las principales políticas económicas para que el equilibrio sea sostenible en el tiempo y evitar distorsiones en la asignación eficiente de recursos necesarios para la expansión de la producción y para fomentar el ahorro y la inversión.

Además de asegurar un marco de estabilidad macroeconómica, la acción pública debe incluir políticas de desarrollo financiero y de incentivo a la formación de capital.

La meta de un crecimiento de seis por ciento, apuntó, también exige una acelerada y sistemática incorporación de técnicas de producción y de gestión tendientes a elevar la productividad de un mayor número de empresas.

Es ahí, en la productividad del sector privado, donde se hacen necesarias acciones a escala microeconómica que ayuden a las empresas a aprovechar las tecnologías disponibles en el mundo y que se adecúen mejor a la situación de cada país.

Acciones horizontales o mesoeconómicas ayudarán a difundir y asimilar masivamente las mejores prácticas, sobre todo aquellas que faciliten el acceso de las empresas a un mercado de capitales y a un sistema bien estructurado de capacitación, dijo Rosenthal. (FIN/IPS/mso/ag/ip-if/96)

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