VENEZUELA: Caldera inicia azaroso tercer ano de gobierno

El presidente de Venezuela, Rafael Caldera, inicio hoy el tercer ano de su quinquenio de gobierno en medio de la exasperacion de la poblacion por el alto costo de la vida, y enfrentado a un clima de disturbios en todo el pais.

"Caldera dijo en 1992 que un pueblo con hambre no defiende la democracia. Ahora tenemos mas hambre que hace cuatro anos. Que no aspire a que lo defendamos", dijo un trabajador de una ciudad satelite de Caracas en una encuesta radial este viernes.

Esa opinion puede resumir el drama que confronta Caldera, un socialcristiano de 80 anos que blande un discurso populista, luego de dos anos de gobierno con exitos politicos y desaciertos economicos a los que sigue un 1996 signado por la incertidumbre.

El tino y hasta un toque de fortuna guian la accion politica de Caldera, pues si manifestaciones estudiantiles y de barriadas populares pretenden un incendio, el mandatario arroja sobre esas flamas la refrescante visita del Papa Juan Pablo II, la proxima semana.

En cambio, en materia economica el gobierno se enreda en contradicciones y su lento deshojar de la margarita, con cada decision, exaspera a empresarios, trabajadores y consumidores, que sufren incluso los embates de medidas que se anuncian pero no llegan a hacerse.

Tambien el Fondo Monetario Internacional (FMI), al que el gobierno solicita desde octubre un prestamo de 3.000 millones de dolares, ha recibido senales contradictorias sobre la intencion del gobierno para llegar a un acuerdo.

La discusion con el FMI se ha centrado en como enfrentar el deficit fiscal, al menos un tercio del presupuesto de 15.000 millones de dolares, porque el gobierno quiere impuestos temporales y rehusa aumentar el precio de la gasolina.

Se trata de una discusion fuertemente impregnada de "calderismo", porque el actual mandatario presento en 1989 los saqueos y desordenes del "Caracazo" como "rotura a pedradas de la vitrina del neoliberalismo" que recetaba el FMI.

En febrero de 1992, cuando se produjo una asonada golpista, Caldera disintio de la mayoria parlamentaria que condeno escuetamente la intentona, y en un discurso televisado en directo al pais dijo que "a un pueblo con hambre no puede pedirsele que salga a defender la democracia".

Desde entonces se afirmo como el presidenciable numero uno y al margen de los partidos tradicionales triunfo en las elecciones de diciembre de 1993, luego de una campana basada en criticas al FMI, al aumento de la gasolina y al impuesto al valor agregado.

Caldera alcanzo altas cotas de popularidad en junio de 1994, cuando implanto controles de precios, de cambio y de la gestion bancaria, pero ese apoyo se desmorono con el paso de los meses, al progresar la inflacion, la depreciacion de la moneda, la desinversion y el desempleo.

La inflacion acumulada en dos anos es de 177 por ciento, el dolar paso de 110 a 290 bolivares, cerraron miles de empresas pequenas, y el desempleo oficialmente paso de 7,8 a 10,7 por ciento -a 15 o 20 por ciento segun otros calculos- mientras el area informal ocupa a la mitad de la poblacion.

La canasta alimentaria basica cuesta 207 dolares, segun Carlos Navarro, secretario general de la principal central obrera, y el salario minimo mensual, que percibe la mitad de los trabajadores, es de 110 dolares.

Un tercio de la poblacion, es decir, siete millones de personas, vive en estado de pobreza critica, por lo que sus ingresos son insuficientes para comprar la canasta basica.

En enero de 1996, tras una fuerte devaluacion en diciembre, la inflacion fue de 8,1 por ciento (oficial), y 85 por ciento de los alimentos experimentaron alzas sensibles, en tanto el lunes las tarifas de transporte urbano subiran 50 por ciento.

Ese clima animo en las dos ultimas semanas un recrudecimiento de protestas y desordenes callejeros, principalmente frente a universidades de una docena de ciudades, mientras desde barriadas pobres se insinuan saqueos y algunos pobladores han enfrentado con armas largas a la policia.

El gabinete economico de Caldera sostenia intensas reuniones para resolver, "en cuestion de dias o de horas" segun Navarro, un alza del salario minimo y aumentos salariales de 30 por ciento para el millon de empleados publicos.

Navarro dijo al termino de una reunion de ministros, empresarios y sindicalistas, que la fecha limite para el ajuste salarial seria el 7 de febrero, lo que desactivaria protestas del dia 8, jueves, favorito de las demostraciones estudiantiles, y vispera de la llegada del Papa.

La visita del Papa es percibida como abono a los llamados de "unidad nacional", que hace Caldera, y en los que el politologo Diego Urbaneja ve "un esfuerzo por sostener las instituciones, dejando que los actores economicos hagan su parte".

El presidente de la Camara de Diputados, Carmelo Lauria, critica esa condicion "porque el gobierno debe gobernar y no conformarse por ejemplo con ser arbitro entre empresarios y trabajadores en el nudo gordiano de la economia, que es el tema de las prestaciones sociales (laborales)".

Adversarios de Caldera colocan, al lado de los desaciertos eonomicos, el exito politico "al lograr la tranquilidad de que hayan cesado los temores y rumores de golpes de Estado", segun dijo la diputada socialdemocrata Paulina Gamus.

Para 1996 y lo que resta del quinquenio, Caldera ofrecio en su alocucion de ano nuevo "ni lagrimas ni sangre, pero si mucho sudor". Pero ese mensaje cayo sobre una poblacion ya exhausta, y cuya irritacion abona la incertidumbre del ano que comienza. (FIN/IPS/hm/jc/ip-if/96)

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