La artesania uruguaya del calzado, fomentada por emigrantes armenios, italianos y espanoles, camina hacia el olvido porque esa industria padece una aguda crisis generada por fuertes importaciones de Argentina, Brasil y el sudeste asiatico.
En el primer semestre de 1995 la produccion se contrajo 23,1 por ciento, colocando a ese sector en una situacion que pude conducir a su desaparicion, dijeron a IPS voceros de la Camara de la Industria del Calzado.
Este hecho acompana el proceso de desindustrializacion por el que atraviesa Uruguay, donde la industria perdio 10 puntos porcentuales de su participacion en el producto interno bruto (PIB) en los ultimos 16 anos.
En esa situacion, calificada de dramatica, incide "la enorme caida de las ventas (locales) debido a la coyuntura economica que continua privilegiando el consumo de bienes finales importados", indico el presidente de la Camara de Industrias, Jacinto Muxi.
El empresario advirtio con ironia que "si continua esta fiebre de importacion un dia va a ser necesario importar consumidores".
Muxi cree que ademas de razones de politica economica y cambiaria, en la crisis influye "la perdida de la vocacion industrial" y que el acostumbramiento a lo mas facil: "importar en vez de producir".
La importacion, que segun fuentes del sector rondaria el 50 por ciento de las ventas en el comercio establecido, no solo afecto a los fabricantes de calzado tradicional, sino tambien a las industrias de zapatillas deportivas.
"Es una ironia, ahora hasta los gauchos usan botas importadas para trabajar con el ganado que produce el cuero", comento un viejo artesano.
En el primer semestre de este ano, el 39,1 por ciento de las importaciones de calzado provino de paises del sudeste asiatico, mientras que desde Brasil llego 20,8 por ciento y de Argentina 19,7 por ciento.
El resto de las importaciones procede de la Union Europea, Estados Unidos y Chile, en ese orden.
Segun el gremio de las fabricantes de calzado, los productos del sudeste asiatico llegan subsidiados, lo cual es una "clara practica desleal".
Los fabricantes uruguayos afirman que esas practicas quedan en evidencia a traves de los precios promedio del calzado que ingresa desde diversos origenes.
Desde Argentina llega a 18,50 dolares el par, de Estados Unidos a 14,20, de Chile a 9,86, de Brasil a 7,96 dolares, de Hong Kong a 5,53, de Taiwan a 4.36 y de China a 3,53.
Un par de zapatos de primera calidad producido en Uruguay tiene un precio de venta promedio de 80 dolares, casi igual al de los zapatos provenientes de Estados Unidos, Europa y Argentina, luego de los recargos por importacion y otros gastos.
En el caso del calzado brasileno y del sudeste asiatico, los precios son muy inferiores al de similar calidad producido en Uruguay, pero su terminacion y estetica es superior al local.
"A esta situacion hay que agregarle el calzado de contrabando que ingresa a Uruguay desde Brasil a traves de la frontera terrestre", dijo un integrante de la camara.
Un aspecto que los industriales senalan como determinante es el tipo de cambio, que desde 1988 se ha rezagado con respecto a la evolucion de los precios internos.
Argumentan que esta evolucion no solo desprotege a la produccion nacional, sino que otorga una proteccion injustificada a los calzados importados que debe ser compensada con medidas gubernamentales.
La crisis tuvo una fuerte incidencia en el desempleo. Un analisis de las siete empresas mas grandes del sector muestra que en los ultimos cinco anos el total de puestos de trabajo se redujo 75 por ciento.
Otro de los reclamos de los fabricantes de calzado de Uruguay se refiere a la fabricacion y venta informal, que evade aportes sociales y tambien es considerada como competencia desleal.
Aunque no pueden cuantificar su incidencia, se remiten a las cifras globales de la Camara de Comercio.
Segun este gremio, la economia informal uruguaya equivale a 15 por ciento del PIB e involucra entre 13 y 26 por ciento de la poblacion economicamente activa. (FIN/IPS/rr/ag/if/95
